Negocios

Los food trucks en Rosario evolucionan: proponen un nuevo modelo de licencias esporádicas

Los food trucks son mucho más que un negocio de moda que vende comidas sobre ruedas, hoy forman parte de una tendencia que los exhibe en parques, eventos y en espacios públicos, de la mano de propuestas elaboradas que exceden la clásica hamburguesa con papas fritas. Sin embargo, su recorrido en la ciudad demandó un extenso trabajo para regularlos y hoy desde la cámara que los nuclea buscan avanzar hacia nuevas normativas que les permitan crecer y aprovechar al máximo su potencia comercial.

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En Argentina, el foco está puesto en poder ampliar la figura hacia otros rubros, fuera del gastronómico, es decir, que locales de ropa, barberías y variadas propuestas puedan comenzar a operar en food trucks con permisos que los habiliten para dicha actividad. En Rosario, por su parte, hay una nueva regulación pensada para aquellas unidades que cuentan con licencia permanente, la cual todavía no se puso en marcha. Esta comprende su instalación de forma fija en distintos parques para extender su llegada, ya que hoy los pocos que funcionan lo hacen concentrados en un mismo lugar.

Pero, a su vez, el presidente de la Cámara de Food Trucks de Rosario, Arturo Milano, adelantó a Negocios la novedad que se viene y que consiste en una iniciativa para abrir el registro a nuevos aspirantes que quieran operar en food trucks con licencias esporádicas, es decir, en fiestas y ocasiones especiales. Una estrategia que abrirá el juego a nuevos emprendedores que quieran atender eventos sociales y corporativos. “Una vez que se abra, por intermedio de la Cámara o de manera particular, la gente se puede presentar y obtener la habilitación y es una forma de abrirle lugar a una serie de aspirantes que, luego, si les va bien, podrán tramitar un permiso para operar de forma fija“, señaló el referente.

Ampliar el espectro

Según sostuvo Milano, solo cuatro food trucks tienen el visto bueno para trabajar permanentemente en la ciudad y lo hacen en el Parque de las Colectividades y en el parque Sunchales. Recuerda además que regular la actividad no fue nada sencillo y actualmente trabajan bajo la ordenanza 7.703 de venta ambulante, que responde a la reglamentación fijada por el Ejecutivo para este tipo de rubros. Entre los puntos de la normativa actual, aparece el hecho de que deben mantenerse como mínimo a 200 metros de distancia de un local gastronómico, lo que limita su ubicación.

En sus orígenes, cuando se creó la figura de los food trucks, la misma les impedía asociarse, por lo cual estaban obligados a moverse por distintos lugares. Al principio se había diseñado un esquema que incluía cuatro parques donde cada uno permanecía un fin de semana y luego rotaba, aunque el modelo no funcionó porque no se logró el volumen de clientela necesario y muchas personas terminaban no sabiendo dónde se encontraba cada uno.

A nivel local se decidió sancionar una nueva ordenanza que está vigente pero todavía no operativa. Lo que hace es fomentar la actividad del sector a través de uniones de foods trucks y propuestas para concentrarlos en sectores específicos y pensados para alojarlos, con mesas, bancos fijos y otros atractivos”, explicó Milano, sin poder precisar cuando entrará en acción ya que los plazos no están definidos.

Siguiendo esta línea, hizo hincapié en el nuevo pedido que motorizaron desde la Cámara y que está relacionado con la apertura de registros para licencias esporádicas, permitiendo a muchos titulares de food trucks ingresar al rubro para cubrir fechas especiales y eventos al aire libre. En este sentido, indicó que hoy hay entre veinte y treinta unidades con permiso ocasional para operar y más de quince aspirantes que buscan conseguir su registro.

“Licencias permanentes no se pueden volver a otorgar hasta que no se reglamente la ordenanza actual y se fijen espacios adaptados para recibirlos, estilo polos gastronómicos donde haya varias propuestas. Lo interesante ahora es la apertura de este registro para ocasiones especiales que estuvo cerrado y se va a volver a abrir, dándole la posibilidad al sector de recibir a gente nueva y sumar opciones”, explicó el referente de la Cámara de Food Trucks.

A toda máquina

Milano sostuvo que una ventaja de los food trucks frente a modelos similares como los carritos que funcionan en parques y en recitales, es la sofisticación en sus productos, ofreciendo una cocina más elaborada que va, desde comida peruana, hasta mexicana, pasando por menús vegetarianos o veganos y sandwichería gourmet, entre otras ofertas. Su diferencial los hace ideales a la hora de ser contratados en eventos, brindando un abanico de posibilidades a los comensales, también en lo que es coctelería.

Otro distintivo se da con respecto a los contenedores que operan en los parques gastronómicos con expendio de comida y bebida. Según su opinión, estos tienen “todo lo malo de los food trucks y ninguna de sus ventajas”, porque al ser espacios fijos no pueden moverse, quedando atados a las condiciones climáticas y a la cantidad de gente que transite por la zona.

El tema de la lluvia o el frío es una clara desventaja para el negocio debido a que muchos eventos tienden a cancelarse ante condiciones de este tipo y deja sin ninguna ganancia a sus dueños. Como contracara, el hecho de poder participar de acciones de gran convocatoria estilo ferias y ediciones al aire libre, ejemplo La Noche de las Peatonales, son un gran aliciente en términos de rentabilidad, por la cantidad de personas que acuden y la posibilidad de maximizar ventas.

La ventaja de un food truck es que vos te capitalizás con el vehículo, a diferencia del alquiler de un local. Vos lo adquirís y el día de mañana si querés salir del negocio lo vendés y te da una ganancia y mucha autonomía. Te da libertad y además costos reducidos en comparación con un comercio, gastos pequeños como el pago de patente, la nafta y resolver donde lo estacionás, no mucho más que eso, siendo un rubro ideal para emprendedores”, sostuvo Milano.

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