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Boix, a punto de ser condenado por mandar balear casas de taxistas

Las acciones que motivaron el resonante apartamiento de la anterior conducción del gremio de peones de taxis de Rosario terminará en una condena a quien fue durante casi tres décadas el titular del sindicato. Horacio Boix aceptará una sentencia en juicio abreviado que implicará además la devolución de dinero que fue acusado de malversar en su provecho. La pena solicitada es de tres años de prisión efectiva. Pero dado que Boix tiene 74 años y presenta problemas constatados de salud puede no cumplirse en un instituto penitenciario. Si un juez lo convalida, el acuerdo clausurará un proceso gremial, político y penal que implicó no solamente notorios desvíos de fondos, sino un conflicto que implicó balaceras contra las viviendas de directivos que hoy encabezan el sindicato.

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Boix fue apartado del sindicato del que fue fundador en septiembre de 2019. Hasta entonces lo había liderado durante 27 años. Lo desplazaron después de que chocara contra un patrullero manejando un Audi A7 que estaba a nombre del sindicato pero que utilizaba a fines exclusivos y no por sus funciones. En el gremio fue la gota que rebalsó el vaso. Inmediatamente lo denunciaron por administración fraudulenta. Cuando eso ocurrió se produjo el segundo nudo de hechos por el que recibirá condena: haberse vinculado con la estructura criminal que dirigía el líder de Los Monos, Ariel “Guille” Cantero, de modo de recuperar la conducción del gremio mediante la aplicación de violencia a sus opositores, encabezados por Horacio Yannotti, actual secretario general de los taxistas.

La negociación por el abreviado no solamente tuvo como intervinientes a la fiscalía sino también al gremio que fue el denuciante de Boix y aspiraba a encontrar una salida justa a lo que consideran un agravio. En asamblea los peones de taxi estuvieron de acuerdo en avalar la salida encontrada entre el fiscal David Carizza, de la Agencia de Criminalidad Organizada, y los defensores del gremialista.

Como condición del juicio abreviado, Boix aceptará haber generado un lucro indebido durante su gestión que se cuantificó en algo más de 8 millones de pesos, equivalentes a 239 mil dólares, entre 2018 y agosto de 2019, un dinero que era ajeno y manejó como propio. Esto surgió, según la pesquisa, del pago de las cuotas de los afiliados. Luego de pagar los gastos de gestión Boix disponía de ese dinero para cubrir gastos personales y de su círculo íntimo a la vez que utilizaba una tarjeta de crédito corporativa del Banco Municipal para financiarlos.

En cuanto a los ataques a sus adversarios del gremio, la fiscalía descubrió que Boix se vinculó con allegados a Los Monos. Uno de ellos, Fernando Morel, planificó y ejecutó seis balaceras contra integrantes del sindicato de peones de taxis por órdenes impartidas por Guille Cantero. De los aprietes también participaba Maximiliano Cachete Díaz, que está condenado por el atentado a tiros al casino City Center en el que murió un apostador en 2021. Los ataques a tiros fueron contra la casa de Yannotti, de Luciano Llobera, de Alejandro Martínez y Alberto González.

Los balazos comenzaron, según la denuncia, luego de que la nueva comisión le transmitiera a Cachete Díaz “nuestra postura de no acordar con cuestiones sucias”. Fue cuando éste les dijo que no había más intermediación entre Guille Cantero y Boix al salir éste del liderazgo del gremio. La reunión fue entre un dirigente gremial y el mismo Cachete en el bar Agenor de Riccheri y Salta. Allí Díaz, según la denuncia, les dijo. “Si no hay plata, hay balas”. Luego de eso se constataron seis atentados a tiros a la casa de cuatro gremialistas de la nueva directiva. Esto fue comunicado por el gremio al entonces ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro quien, según dice Yannotti, los instó a hacer la denuncia en fiscalía.

“El daño causado por esta persona es imposible de mensurar”, dijo Yannotti. “No es solo daño material por los desfalcos sino moral. El ex secretario adjunto (Llobera) se fue a vivir a España con la familia porque quedó atemorizado por la balacera que sufrió. Remamos en dulce de leche para levantar económicamente la institución y también cambiar su imagen, aunque lo estamos haciendo”, sostuvo.

Boix está actualmente con prisión domiciliaria. El acuerdo se formalizaría con la pena de tres años de prisión. Se considera que el ex directivo no tiene antecedentes penales y su mala salud cardiológica. Pero le atribuyen delitos de administración fraudulenta y de haberse vinculado com autoridad de un sindicato con diversas figuras de un destacado grupo criminal de Rosario. También se concretará la incautación de dinero en efectivo decomisado, un Mercedes Benz modelo 2011 y una lancha. Estos bienes serán subastados y el producido entregado al Sindicato de Peones de Taxis.

El acuerdo estaba fechado para ser homologado el 24 de mayo pasado. Pero Boix cambió de abogado defensor y eso motivó la postergación. Ahora solo resta imponer una nueva fecha y que un magistrado, si lo considera admisible, homologue la condena, que será por administración fraudulenta consumada y por extorsión como instigador y abuso de armas por las balaceras, también como autor ideológico.

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