«Gran Hermano», los secretos de un fenómeno que hizo explotar al rating
Desde su comienzo a mediados de octubre de 2022, la nueva edición de “Gran Hermano” sumó 162 días de convivencia filmada, alcanzó picos de 30 puntos de rating y acumuló más de ocho millones de votos para la final. De esta manera, el formato consolidó su regreso como fenómeno televisivo.
El pasado domingo, el salteño Marcos Ginocchio, que llegó a la final como favorito del público, se consagró ganador con un récord histórico de apoyo: más de cinco millones de votos a favor, más del 70,83 por ciento total. Superó así el amplio triunfo de Marianela Mirra en 2007, que había sumado un millón y medio de votos.
El campeón se llevó un premio de casi 20 millones de pesos, una casa prefabricada y una moto. Además, se quedó con Morita, una de las dos cachorras adoptadas que estuvieron al cuidado de los hermanitos durante los meses de convivencia. En segundo lugar, quedó Nacho Castañares y en tercero, Julieta Poggio.
Durante su estadía de casi cinco meses y medio dentro de la casa, los jugadores se perdieron eventos clave como el triunfo de Argentina en el Mundial de Qatar: pudieron ver los partidos, pero no participar de los masivos festejos.
Santiago del Moro confirmó que habrá más “Gran Hermano”.
Un día antes del último programa, el conductor Santiago del Moro anunció en vivo y desde adentro de la casa la apertura del casting para la próxima edición que tendrá lugar en 2023. El formulario de inscripción (accesible en https://granhermano.mitelefe.com/) tuvo un momento de colapso a las horas de su publicación por la gran cantidad de interés del público.
El compromiso de la audiencia es contundente. Además de las multitudinarias intervenciones en las votaciones, los fanáticos se volcaron en redes noche a noche para debatir y compartir los eventos dentro de la casa, y ratificar el apoyo a sus favoritos. Hasta último momento, un sector de seguidores hizo fuerza para que Julieta y Marcos estén juntos, cosa que no ocurrió dado que ella tenía pareja fuera de la casa.
En relación a los vínculos afectivos, la décima temporada vio pasar varios encuentros entre participantes, sobre todo en los comienzos. El protocolo de consentimiento impuesto como regla por el reality fue una novedad incorporada después de denuncias de abuso sexual en la edición española: los jugadores que quisieran tener relaciones sexuales debían mostrar a cámara un pulgar hacia arriba.
En la recta final, se visibilizaron críticas (enunciadas primero por la panelista de espectáculos Laura Ubfal a través de un polémico tuit) por las características físicas hegemónicas (que se corresponden con los estereotipos de belleza actuales) de la mayoría de los jugadores: jóvenes, blancos, rubios, delgados.
Si bien inicialmente hubo algunos participantes que rompieron con estos estándares (como el famoso Alfa, el más longevo de la historia del reality con sesenta años), el público eligió a “los lindos y lindas”, como caracterizó la Mora, una de las primeras eliminadas, al grupo de jugadores. La falta de diversidad, en un programa que históricamente buscó jugar con eso, fue una sorpresa de esta edición.
Con más de 5 millones de votos favorables, Ginocchio marcó un récord.
Otra particularidad es que, a diferencia de otras ediciones donde el público valoraba a los buenos estrategas y los caracteres fuertes, esta vez priorizó a los buenos y poco conflictivos. Si bien Romina, una participante bastante polémica, y Alfa, uno de sus más álgidos contrincantes, llegaron bastante lejos (la ex diputada fue la última en salir antes de la final), Marcos se destacó por su personalidad amable, colaboradora y compañera.
UN FORMATO EFICAZ EN MÁS DE 70 PAISES
Cuando el reality comenzó el 17 de octubre pasado con la conducción de Santiago del Moro con 23 puntos de rating, sobrevolaba la pregunta si el formato que había debutado en 2001 con éxito en Argentina iba a tener impacto 20 años después, con la pantalla de televisiva en baja y la experiencia traumática del encierro por la pandemia.
El éxito que obtuvo esta edición le dio la razón a Telefe: el reality holandés replicado en más de 70 países volvió a la TV local para una nueva edición y se convirtió en el programa más visto con un promedio de 19.6 puntos.
No solo eso, “Gran Hermano” también fue un fenómeno dentro de (e impulsado por) las redes sociales.: por citar solo la final, el episodio fue tendencia y la transmisión en YouTube y Twitch alcanzó a más de 372.000 usuarios en simultáneo.
Las semanas finales del envío transcurrieron en medio de la detención de Marcelo Corazza, ganador de la primera edición del reality y actual productor del programa como sospechoso de integrar una organización dedicada a la explotación sexual y la corrupción de menores.
Si bien todavía no hay una fecha exacta para el comienzo de una próxima edición, Santiago del Moro adelantó que habrá un nuevo Gran Hermano 2023.