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El “Rengo Fica”, otro jefe de la barra de Newell’s caído en desgracia

El fantasma de Nelson “Chivo” Saravia sigue sobrevolando el paraavalanchas leproso. Horas antes de que el equipo de Newel’s debute como local en la Liga Profesional de Fútbol frente a San Lorenzo, los fiscales de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos detuvieron al “Rengo Fica”, el hombre de Guillermo “Chupa” Sosa al frente de “La gloriosa banda del rojinegro”. Alejandro Nicolás “Rengo Fica” F., de 28 años, fue detenido con otras cinco personas por “su posible participación en el homicidio” de Nelson Gabriel Aquiles “Chivo” Saravia, acribillado delante de su hijo y su sobrino en su casa el 23 de octubre de 2021. En principio los detenidos serán imputados el domingo por la mañana.

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Saravia fue jefe de la barra de Newell’s entre agosto de 2013 y septiembre de 2016 como sucesor de Diego “Panadero” Ochoa. Por su homicidio fue detenido Chupa Sosa, también reconocido como “Ojitos”, la noche del pasado 4 de mayo. Fue acusado como instigador del asesinato del barra. Y con la caída del Rengo Fica habrá que esperar para conocer a quién eligió Leandro “Pollo” Vinardi, uno de los cuatro CEOs gestores de Máximo Ariel “Guille” Cantero.

A las 0.30 del sábado de 23 octubre del año pasado, el “Chivo” Saravia ingresó al Olimpo de los jefes de la barra de Newell’s asesinados a balazos en los últimos 12 años, cuando Roberto “Pimpi” Caminos fue acribillado a balazos el 19 de marzo de 2010 a las puertas de lo que fuera el bar Ezeiza. Si bien “Pimpi” ya no era jefe de la barra al momento de su asesinato, seguía siendo líder de buena parte de la tribuna leprosa.

Al crimen de Pimpi le siguieron los asesinatos de Matías “Cuatrerito” Franchetti en 2016, Maximiliano “Cabezón” La Rocca ese mismo año y Ariel “Tuby” Segovia en 2018. Y en el mismo período fueron detenidos otros jefes de la barra: Diego “Panadero” Ochoa (como instigador del crimen de Maximiliano “Quemadito” Rodríguez), Alexis Caminos, Emiliano “Jija” Avejera, Marcelo Héctor “Pipi” Arriola, Aldo “Gatito” Sosa y Sosa, acusado de instigar la ejecución del Chivo.

Bajo una llovizna persistente, aquel sábado a la 0.30, cuatro hombres armados se bajaron de un Peugeot 308 blanco frente a la vivienda del Chivo, en San Nicolás al 3700. En la casa estaban Saravia, su esposa Noelia, dos de sus hijos y su pequeño sobrino de 13 años. La mujer sintió una patada en la puerta y se encontró con un hombre encapuchado que portaba una pistola ametralladora: “¿Dónde está tu marido? ¿Dónde está?”, le preguntó el recién llegado. Y antes de que ella pudiera responder se escuchó otro grito. “Acá esta”, dijo uno de los delincuentes. Después se escucharon los tiros que hicieron blanco en el Chivo, frente a su hijo y su sobrino, testigos del balazo de remate en la cabeza que recibió la víctima. Con la fuga de los sicarios comenzó una investigación que ya llevó a prisión a Sosa y ahora al “Rengo Fica”.

Si bien en principio el asesinato de Saravia se vinculó directamente a coletazos por la interna de la barra brava y por el comercio de drogas relacionadas con el paraavalanchas leproso, el entramado de su crimen habría tenido como trasfondo un asesinato perpetrado cinco horas antes a 18 cuadras de la escena. Alrededor de las 20 del viernes 22 de octubre de 2021 dos personas en moto se pararon frente a un pasillo ubicado sobre Centeno a metros de Rodríguez, en barrio Itatí, y descargaron una lluvia de plomo. Uno de esos proyectiles impactó en el tórax y en el hombro izquierdo de Angela Susana Oviedo, de 40 años y cuñada del Chupa. Si bien Saravia no participó del crimen, los investigadores infieren que entre los ejecutores hubo personas que “patearon” o eran cercanos al Chivo.

Los allanamientos

La mañana de este jueves efectivos de Inteligencia de la Agencia Investigación Criminal (AIC), Tropa de Operaciones Especiales (TOE) y Gendarmería se llevaron adelante 14 allanamientos en Rosario y otras localidades de la zona en busca de cinco personas entre quienes podrían estar los ejecutores de Saravia. En Belgrano al 100 de Piñero fue detenido el Rengo Fica. En Nicaragua al 2700 de Rosario fue apresado Kevin Nahuel J.; en Sarmiento al 1200 de Fray Luis Beltrán, Juan Manuel A.; en pasaje 1748 al 2100 de Rosario cayó Jonatan Ezequiel B., y en Marco Polo al 500 de Rosario fue detenido Pablo Damián G. Estos se sumaron a Milton O. y Esteban A., quienes ya estaban detenidos. Todos ellos por una “posible participación” en el crimen.

En los allanamientos se secuestraron alrededor de 400 mil pesos, un revólver y celulares. Los detenidos serán acusados en principio el domingo por la mañana. “Hasta la audiencia los fiscales se van a reservar los detalles de la acusación”, explicó una fuente allegada a la pesquisa en manos de los fiscales Luis Schiappa Pietra y Matías Edery.

A partir de la detención e imputación del Chupa Sosa los fiscales expusieron el organigrama que domina el paraavalanchas leproso. El “1” es “Guille” Cantero. Por debajo del líder de Los Monos se abren cuatro células “autónomas y que operan independientemente todas ellas colaborando con un mismo fin común: el dominio territorial para el beneficio económico”, según la mirada fiscal. Los gestores de esas células son, siempre según la acusación, el Pollo Vinardi, Pablo Nicolás Camino, Damián “Toro” Escobar y Marcos Jeremías “Pato” Mac Caddon. Todos ellos presos. Dentro de ese organigrama, Sosa cumpliría órdenes de Vinardi. Y por debajo del Chupa estaba el Rengo Fica.

La noche del 4 de mayo pasado un llamado anónimo a la policía alertó que “Vibras bar”, ubicado en San Martín al 2800 de Villa Gobernador Gálvez, sería propiedad de Chupa. Efectivos de la Brigada de Homicidios de la AIC fueron al lugar y lo detuvieron. Edery y Schiappa Pietra acusaron a Sosa como miembro de una asociación ilícita y como participe primario de homicidio calificado en grado consumado. Y en el desglose de la imputación dijeron que entre las actividades que llevaba adelante se encontraban “el regenteo de entradas para ingresar al estadio, la administración de los cuidacoches los días de partidos y el dispendio de comidas y bebidas en los alrededores del estadio” como también “administrar parte del dinero de la organización comprando moneda extranjera y realizando diversas inversiones”.

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