Secuestraron 160 kilos de cobre en un allanamiento a una chatarrería: hay dos demorados
El operativo se realizó en bulevar Seguí al 3300 donde funcionaba un supuesto comercio dedicado a la restauración de elementos
La Secretaría de Control municipal secuestró 160 kilos de cobre y clausuró una chatarrería ilegal en el marco de un allanamiento realizado en conjunto con la policía de Rosario y el Ministerio Público de la Acusación (MPA), a raíz de las denuncias realizadas por el incesante robo de materiales en cables de la Empresa Provincial de la Energía (EPE), y medidores de Aguas Santafesinas (Assa) y de Litoral Gas. Hay dos personas demoradas, sospechadas de comprar esos elementos en el mercado ilegal. Ya se produjeron 20 clausuras de chaterrerías por poseer cobre de dudosa procedencia, y tres de las mismas reincidieron en el delito.
«Tiene habilitación pero no para el rubro que venía realizando, puesto que posee material dudoso como cobre, cables desenvainados que habían sido quemados y dada la gran cantidad quedaron demoradas dos personas a partir de la orden de Fiscalía, mientras nosotros vamos a clausurar el lugar», precisó la titular del área de control del municipio, Carolina Labayru.
El municipio ya clausuró 20 chatarrerías en el transcurso de las últimas dos semanas y tres de las mismas cuentan con denuncia penal por violación de clausura. «Nos estamos moviendo por todos los distritos de la ciudad y vemos que de las chatarrerías que clausuramos ninguna contaba con la habilitación correspondiente», apuntó Labayru.
Como consecuencia de este operativo, dos personas quedaron demoradas como responsables de comprar cables y otros elementos como los medidores de la empresa de Aguas Santafesinas y Litoral Gas, de los cuales se extrae cobre y bronce para venderlos en el mercado negro. Así, por ejemplo, en la chatarrería allanada, el kilo de cobre se ofrecía a $1.000 el kilo, $600 el bronce, el de plomo $170 y el de aluminio $100.
Según contó Labayru, el comercio poseía habilitación como rubro de restauración pero no de compra y venta, vulgarmente conocido como chatarrería. Por esa razón fue clausurado, mientras la policía demoró a dos mayores por orden de la Fiscalía interviniente en la causa que se lleva adelante por el robo de los elementos mencionados.
En la puerta del negocio, como suele ocurrir en tantas otras chatarrerías, el cartel alusivo a la compra de cobre, aluminio y bronce fue uno de los indicios que se sumaron a la denuncia anónima de vecinos para poder allanar el comercio ubicado en bulevar Seguí al 3300, una zona de fábricas, galpones y otros rubros.
En el caso del robo de medidores de agua, a la empresa prestadora del servicio le cuesta cifras millonarias a la hora de reponer los dispositivos; lo mismo ocurre con el tendido de la red eléctrica de la EPE o el peligro que significa para Litoral Gas a la hora de vandalizar medidores de gas para extraer elementos para revender en el circuito del mercado negro.