Newell’s tiene derecho a ilusionarse con Lionel Messi por una cuestión sentimental
El rosarino no tiene objetivos económicos ni deportivos para venir al fútbol argentino, pero sí afectivos, y es allí donde habita la utopía rojinegra
Newell’s tiene derecho a ilusionarse. Si en definitiva el fútbol es eso: la maravillosa mixtura de lo pasional con lo impensado. Lionel Messi ha dado sobradas muestras de su orgullo de pertenencia con el club del Parque para sustentar un anhelo colectivo. Aunque se emparente con la utopía. Es que el rosarino homenajeó a Diego Maradona con la camiseta rojinegra y la imagen recorrió el mundo. Y profesó su sentimiento rojinegro con su propio estilo. Muchos gestos y palabras justas. Por ello cuando Barcelona marcó el final de un gran amor, automáticamente se disparó la esperanza incontrolable de tener en el plantel a ese jugador que desvela al mundo.
Si hasta oficialmente Newell’s se hizo eco de ese deseo irrefrenable con un tuit desde su cuenta oficial.
Por supuesto que no hay ninguna posibilidad desde lo económico ni deportivo para fundamentar una eventual llegada de Messi al fútbol argentino. Porque si de algo se encargaron los directivos de la AFA y de la liga es deteriorar la competencia. Y hacer prácticamente inviable el desembarco de una mega estrella. Por lo que el único motivo que el capitán del seleccionado tendría para venir a Newell’s, aunque sea por unos meses, es exclusivamente sentimental.
El fútbol tiene también lo imprevisto en su esencia, y no sólo dentro del campo de juego, también fuera de él. Y es allí donde habita ese incontenible deseo que expresa el hincha cuando se trata de ver en su equipo a los jugadores más destacados. A los referentes. A los ídolos. A las estrellas.
Es en este contexto en el que se enmarca la expectativa atravesada por ese desenfrenado fervor que muestran hoy los hinchas de Newell’s, quienes hablan de la posibilidad de que venga Messi y buscan alguna respuesta por todos lados con el afán de mantener vivo el sueño. Y está bien que así sea.