La ensalada, un plato de lujo en las mesas de Rosario
«Tendrían que ponerle «joyería» en vez de verdulería». El comentario de una mujer frente a un negocio de venta de frutas y verduras en el centro de Rosario resume lo que piensan los consumidores cuando miran los precios de la mercadería. Una ensalada se ha vuelto un lujo. Con el kilo de tomates promediando esta semana los 3 mil pesos en la zona céntrica, está todo dicho.
Las verduras y las frutas dejaron de ser hace tiempo la forma barata de alimentarse bien y sano. Desde hace ya años estos productos pasaron a conformar una parte importante del presupuesto hogareño. De hecho, y tal como lo publicara La Redaccion en agosto de este año, los rosarinos vienen consumiendo paulatinamente cada vez menos frutos de huerta, desanimados por los precios cada vez más altos. Y aunque la gente busque, limite el peso de la mercadería y elija verduras más económicas, todo rosarino sabe que una compra mínima de estos productos para consumo familiar no bajará de los 5 mil pesos.
La Redaccion hizo un recorrido por algunos supermercados y verdulerías del macrocentro, donde pudo comprobar y comparar precios, que varían enormemente según el lugar. Fue este miércoles, hoy las cosas pueden haber cambiado.
El tomate por las nubes
El tomate es, por excelencia, el ingrediente infaltable en cualquier ensalada. En la recorrida, este diario lo vio a 2 mil, 2.300, 3 mil y hasta 3.800 pesos el kilo. Y con distintas calidades. Un supermercado lo tenía en oferta porque aún estaban verdes, otro ofrecía tomates perita como una opción a mil pesos menos que el redondo. La variedad cherry es aun más cara. Se encontró con precios que iban de los $3.500 a los $4.600 el kilo, en general fraccionados en bandejas de 400 o 500 gramos. En cuando al huevo (que no es verdura pero se suele usar en ensaladas), aunque hay variedad y depende de la cantidad que se compre, se encontraron en entre 700 y 900 pesos la media docena.
La cebolla también varía el precio, pero arrancaba en $500 el kilo; la lechuga, rendidora por cierto, rondaba en general los $800; la zanahoria, entre $400 y $1.100. Todo por kilo. Estos productos van para una ensalada completa pero no especial. Ya si se quiere el lujo del palmito, en general vienen en la versión trozada, la que suele ser más económica. La Capital los encontró a $2.600 la lata de 500 gramos. Y donde había entero, salía $2.300 la lata de 400 gramos. La palta es otro lujo: entre 700 y 900 pesos la unidad. Las aceitunas, que también pueden usarse en ensaladas, entre $700 y $1.100 un frasco de 300 gramos.
Las frutas no se quedan atrás, sobre las que vienen ya envasadas. La manzana fue la que más variedad de precios mostró, porque podía ir de los $800 a los $1.500 el kilo; la banana rondaba entre los $900 (boliviana) y los $1.800 (ecuatoriana, cada una pesa unos 200 gramos). El damasco estaba en un supermercado a $1.800 el kilo, pero muy cerca, una verdulería vendía la bandeja de 500 gramos a $2 mil. En un súper el kilo de durazno estaba a $2.600.
La ensalada suele ser una opción para un almuerzo ligero, sobre todo en zonas céntricas donde se concentra gran parte de la actividad comercial y bancaria. Los negocios la ofrecen como una opción ya preparada, en bandejas que pueden pesar unos 400 gramos. Todas cuestan más de mil pesos, algunas hasta 1.400 y más.
Según pasan los años
Un artículo publicado por La Capital el 14 de octubre de 2020 ya daba cuenta de los precios de las verduras y frutas como un verdadero problema para los bolsillos de los rosarinos. Pero viéndolo a la distancia, resultan llamativos los montos de los que se hablaba.
En ese momento, se planteaba casi como un escándalo que el kilo de tomates estuviera, en una zona que este diario recorrió esta semana, a $160 el kilo, y en otros lugares, a $200. Claro, 15 días antes se lo encontraba a $90 .
También se hablaba de la manzana a $200 (hoy, ni una unidad cuesta eso), y de bananas a $150, siempre por kilo. Y la palta había alcanzado en ese momento un precio de hasta 100 pesos la unidad. Es decir, aumentos de entre 700 y mil por ciento en ese producto, y de 2 mil por ciento en otros.
En agosto de este año, Gustavo Suleta, referente del Mercado de Productores Rosario, contaba a La Capital que «se está consumiendo menos de todo. Y al ser productos de consumo masivo y de primera necesidad, es preocupante«. También contó que no hay verdulería que reserve cajones de mercadería, lo cual es un indicador, ya que «son los verduleros quienes miden lo que se consume».
En efecto, el consumo de frutas y verduras viene experimentando una caída sostenida, aunque se intensificó en el último año o año y medio. Los verduleros piden cada vez menos cantidad, algo que puede explicarse no solo por la disminución del consumo sino también por la remarcación de precios. Ya no es tan conveniente stockear y encontrarse después con remarcaciones irremontables.
Precios estacionales
Pero sin dudas lo que más asombra a la hora de la compra por los números desproporcionados es el tomate, que suele tener una gran variedad de precios por cuestiones estacionales y hay un épocas en que se presentan con costos muy elevados.
El tomate que se consume en las verdulerías viene principalmente de la zona de Salta y Jujuy, pero también de Buenos Aires (sobre todo de La Plata) y de Corrientes. Ocurre que este año los días de calor en el norte se retrasaron, y con ellos la cosecha. Hubo escasez y por eso se vieron los precios más altos. Algunos pronosticadores estiman que en diez días podrá empezar a aparecer el fruto a precios más razonables. Lo cierto es que a falta de producción, todos van detrás de las zonas donde está saliendo el producto en cada momento, que no da para abastecer a todo el país.
El tomate es, además, un producto que no se puede guardar. Se cultiva, se cosecha y transporta, y no es tanto lo que dura. «El tomate es lo que más varía del rubro, y es lo que más se vende, tenés tres cajones de naranja y ocho de tomate. Apenas escasea un poco, sube«, explicó a La Capital Marcelo R., un verdulero de la zona sur de Rosario, quien considera igualmente que los precios de esta semana fueron exagerados. «El viernes de la semana pasada compré un cajón a 10 mil pesos, y el lunes estaba a 30 mil. Después bajó, pero quedó entre los 18 mil y los 20 mil pesos el cajón», contó.
El comerciante explicó que el mercado «siempre se maneja de esa manera; cuando escasea la mercadería o cuando no es época de cosecha, el precio se incrementa; llueve en Tucumán, falta la papa y se disparan los costos. Había dejado de entrar tomate de Corrientes y se encarecieron, ahora volvió la provisión, puede ser que baje de nuevo. Y hay que esperar el tomate de la zona, de los campos alrededor de Rosario, y se va a regularizar más todavía».
Uno de los recursos a los que echan mano los consumidores, sobre todo con este producto, es reducir el peso de la compra o directamente llevar por unidad: una estrategia que también cuenta para productos prohibitivos, como la palta. Algunos informes que están circulando por estas horas respecto del tomate (que está caro en todo el país, aunque en Rosario mucho más que en Buenos Aires) es que en unos diez días más podría regularizarse el costo. Pero en Argentina, nunca se sabe.