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Crece en Rosario la fuga de médicos a Europa

Salarios de crisis, plazos extensos para el cobro de una prestación y largas esperas para titularizar cargos. Todo esto se ubica en un lado de la balanza de un médico recién recibido. Del otro, salarios de unos 3.500 euros al mes, recertificación inmediata del título de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y, en la era pospandemia, una demanda creciente de quienes ya están formados. Por eso, cada vez más profesionales protagonizan una fuga silenciosa del país, pero que ya se siente en los sistemas de salud públicos y privados.

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En casi un lustro, se multiplicó por tres la cantidad de médicos que deciden dar de baja su matrícula con el fin de emigrar de Rosario, preferentemente a Europa. En 2019 fueron sólo 37 los profesionales que dieron de baja a sus matrículas; en 2020 se contabilizaron 56; en en 2021 fueron 76; pero el año pasado el número ascendió a 120 matrículas. Y de enero a mayo de 2023 ya son 37.

En paralelo, se disparó otro proceso administrativo que grafica este éxodo. Se trata del pedido de certificados de ética para hacer las convalidaciones en el exterior; también este proceso habla de una aceleración notable. En los últimos 11 meses, y según datos de la segunda circunscripción del Colegio de Médicos, se solicitaron 325. De esta cantidad, en el último semestre se contabilizaron 243. Este fenómeno se da sobre un total de 13.400 profesionales matriculados en la segunda circunscripción. El fenómeno viene en alza.

“Muchos cancelaron la matrícula, dejaron de ser médicos porque se fueron al extranjero y quieren presentarse afuera. Muchos médicos jóvenes están planteando irse al exterior y con el título bajo el brazo. Se está viendo con alta frecuencia, al igual que quienes vienen a formarse y luego se van”, indicó a La Capital el vicepresidente del Colegio de Médicos de la segunda circunscripción provincial, Juan Antonio Segarra.

“Esto habla también de las condiciones de futuro de la medicina, en algunas especialidades, como pediatría y neonatología, la falta de profesionales es caótica y lo serán otras. En los exámenes de formación han quedado vacantes y no importan. Veremos qué pasa este año con los nuevos concursos”, sumó.

Pluricausal

Uno de los referentes de la Asociación de Médicos de la República Argentina (Amra) seccional Santa Fe, Pablo Crispo, también hizo una radiografía de la esta realidad. “La situación es pluricausal. La economía del país hace que los médicos que recién arrancan vean mejores opciones afuera y con un sueldo muy tentador. Se le suma la precarización laboral: a un egresado reciente se le hace complicado estar en relación de dependencia y las opciones son el Estado municipal o el provincial. En cualquiera de ambos deben pasar varios años hasta que llegue un concurso y quedar en planta. Por eso ingresan como guardia externa, como monotributistas, y pueden estar hasta seis años hasta que se produce vacante. La mayoría no quiere esto. Si se mira el sector privado, están todos precarizados; es decir que hay residentes obligados a hacer guardias y no están anotados. Y con respecto a médicos de consultorios, las obras sociales (es raro que los pacientes abonen en forma particular) pagan muy poco y con hasta seis meses de atraso. Todo ello desmotiva y más para hacer una especialidad”, diagnosticó Crispo para acotar: “Prefieren irse afuera a tener que quedarse acá”.

Según apuntó el dirigente del sindicato médico, España es un país donde hay mucha oferta para profesionales argentinos, y ocurre algo similar en Inglaterra y otros sitios de Europa. Incluso, en la misma España, los profesionales de ese país dejan sus trabajos vacantes para buscar mejores ingresos y oportunidades en otras naciones europeas y allí se produce la oportunidad para los argentinos. “De modo que resulta bastante fácil conseguir la certificación del título para ir a España y hasta incluso se puede conseguir empleo desde la Argentina. Es una tentación muy fuerte para un médico recién recibido”, concluyó.

La gente joven y de mediana edad con especialidad ve muy difícil la situación del país con remuneraciones que no están acorde a lo que cree que debe ganar un médico. “Argentina tiene los sueldos más bajos de Latinoamérica, por eso se buscan nuevos horizontes. Es un tema muy delicado porque a corto plazo vamos a tener pocos médicos para que nos atiendan”, advirtió Segarra.

Según datos de Amra, un médico recién recibido que arranca a trabajar en España puede percibir un ingreso mensual de 3.500 euros, algo imposible en la Argentina. Tanto España como Italia no exigen rendir el título, es sólo un trámite administrativo de recertificación del diploma otorgado por la UNR. “Se van los recién recibidos y los que tienen especialidad hacen guardias”, puntualizó Crispo. “Los trabajos en las guardias ya no son tan atractivos para los médicos españoles, que dejan sus lugares”, remarcó.

Para el secretario general de la Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina (Fesprosa), Jorge Yabkowski, existe una fuga de profesionales del sector público que se presentan a pocas residencias, con una migración al sector privado donde haya honorarios más elevados pero con salida de médicos que perciben aranceles bajísimos. Hay un programa alemán muy fuerte para reclutar trabajadores de la salud con ofertas muy importantes de radicación. Australia, Canadá y Nueva Zelanda también favorecen esta fuga. Tradicionalmente, buscaban especialidades como la odontología y la enfermería, pero en la pospandemia se requieren muchos kinesiólogos e intensivistas, entre otras especialidades”, comentó.

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