Macri sostuvo que el acuerdo con el FMI «es malo y no resuelve los problemas»

El ex presidente Mauricio Macri aseguró que el acuerdo alcanzado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) «es malo, no resuelve los problemas de fondo y posterga la mayoría del pago para 2023». Lo dijo en clara alusión a la «bomba» que catalogaron algunos economistas que el oficialismo podría dejar en caso de no ganar en las próximas elecciones presidenciales. En tanto, defendió el préstamo solicitado en 2018 bajo su gestión de gobierno y sostuvo que el FMI dio otra vez su apoyo frente a «gente que negaba toda realidad».

Las declaraciones del ex mandatario y responsable de la deuda de U$S 40 mil millones que el país debe acarrear durante esta gestión surgieron a colación del acuerdo alcanzado por el staff del organismo multilateral de crédito con la Argentina para refinanciar y ampliar la deuda a U$S 45 mil. Todo parece indicar que el directorio del FMI dará su aval al entendimiento alcanzado.

“Lamentablemente el acuerdo es malo, no resuelve ninguno de los problemas de fondo de la Argentina y posterga la mayoría para el 2023, como ya lo han dicho varios buenos economistas. Algunos lo han llamado «dejar para el 2023 una bomba de pesos»”, opinó Macri.

En ese sentido, sostuvo en declaraciones al programa Todo en UNO, de FM106.3 de Santa Fe, que «el FMI no es un ogro, sino que son los demás países que nos dieron un apoyo enorme en 2018 porque creían que valía la pena apoyar a Argentina en el rumbo que iba para que se sume a los países que aportan alimentos, al cuidado del medio ambiente, energía, seguridad y combate al terrorismo”.

Para el ex mandatario durante el período 2015-2019 aseguró que el FMI decidió «ayudar» al gobierno mediante el programa de facilidades extendidas acordado por el ministro de Economía, Martín Guzmán, para que el gobierno “trate de evitar, al menos, el default”. Y remarcó: “Este acuerdo trae más inflación y la inflación trae pobreza”.

“Lo que el Fondo decidió hacer frente a gente que negaba toda la realidad actual, que no estaba colaborando en nada”, cuestionó al sostener que el gobierno está en “un tremendo colapso cultural” porque “los llevó a reconocer que al chocar contra la pared necesitaron desesperadamente el apoyo del FMI para que el dólar no se fuese a las nubes y tengamos mayor cantidad de problemas”.

“No se puede gastar lo que no se tiene; no se puede hacer billetes de forma infinita y después echarle la culpa a enemigos ficticios. Ellos han tenido que reconocer lo que siempre ha sido una negación: siempre han dicho que emitir no es un problema y que no trae inflación; que gastar activa la economía; y la verdad es lo que todos sabemos es que lo hace crecer la economía es que haya inversión que dé empleo”, argumentó Macri al referirse a la impresión monetaria que inyectó el gobierno actual para sostener la económica y el empleo en plena pandemia.

En esta línea, reflexionó: “Veinte años para un país no es nada, y hace 20 años todo el Congreso prácticamente festejó de pie aplaudiendo el default. Ahora lo que se refleja en las encuestas es que el 80% de los argentinos piden que se evite el default porque nos va a traer más daño el aislamiento y caer en el lugar de incumplidores seriales. Eso es un cambio cultural fenomenal, ese entendimiento”.

“Que ya no nos corran más con que el Fondo es un cuco y la culpa es el del Fondo; la culpa es de aquellos que han gastado más de lo que tenían durante muchos años”, insistió Macri, pese a que las críticas del gobierno y la clase política actual no apuntan al FMI sino a la gestión que solicitó el crédito.

En ese sentido, ejemplificó: “Uno no hace eso en su casa, vive con el sueldo que cobra, no gasta el 50% más todos los meses porque saben que eso termina mal. ¿Por qué tenemos que tener políticos que hagan eso cada vez que van al gobierno? Además, lo hacen para llenar de amigos y parientes el Estado y acomodar y aceptar convivir con sistemas mafiosos”.

Sin dar definiciones, Macri respondió sobre una posible candidatura en 2023: “Me siento muy cómodo donde estoy, ayudando a mantener la unidad y planteando muy fuerte tema en la sociedad para que se clarifique que nosotros vamos por el cambio y también en el debate interno de para qué queremos volver”.

“Hoy creo que es mucho más importante que el quién, el para qué queremos volver, si hay realmente coherencia y cohesión en la interna de Juntos por el Cambio para emprender una agenda de cambios que requiere mucho coraje y mucha acción”, dijo el expresidente.

Ante la consulta por su rol dentro Juntos por el Cambio, aseguró trabaja mucho para que Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich “se fortalezcan en su liderazgo y le genere entusiasmo a la gente. Están muy comprometidos. Los veo bien orientados, cada uno sabiendo en qué se tiene que fortalecer”.

“Hay mucha gente que va a estar fuera del sistema en la pobreza y nosotros tenemos que generar una dinámica de cambio que les dé trabajo lo más rápido posible, entonces hace falta que todos sepamos qué es lo que hay que hacer y que lo respaldemos. Ahí me siento muy cómodo y de acá a abril del año que viene falta mucho; creo que hay que fortalecer todas estas cosas para que lleguemos a una Paso con muchos buenos candidatos en todos los niveles”, explicó. Y deslizó: “Hay muchos curas que quieren ser Papas, muchos monaguillos que quieren ser curas y así en cada lugar”.

Macri también se refirió al gobernador santafesino Omar Perotti y su gestión. «Llegó cuando yo ya me iba. Lamentablemente tenía una expectativa puesta y siento que no ha podido estar a la altura de esa expectativa que generó. El narcotráfico ha sido siempre un flagelo para los santafesinos, aunque más focalizado en Rosario». Contextualizó su mirada: «Ahí también él tiene la mala suerte de que el gobierno nacional se ha desentendido de la lucha contra el narcotráfico. Desmantelaron la subsecretaria de Lucha contra la Drogadicción, bajaron los niveles de capacitación de las fuerzas para generar agentes que estén preparados en la para la lucha contra el narcotráfico, suspendieron el patrullaje en el Paraná con las lanchas israelíes que habíamos comprado. Todo eso le jugó en contra».