Un día como hoy, Sandro, el gitano, cumpliría 76 años
El músico nació el 19 de agosto de 1945 en la localidad de Valentín Alsina. El fanatismo por Elvis Presley y su primera guitarra, momentos claves en su vida.
De los pioneros del rock en Argentina, tanto su imagen como sus canciones eran -y continúan siendo- marca registrada, pues cualquiera podía reconocer a Sandro donde sea que esté gracias a su voz tan particular. Hijo de Vicente Sánchez e Irma Nydia Ocampo, un día como hoy pero hace 76 años nacía, en Valentín Alsina, partido de Lanús, Roberto Sánchez Ocampo, quien con el tiempo se convertiría en una leyenda.
Creador de éxitos como “Tengo”, “Rosa, Rosa”, “Trigal” o “Porque yo te amo”, aún de pequeño pasó su infancia y adolescencia en su ciudad natal. Sin embargo, el barrio de Banfield tiene un gran protagonismo en la historia de Sandro, puesto que fue ahí donde se mudó cuando su carrera ya estaba bien encaminada. La casa se convirtió en lugar emblemático para la gente de la zona, y sigue siendo visitada hasta el día de hoy por las “nenas” que siguen fieles al legado del cantautor. Cada 19 de agosto las fanáticas acudían al hogar para celebrar sus cumpleaños en lo que llamaron las “batallas del 19”.
La vocación por la música viene desde la niñez, cuando imitaba a Elvis Presley y soñaba algún día llegar a tener el reconocimiento que tenía el rey del rock. Un día, ese pequeño que quería subirse a todos los escenarios para interpretar su música se convirtió en Sandro, nombre artístico que surgió debido a que era el que sus padres habían elegido para él cuando nació, pero no fue permitido anotarlo de tal manera en el registro civil.
El gitano y sus inicios
Con el tiempo, no fue sólo Sandro, sino que se valía también como Sandro de América o el “gitano”, por el que miles de mujeres morían, un verdadero galán de la época. Este apodo generó cierta polémica debido a que la historia de su familia dice que su abuelo paterno vivió parte de su vida en España y fue por él que el cantante tomó lo que supuestamente sería una parte de su sangre. Sin embargo, aún hay dudas sobre la “ascendencia gitana” que tendría Sánchez.
Lejos de pasar su adolescencia desde el banco de un colegio, a los 13 años abandonó sus estudios y comenzó a trabajar junto a su padre. Así, pasó un tiempo de su juventud como vendedor de damajuanas, repartidor en una carnicería, y otros rubros. Fueron estas labores las que lo ayudaron a adquirir su primera guitarra, la cual aprendió a tocar con el tiempo y lo acompañó en sus primeras presentaciones.
Al llegar los ‘60 formó su primera banda llamada “Trío Azul”. Uno de sus integrantes decidió alejarse por lo que se transformó en el dúo “Los Caribes”, lo que resultó en los inicios de solista de Sánchez porque quedó sólo. Luego creó “Los Caniches de Oklahoma” y más tarde “Los De Fuego”. Pasaron tres años desde sus inicios en la escena de la música y en 1963 grabó “¿A esto le llamas amor?”, seguido de otras canciones que también ha interpretado a lo largo de su carrera.
Un año después hizo su álbum debut con Los De Fuego titulado “Presentando a Sandro”, el cual sería el primero de los alrededor de 50 discos que lograría registrar durante su vida entre los que se encuentran “Sandro de América” o “Una muchacha y una guitarra”.
“Rosa, Rosa” y del vinilo al CD
En 1969 salió a la luz el hit “Rosa Rosa”, parte de “Sandro de América” que se convirtió en la canción más vendida de toda su carrera. La historia detrás de esta canción tiene diversas versiones, una de las cuales dice que surgió gracias a Rosa Díaz, empleada doméstica de la casa de uno de sus productores. Un día, Sandro entró a la cocina diciendo “Rosa Rosa, qué me preparaste”, y el tono llamó la atención del realizador, que le sugirió utilizarlo para una de sus creaciones. El cantante, sin embargo, siempre ha dicho que se trata de una semejanza entre la mujer y la flor.
Muchos de sus discos fueron grabados y salieron a la venta en formato de vinilo puesto que para aquellas épocas en las que el cantante se iniciaba en la industria aún no existían los posteriores cassettes o CDs. Sin embargo, para el año 1997 la discográfica Sony decide reunir las obras que había sacado en el ‘63 y ‘64 para relanzarlos en un formato más actual. Más tarde, comenzaron a ponerse a la venta álbumes que recopilan canciones de toda su carrera como “Mis 30 mejores canciones CD I” y la segunda parte del mismo.
De sus grandes éxitos, “Tengo” fue elegida por la revista Rolling Stone y la cadena de televisión MTV para conformar el ranking de las 100 mejores canciones del rock argentino logrando ubicarse en el número 15.
Sandro en el cine
Así como el ícono grabó decenas de discos, su fama hizo que sea convocado para realizar apariciones en el cine. Comenzó con pequeños papeles pero luego se ganó los protagónicos de películas como el primero que realizó en “Quiero llenarme de tí”. En la gran pantalla debutó en 1965 con “Convención de vagabundos” y la última producción que realizó fue “Muchas gracias maestro”, en un homenaje a Osvaldo Pugliese, en el año ‘93.
En medio de aquellos dos títulos se encuentran “Tacuara y Chamorro, pichones de hombre”, filmada en las localidades santafesinas de Coronda, Maciel y Monje, “Quiero llenarme de tí”, “La vida continúa”, “Gitano”, “Muchacho”, “Siempre te amaré”, “Embrujo de amor”, “Destino de un capricho”, “El deseo de vivir”, “Operación rosa rosa”, “Tú me enloqueces” y “Subí que te llevo”.
No te vayas todavía
Entre giras, recitales y muchos compromisos, en el año ‘98 se conoce la noticia de que el cantante estaba sufriendo una enfermedad causada por su fuerte adicción al tabaco que resultó en un enfisema pulmonar crónico. Esto afectó directamente su fuente de aire, la cual es una de las bases para que pueda desarrollar su labor como músico, pues su voz era su herramienta de trabajo. Esto lo obligó a suspender funciones debido a breves internaciones, pero se recuperó para volver a las pistas. Así entre 2003 y 2007 generó más material para que sus nenas puedan seguir deleitándose con la voz de su tan amado gitano.
Sandro llegó a llevar a cabo espectáculos con asistencia de oxígeno, de la cual se nutría para poder desarrollar las actuaciones. En ocasiones realizó sus performances de dicha manera, hasta 2004 cuando giró con “La profecía”, no obstante la afección avanzaba poco a poco, alcanzando tomar gran parte de sus pulmones. La única solución que el equipo médico que lo trataba encontró como posible era un trasplante, por lo que fue puesto en lista de espera.
Entonces, el 20 de noviembre del 2009 en la ciudad de Mendoza fue intervenido y sometido a un doble trasplante de pulmón y corazón. Con un resultado exitoso, todos estaban contentos porque iba a haber Sandro para rato, al menos unos 10 años más, expectativa de vida que dieron los doctores. La evolución de su cuadro llevaría tiempo, pero en cuestión de días ya estaría recuperado, pero la aparición de una bacteria que no había sido identificada volvió a llevar al músico a terapia intensiva y nuevamente al quirófano.
Los últimos días del gitano
Para la tranquilidad de su familia y sus fans, todo volvió a salir bien. La Navidad del 2009 lo encontró hospitalizado pero con una buena evolución. No obstante, tras pasar 45 días internado, su cuerpo no resistió y el lunes 4 de enero de 2010, a los 64 años, su corazón dejó de latir a causa de un shock séptico. La noticia conmovió a todo el país y al día siguiente el Congreso Nacional estaba rodeado por multitudes que se acercaban para despedir al músico, cuyos restos estaban siendo velados en el edificio.
Cuando hubiera cumplido 75 años, en el año 2020, se publicó “No te vayas todavía” una canción compuesta por Sandro que nunca antes había sido incluida en un disco. Al día de hoy, a casi 12 años de la partida del astro, los homenajes no han cesado y hace apenas unas semanas Sony realizó un lanzamiento inesperado con “Tengo una historia así”, álbum que reúne piezas inéditas del cantante, que habían sido grabadas desde su casa de Banfield pero habían quedado archivadas. “Un hallazgo en todo sentido”, dijo la productora que a pocos días del que sería su septuagésimo cumpleaños se animó a recordarlo de esta manera.