Golf en el Bosque de los Constituyentes: un proyecto inclusivo que divide opiniones
Lo que comenzó como una iniciativa barrial dentro del programa de Intervención Barrial Focalizada (IBF) en Stella Maris y La Bombacha, hoy se ha convertido en un tema de debate en Rosario. Un grupo de vecinos de estos barrios del extremo oeste propuso la creación de una cancha de golf en un sector del Bosque de los Constituyentes. La idea nació del propio tejido social: familias cuyos miembros han trabajado como caddies o han tenido contacto con este deporte elitista y que ahora buscan un espacio donde practicarlo sin barreras económicas.
El pedido sorprendió a las autoridades y generó una ola de opiniones contrapuestas. Mientras que algunos lo ven como un símbolo de integración e inclusión social, otros, como ambientalistas y sectores de la oposición, lo consideran un atentado contra una reserva natural.
Un deporte con historia en el barrio
El secretario de Gobierno Municipal, Sebastián Chale, enfatizó que la iniciativa no es ajena a la identidad del barrio:
«Hay una larga tradición de jugadores, caddies, hijos y familias que conocen el golf. En muchas casas hay palos de golf, y de hecho, en esta parte del Bosque de los Constituyentes ya hay una cancha improvisada, marcada con botellas de plástico. El proyecto no transforma el espacio, sino que lo revaloriza como parque público. Contamos con el apoyo del Rosario Golf Club y la participación de Ricardo González, un referente mundial del deporte.»
Ricardo González, golfista rosarino con títulos internacionales, se sumó a la propuesta respaldando la creación de un espacio formal donde los vecinos puedan practicar sin restricciones económicas.
La cancha y su impacto ambiental
El Bosque de los Constituyentes, una reserva natural de 300 hectáreas en el noroeste de Rosario, limita con el arroyo Ludueña y alberga más de 40.000 árboles y una pequeña laguna artificial. La propuesta plantea destinar solo un 1% del bosque para una cancha de nueve hoyos, sin afectar árboles ni modificar la flora existente.
«No se toca un árbol, solo se mantendrá el césped más corto en una pequeña área, con hoyos de 10 centímetros en la tierra. Es un pedido genuino de los vecinos que encontraron en el golf una actividad para integrar a los jóvenes y alejarlos de otras problemáticas», explicó Carolina Labayru, secretaria de Cercanía y Gestión Ciudadana.
El proyecto cuenta con el apoyo del Rosario Golf Club, la Fundación Rosario y un merendero barrial. Para muchos, representa la oportunidad de transformar el espacio en un ámbito de desarrollo deportivo para sectores históricamente excluidos del golf.
Ambientalistas y oposición en pie de guerra
Pero no todos comparten el entusiasmo. Diversas organizaciones ambientalistas han manifestado su rechazo, advirtiendo que el bosque es un área protegida y que su propósito es conservar la biodiversidad, no ceder terreno para proyectos deportivos.
El concejal Juan Monteverde (Ciudad Futura) criticó duramente la iniciativa:
«El Concejo aprobó un plan de manejo para proteger el bosque, no para esto. No me extraña que ahora se habilite semejante delirio.»
Por su parte, el ambientalista César Massi recordó luchas pasadas contra iniciativas similares:
«En 2015 frenamos una cancha de golf en la Reserva de Villa Gobernador Gálvez, donde desmontaron cuatro hectáreas en silencio. Diez años después, el mismo verso. ¿Vamos a entregar tres sectores del Bosque de los Constituyentes para un golf público?»
La cuenta de X Protegiendo Árboles Rosario también expresó su preocupación:
«El bosque es área protegida y reserva. Fisherton ya cuenta con dos importantes clubes de golf, no hace falta uno más.»
¿Deporte o preservación? El dilema sigue abierto
El debate está instalado. Para algunos, el proyecto es una forma de democratizar un deporte históricamente inaccesible para los sectores populares. Para otros, representa una amenaza a un ecosistema que ya ha cedido terreno en el pasado para actividades como equinoterapia o la ampliación del autódromo Juan Manuel Fangio.
Las reuniones vecinales continúan, con Ricardo González como principal embajador de la propuesta. ¿Podrá el golf encontrar su lugar en el Bosque de los Constituyentes sin alterar su equilibrio ambiental? La respuesta aún está por verse.
Palabras clave: vGolf en el Bosque de los Constituyentes: un proyecto inclusivo que divide opiniones
Lo que comenzó como una iniciativa barrial dentro del programa de Intervención Barrial Focalizada (IBF) en Stella Maris y La Bombacha, hoy se ha convertido en un tema de debate en Rosario. Un grupo de vecinos de estos barrios del extremo oeste propuso la creación de una cancha de golf en un sector del Bosque de los Constituyentes. La idea nació del propio tejido social: familias cuyos miembros han trabajado como caddies o han tenido contacto con este deporte elitista y que ahora buscan un espacio donde practicarlo sin barreras económicas.
El pedido sorprendió a las autoridades y generó una ola de opiniones contrapuestas. Mientras que algunos lo ven como un símbolo de integración e inclusión social, otros, como ambientalistas y sectores de la oposición, lo consideran un atentado contra una reserva natural.
Un deporte con historia en el barrio
El secretario de Gobierno Municipal, Sebastián Chale, enfatizó que la iniciativa no es ajena a la identidad del barrio:
«Hay una larga tradición de jugadores, caddies, hijos y familias que conocen el golf. En muchas casas hay palos de golf, y de hecho, en esta parte del Bosque de los Constituyentes ya hay una cancha improvisada, marcada con botellas de plástico. El proyecto no transforma el espacio, sino que lo revaloriza como parque público. Contamos con el apoyo del Rosario Golf Club y la participación de Ricardo González, un referente mundial del deporte.»
Ricardo González, golfista rosarino con títulos internacionales, se sumó a la propuesta respaldando la creación de un espacio formal donde los vecinos puedan practicar sin restricciones económicas.
La cancha y su impacto ambiental
El Bosque de los Constituyentes, una reserva natural de 300 hectáreas en el noroeste de Rosario, limita con el arroyo Ludueña y alberga más de 40.000 árboles y una pequeña laguna artificial. La propuesta plantea destinar solo un 1% del bosque para una cancha de nueve hoyos, sin afectar árboles ni modificar la flora existente.
«No se toca un árbol, solo se mantendrá el césped más corto en una pequeña área, con hoyos de 10 centímetros en la tierra. Es un pedido genuino de los vecinos que encontraron en el golf una actividad para integrar a los jóvenes y alejarlos de otras problemáticas», explicó Carolina Labayru, secretaria de Cercanía y Gestión Ciudadana.
El proyecto cuenta con el apoyo del Rosario Golf Club, la Fundación Rosario y un merendero barrial. Para muchos, representa la oportunidad de transformar el espacio en un ámbito de desarrollo deportivo para sectores históricamente excluidos del golf.
Ambientalistas y oposición en pie de guerra
Pero no todos comparten el entusiasmo. Diversas organizaciones ambientalistas han manifestado su rechazo, advirtiendo que el bosque es un área protegida y que su propósito es conservar la biodiversidad, no ceder terreno para proyectos deportivos.
El concejal Juan Monteverde (Ciudad Futura) criticó duramente la iniciativa:
«El Concejo aprobó un plan de manejo para proteger el bosque, no para esto. No me extraña que ahora se habilite semejante delirio.»
Por su parte, el ambientalista César Massi recordó luchas pasadas contra iniciativas similares:
«En 2015 frenamos una cancha de golf en la Reserva de Villa Gobernador Gálvez, donde desmontaron cuatro hectáreas en silencio. Diez años después, el mismo verso. ¿Vamos a entregar tres sectores del Bosque de los Constituyentes para un golf público?»
La cuenta de X Protegiendo Árboles Rosario también expresó su preocupación:
«El bosque es área protegida y reserva. Fisherton ya cuenta con dos importantes clubes de golf, no hace falta uno más.»
¿Deporte o preservación? El dilema sigue abierto
El debate está instalado. Para algunos, el proyecto es una forma de democratizar un deporte históricamente inaccesible para los sectores populares. Para otros, representa una amenaza a un ecosistema que ya ha cedido terreno en el pasado para actividades como equinoterapia o la ampliación del autódromo Juan Manuel Fangio.
Las reuniones vecinales continúan, con Ricardo González como principal embajador de la propuesta. ¿Podrá el golf encontrar su lugar en el Bosque de los Constituyentes sin alterar su equilibrio ambiental? La respuesta aún está por verse.