Adiós a Roberto Giordano, el peluquero de las estrellas y el rey del glamour de los 90
El mundo de la moda y la farándula despide con pesar a Roberto Giordano, el icónico estilista argentino que marcó una época con su talento y carisma. Giordano fallece a los 75 años en el Sanatorio Mater Dei de Palermo, Buenos Aires, mientras se sometía a una cirugía para el recambio de un marcapasos. Su partida deja un vacío en el mundo del glamour, donde se destacó como un verdadero referente en los años dorados de los 90.
El hombre detrás de las tijeras y el glamour
Roberto Giordano no solo fue un peluquero, sino un fenómeno cultural. Con tijeras en mano y una visión vanguardista, peinó a figuras icónicas como Valeria Mazza, Pampita, Nicole Neumann, y Andrea Frigerio, entre otras. Sus desfiles de moda eran un espectáculo imperdible del verano, especialmente en Punta del Este, Mar del Plata y Pinamar, atrayendo a personalidades internacionales como Alain Delon, Sofía Loren y Jean Claude Van Damme.
En los 90, Giordano consolidó su imperio con una red de franquicias en Argentina y el exterior, posicionándose como uno de los empresarios más exitosos de la industria de la belleza. Sin embargo, su trayectoria no estuvo exenta de altibajos, con una caída estrepitosa que marcó el ocaso de su carrera.
Últimos años: un nuevo capítulo en Uruguay
En sus últimos años, Roberto encontró un remanso en Montevideo, Uruguay, donde vivía junto a su esposa Silvia, su hijo Luciano y sus nietas Pía y Laura. Desde allí, dictaba clases de peluquería a través de Zoom, colaboraba en comedores comunitarios y disfrutaba de una vida más tranquila, lejos del bullicio mediático que alguna vez lo envolvió.
Fanático de Boca Juniors, se sentía plenamente integrado en la vida uruguaya y agradecido por el cariño del público. «No extraño mi vida pasada ni los grandes desfiles», confesaba en entrevistas, aunque su legado seguía vivo en los recuerdos de quienes lo admiraban.
El imperio que sucumbió al peso de las deudas
A pesar de su éxito inicial, la vida empresarial de Giordano enfrentó serios desafíos. En 2009, su empresa fue declarada en quiebra tras ser demandada por múltiples acreedores, incluida la AFIP y sindicatos del sector. Este fue un golpe devastador para el estilista, que había expandido su marca a través de un sistema de franquicias innovador.
El declive comenzó años antes, en 2002, cuando sus peluquerías fueron allanadas en el marco de una investigación por presunta evasión impositiva y facturación en negro. Este escándalo dañó su imagen pública y marcó el principio del fin para el «peluquero de las estrellas».
En mayo de este año, Giordano fue condenado a tres años de prisión por insolvencia fraudulenta tras declararse culpable en un juicio abreviado. La causa incluyó pruebas contundentes que evidenciaron maniobras para ocultar bienes a la justicia. Esta condena fue el último capítulo de una carrera que transitó entre el esplendor y la controversia.
Un legado indeleble
A pesar de las adversidades, Roberto Giordano será recordado como el hombre que transformó el mundo de la peluquería y lo elevó al espectáculo. Sus desfiles, su estilo único y su carisma lo convirtieron en un ícono de la moda y la cultura popular en Argentina y más allá.
El «rey del glamour» ya no está, pero su huella permanece en cada desfile, en cada corte impecable y en cada historia que inspiró a generaciones de estilistas y amantes de la moda.
