Israel lanza operación limitada contra Hezbolá en el sur de Líbano
El ejército de Israel inició una operación “limitada y focalizada” en el sur de Líbano, abriendo un nuevo frente en su conflicto contra Hezbolá, el grupo político-paramilitar libanés respaldado por Irán. Las fuerzas armadas israelíes confirmaron los ataques contra objetivos de Hezbolá ubicados cerca de la frontera, una zona crítica donde las tensiones han crecido en las últimas semanas.
Ataques focalizados para neutralizar amenazas cercanas a la frontera
En un comunicado oficial, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaron que lanzaron una serie de operativos terrestres apoyados por artillería y la fuerza aérea, con el objetivo de destruir blancos específicos que representan una amenaza directa para las comunidades israelíes del norte del país. La operación fue aprobada por la cúpula política israelí horas antes de su ejecución, dando luz verde a una nueva fase en el conflicto con Hezbolá.
Aunque las FDI no precisaron la duración de la operación, el enfoque parece estar centrado en desmantelar la infraestructura militar de Hezbolá cercana a la frontera, evitando así que el grupo lance más ataques contra Israel.
Un conflicto que se intensifica: de Gaza al sur de Líbano
La incursión en el sur del Líbano se produce en un contexto de hostilidades que han aumentado considerablemente desde el inicio de la guerra en la Franja de Gaza. Desde entonces, Israel y Hezbolá han intercambiado ataques casi a diario, lo que ha obligado a decenas de miles de personas en ambos países a abandonar sus hogares.
El lunes, Israel ya había comenzado operativos de menor escala en la frontera norte, lo que indicaba que el conflicto se estaba expandiendo. Las autoridades estadounidenses confirmaron que Israel les notificó sobre estos movimientos militares, describiéndolos como “operaciones limitadas enfocadas en la infraestructura de Hezbolá”. Estos operativos forman parte de una estrategia más amplia para garantizar la seguridad de las comunidades israelíes en el norte, muchas de las cuales han sido evacuadas.
Consecuencias de los ataques en Líbano
El sonido de los ataques aéreos israelíes resonó en diferentes partes de Beirut, y se observaron columnas de humo en los suburbios del sur de la capital libanesa, una zona conocida por ser un bastión de Hezbolá. Estos ataques se realizaron poco después de que Israel ordenara la evacuación de los residentes de varios edificios en esas áreas.
A pesar de la intensidad de los ataques, no se ha informado de enfrentamientos directos entre soldados israelíes y combatientes de Hezbolá, aunque el recuerdo del último combate terrestre entre ambos, en 2006, sigue presente en la memoria de la región.
Hezbolá mantiene su promesa de lucha a pesar de las pérdidas
El líder interino de Hezbolá, Naim Kassem, reafirmó el lunes que el grupo seguirá luchando contra Israel, incluso tras la reciente muerte de Hassan Nasrallah, líder histórico de la organización, y otros altos mandos en ataques israelíes. Kassem aseguró que los comandantes abatidos ya han sido reemplazados y que la lucha continuará hasta lograr un cese al fuego en Gaza.
Hezbolá ha intensificado el lanzamiento de cohetes hacia el norte de Israel en represalia por los bombardeos israelíes, prometiendo que no detendrán sus ataques hasta que las condiciones cambien en Gaza. Esta postura pone en evidencia la creciente complejidad del conflicto, que ahora involucra varios frentes simultáneamente.
Un conflicto sin resolución inmediata a la vista
Con este nuevo frente abierto en el sur de Líbano, la guerra de Israel contra Hezbolá se intensifica, sumándose al conflicto en la Franja de Gaza. Mientras las Fuerzas de Defensa de Israel mantienen su ofensiva para neutralizar las amenazas en el norte, Hezbolá muestra su determinación de continuar luchando.
Las próximas horas y días serán decisivos para ver cómo evoluciona la situación en el sur de Líbano y si este nuevo frente se expande o se mantiene como una serie de ataques focalizados. En cualquier caso, el impacto humanitario en ambos lados de la frontera sigue creciendo, con miles de familias desplazadas y una sensación de incertidumbre que domina la región.
