Javier Milei: Cien Días de Controversia y Desafíos Políticos
Javier Milei ha superado la barrera de los cien días en un período vertiginoso que ha reafirmado su papel central en un sistema político fragmentado. Sin embargo, también ha expuesto los límites y riesgos de su estilo de ejercicio del poder.
Desde el principio, Milei ha enfatizado que no es un político convencional, tanto en sus formas como en su contenido. Desde su juramento, breve como un video de TikTok, ha hablado directamente a la gente, destacando escenas de populismo explícito para anunciar su visión de una transformación radical. Sin embargo, su método de confrontación ha generado críticas y cuestionamientos sobre su visión democrática y republicana de gobierno.
Milei ha demostrado estar más preocupado por las métricas de las redes sociales que por los votos en el Congreso, lo que ha llevado a ceder en sus principales iniciativas legislativas a cambio de exponer a lo que él llama «la casta». Este enfoque ha sido criticado como ingenuo y antidemocrático, al centrar el protagonismo exclusivamente en la figura presidencial.
A pesar de la licuación de los salarios y jubilaciones, Milei ha mantenido niveles de aprobación cercanos al 50%, desafiando las teorías convencionales sobre la relación entre desempeño económico y apoyo político. Mientras algunos anticipan que la inflación erosionará su popularidad, otros creen que puede desvincularse de los resultados económicos y sobrevivir mediante el relato y medidas simbólicas.
Su agenda incluye resetear tanto la economía como la política, con medidas como el Pacto de Mayo. Sin embargo, su éxito dependerá de que la actividad económica se recupere de manera rápida y visible, y de mantener el apoyo de sus aliados políticos frente a su estilo confrontativo y su falta de experiencia en gestión estatal.
A pesar de la resistencia de la clase política y el peronismo en particular, Milei cuenta con el favor de la opinión pública, aunque su estilo sobrador y su enfoque en el déficit cero podrían generar eventos críticos para su gobierno en la próxima etapa, una vez superados los cien días de prueba.