Impacto en Venado Tuerto tras Devaluación: Colas en Carnicerías y Incertidumbre en Comercios
En el amanecer de Venado Tuerto se percibió una atmósfera inusual, marcada por la sensación de distanciamiento. Por un lado, se observó una parálisis generalizada en la mayoría de los negocios, especialmente aquellos que comercializan carne. Por otro lado, se formaron colas interminables en lugares como la boca de expendio del frigorífico Swift, ubicada a varios kilómetros del centro urbano, donde la demanda de productos cárnicos fue notable.
El panorama incierto en la «Esmeralda del Sur» se atribuye a la devaluación anunciada por el gobierno de Javier Milei, generando consecuencias que se reflejaron en la modificación repentina de los precios. Muchos comercios, especialmente los dedicados a la venta de carne, retiraron los carteles de ofertas que mostraban sus productos. Vacunos y pollos exhibieron precios sobreimpresos que, apenas 24 horas antes, eran un 45% más bajos. Esta variación se reflejó en la afluencia de clientes, que, en comparación con días anteriores, se redujo drásticamente.
El frigorífico Swift, situado en la ruta 33, experimentó una afluencia masiva de personas desde las primeras horas del miércoles, buscando acceder a carne que en algún momento formaba parte de los Precios Cuidados. A pesar de la ausencia de ese beneficio, los precios en este lugar resultaron ser más económicos que en otros puntos de la ciudad, motivando a la población a acudir en busca de ahorros significativos.
Para Marta, residente del barrio Alejandro Gutiérrez, el esfuerzo valió la pena, ya que los precios en el frigorífico Swift le permitieron ahorrar dinero y abastecerse de mercadería para las próximas semanas, especialmente para las fiestas de Navidad y fin de año.
En el centro de la ciudad, la incertidumbre se apoderó del escenario, ya que no había carteles anunciando las ofertas que eran comunes en días anteriores. Un carnicero, en un comentario fuera de registro, señaló las dificultades para mantener abierto su negocio debido a la falta de referencias sobre los precios, aunque destacó la importancia de atender a los clientes habituales.
En cuanto al pollo, los precios de las ofertas, como los tres kilos de pata muslo por alrededor de 3 mil pesos, experimentaron cambios significativos. Carteles desaparecieron y, en algunos casos, los tres kilos superaron los 4 mil pesos, generando desconcierto entre los consumidores que ya no contaban con las antiguas «ofertas».
Javier, responsable de una carnicería céntrica, expresó la dificultad de fijar precios debido a los constantes aumentos. La falta de referencias desde el anuncio del ministro Caputo se tradujo en la disminución de la afluencia de clientes, generando preocupación y temor en el sector comercial. Incluso los clientes que ingresaron manifestaron sentir angustia ante la situación actual.