Más de 700 Víctimas en Israel en Medio de la Crisis con Hamás: Temor por los Civiles Secuestrados y Desaparecidos
La situación en Israel se torna cada vez más sombría a medida que la cifra de víctimas continúa en aumento desde que Hamás lanzara una invasión sorpresa en las primeras horas del sábado contra las comunidades del sur de Israel. Según nuevas estimaciones oficiales, más de 700 israelíes han perdido la vida en las últimas 24 horas, abarcando a civiles, agentes de policía y militares. Entre las tragedias más devastadoras se encuentran las muertes de aproximadamente 250 jóvenes que celebraban una fiesta en el desierto. Hamás, por su parte, continúa lanzando cohetes hacia las ciudades de Israel, mientras que los bombardeos israelíes sobre la ciudad de Gaza ya han dejado al menos 413 muertos.
La sociedad israelí se encuentra profundamente conmocionada por la gran cantidad de civiles asesinados en las calles y en sus hogares, así como por el secuestro de alrededor de un centenar de civiles por parte de Hamás. Este último asunto ha emergido como un tema central de preocupación en Israel, ya que el recuerdo de un soldado secuestrado en el pasado a cambio de la liberación de más de mil prisioneros pesa sobre el país y fortalece a los grupos terroristas palestinos.
Según informes no oficiales, aproximadamente 300 israelíes figuran como desaparecidos desde el inicio del ataque desde la Franja de Gaza, lo que ha llevado a las familias de los secuestrados y desaparecidos a organizarse y exigir acciones inmediatas por parte del gobierno. La presión sobre el gobierno aumenta a medida que pasa el tiempo.
En medio de la crisis, el presidente de Israel, Isaac Herzog, declaró: «Estamos en una guerra difícil que un enemigo cruel ha declarado. Nos esperan días difíciles. Necesitamos unirnos contra un enemigo común y actuar como uno solo: pueblo, Knesset (Parlamento) y gobierno de emergencia». Herzog también subrayó que Hamás es parte de un «eje del mal», cuya base se encuentra en Irán, y que la tecnología y precisión de los cohetes lanzados por Hamás son notoriamente avanzados, lo que plantea interrogantes sobre su origen.
Hamás eligió un momento estratégico para su agresión, aprovechando la división política en Israel y sorprendiendo a más de 10 mil reservistas del ejército que estaban en huelga en protesta contra reformas judiciales. Ante la emergencia, Benny Gantz, líder del grupo opositor State Camp, manifestó su disposición a unirse a un gobierno de unidad nacional bajo el liderazgo de Benjamin Netanyahu.
En medio de la crisis, más de 80 naciones condenaron el ataque de Hamás y respaldaron el derecho de Israel a la autodefensa. Argentina fue uno de los países que expresó su apoyo, con una firme declaración del presidente Alberto Fernández. El canciller de Israel, Eli Cohen, mantuvo conversaciones con sus homólogos de 17 estados y trabajó en la repatriación de ciudadanos israelíes que desean regresar a su país.
A medida que continúa el conflicto, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaron que han destruido más de 5.000 objetivos en la Franja de Gaza y que algunos terroristas de Hamás aún se encuentran en territorio israelí, habiendo muerto algunos de ellos en intentos de regresar a Gaza. Las operaciones terrestres a gran escala parecen estar en preparación, con la movilización de reservistas y la concentración de tanques y vehículos blindados en la frontera con Gaza.
La violencia también se ha extendido a Cisjordania, y el grupo islamista Hezbolá en Líbano ha lanzado morteros, aunque por el momento parece que no está dispuesto a unirse al conflicto. La incertidumbre persiste mientras Israel y Hamás continúan en un conflicto con un desenlace incierto.
