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La noche mágica de Maxi, con Messi y una fiesta colosal

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La noche soñada. La velada ideal. La llegada a la tierra prometida. El Coloso vivió una fiesta fabulosa, inolvidable, fantástica. Hubo emoción, pasión, felicidad, alegría, música, sentimiento, fiesta y carnaval. Así fue el sensacional homenaje a Maximiliano Rodríguez, un megaevento impactante, conmovedor, extraordinario, galáctico, a corazón abierto. Un verdadero show que entró en la historia grande de la ciudad, en cuanto a la constelación de estrellas que convocó MR11, sin dudas ya graduado como jugador del pueblo leproso y también ciudadano ilustre de Rosario.

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La Fiera reunió en su jungla del Parque a las máximas “bestias” del fútbol y el público de Newell’s enloquecido disfrutó con algarabía, ovaciones y por supuesto con lágrimas de gratitud hacia el ídolo eterno. Maxi fue un anfitrión de lujo, con la humildad de los grandes y con el sentimiento siempre a flor de piel. Y por ello también recibió la compañía y el cariño de todos sus amigos, además del honor de la presencia del mejor jugador y campeón del mundo en Qatar 2022: Lionel Messi. Maxi vivió la noche de los sueños y el pueblo rojinegro explotó de felicidad.

Fue una constelación de estrellas en el firmamento de un Coloso repleto y exultante. Y con Maxi como maestro de ceremonias. Emocionado hasta las lágrimas, MR11 fue el último en saltar a la cancha antes del partido, luego de la galería de figuras que lo antecedió mimados por el delirio popular.

La Fiera, con la voz casi quebrada, lanzó: “Gracias a todos a los que me brindan este regalo, es una noche inolvidable para mí y para todos ustedes. Gracias a todo el pueblo leproso y a todos los que aman al fútbol”.

Claro que el Coloso era como una especie de nave espacial que había viajado al paraíso. Porque todo era un mundo maravilloso, un cuento fantástico, del que nadie se quería despertar. Sin dudas que cuando en las pantallas del estadio se enfocó el vestuario antes del inicio del juego y se distinguió a la figura de Messi todo se embelleció aún más. Y el sueño se hizo realidad. La fiesta era completa. Messi le puso el broche de oro a la velada. El griterío y las lágrimas en los ojos invadieron a todos los presentes. Es que la leyenda del fútbol argentino estaba en su primera casa: el Parque.

En este contexto de profunda emoción se desarrolló el partido tributo. Y todo siempre con la música de fondo de la canción que fue el hit de la noche: “Mire, mire, que locura, mire, mire que emoción, ese es el famoso Maxi que volvió a la lepra que para ser campeón”. Ese fue el himno oficial de un evento que ya entró en la historia leprosa y del fútbol argentino en cuanto a homenajes.

Maxi se divierte desbordando. a Burdisso.

Maxi se divierte desbordando. a Burdisso.

Y claro que como siempre el partido en estos casos es una mera excusa. Porque el foco estaba en aplaudir y ovacionar a los ídolos que alguna vez hicieron emocionar a los hinchas.

Y así la alegría inconmensurable fue por ver a las glorias, donde entre los más aplaudidos estuvieron Gabriel Batistuta, el Burrito Ortega, Mauro Formica, Justo Villar, el Gringo Heinze, Ricardo Giusti, Mauro Formica, Mario Zanabria, Diego Mateo y el Toto Berizzo, entre otros.

Por supuesto que el Tata Martino fue recibido con honores por el pueblo leproso y el DT José Pekerman también fue foco de una gran ovación. Y otra invitada que tuvo el cariño de la gente fue Luciana Aymar, además de Soledad Pastorutti que cantó el himno en la previa.

Lionel Messi y Maxi Rodríguez compartieron un tiempo con la camiseta de la selección argentina.

Lionel Messi y Maxi Rodríguez compartieron un tiempo con la camiseta de la selección argentina.

Y uno de los momentos más emotivos del encuentro fue la presencia de los recientes campeones del mundo: el DT Lionel Scaloni, Angel Di María y Leandro Paredes. Además de Leo Messi, claro está.

Y fue un ejemplo de convivencia la ovación que recibió Angelito de la parte de las cuatro tribunas del Coloso: “Fideo, Fideo”, coreó la multitud. Y el campeón del mundo levantó los brazos con una sonrisa. Esta es la forma y la manera de que el fútbol y la ciudad puedan crecer aún más.

El presidente de la AFA, Claudio Tapia; el titular de Newell’s, Ignacio Astore; y el mandamás de la Conmebol, Alejandro Domínguez, fueron las máximas autoridades presentes.

La pelota comenzó a rodar y enseguida el mejor del mundo, el rey Leo, hizo de las suyas. Clavó un notable tiro libre en el arco del hipódromo. Golazo y ovación generalizada. “Y ya lo ve, y ya lo ve, esta es tu casa, podés volver”, le cantó el pueblo leproso a su adorado Lionel.

Messi hizo tres goles en la etapa inicial para Argentina, donde jugó con la Fiera y Di María. Y claro que Maxi anotó con las dos camisetas, ya que en el segundo tiempo se puso la leprosa, la de su corazón.

En el entretiempo se expuso la camiseta de Newell’s presentada como “la más grande del mundo”, de más de 20 metros.

Ya en el complemento habría más emociones. Porque ingresaron las hijas de Maxi, Alma y Aitana y todo fue más emocionante todavía. Una fiesta insuperable.

Maxi Rodríguez, con la camiseta que usó Diego cuando jugó en Newell

Maxi Rodríguez, con la camiseta que usó Diego cuando jugó en Newell’s.

Además, el nieto Maradona e hijo del Kun Agüero, Benjamín, le entregó a Maxi una camiseta que usó el gran Diego en su paso por Newell’s. Incluso estuvo Claudia Villafañe, exesposa del diez eterno.

Y terminó el partido con un anecdótico 7 a 6 a favor de Newell’s. Fue el final de una noche, pero el inicio de lo que la leyenda contará como el día en el que se despidió Maxi y que tuvo fenómenos en la cancha, entre ellos, Lionel Messi.

“Esto es una película y este recuerdo me lo llevo en el corazón para siempre. Estoy súper agradecido. A las 40 mil almas que vinieron y respetaron a Fideo y el Pocho Lavezzi. Gracias a todos por pasar una noche inolvidable”, dijo Maxi emocionado en el cierre del evento.

Y se guardó otra frase: «Agradezco a Leo Messi que en día de su cumpleaños vino hasta acá. Es una locura, amigos así es lindo tener en la vida”.

Todo terminó con el llanto final de la Fiera y los fuegos artificiales, que le pusieron el cierre a una de las noches más emotivas en lo deportivo en la historia de Newell’s y de la ciudad de Rosario toda. Gracias Fiera. Hasta siempre.

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