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Fiesta de gala de Leo y Angelito rumbo a Qatar

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Fue la fiesta de Lionel Messi y Angelito Di María. Argentina tuvo su gala de despedida ante su público antes de ir por todo al Mundial en noviembre. Para cumplir con el fixture de las eliminatorias recibió a Venezuela en la Bombonera y se despechó con una goleada previsible. El campeón de América, sin brillar, fue de menos a más y mostró sus garras. Le alcanzó con un Messi activo para dominar las acciones de principio a fin y con un Di María iluminado cuando ingresó. Así el equipo de Scaloni llegó un invicto de 30 partidos tras vencer a la vinotinto por 3 a 0, con goles de Nicolás González, Fideo y Leo. Los rosarinos fueron otra vez los abanderados de la selección y los máximos artífices de la ilusión de ir por la gloria a Qatar. La despedida de los jugadores saludando a los hinchas fue conmovedora.

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El primer tiempo, como era previsible, comenzó más como un amistoso que como un duelo por eliminatorias. Es que los dos equipo ya no jugaban por cumplir un objetivo trascendente. Argentina ya está adentro de Qatar y Venezuela fuera de carrera. Por ello al partido le costó ganar el ritmo, la intensidad y la dinámica de los encuentros en los que los puntos importan. De entrada fue un “ensayo” con público, con la albiceleste tomando la iniciativa y manejando la pelota. Y con la visita tratando de ser prolija, sin encajonarse demasiado atrás.

En este formato de partido “vegano” Messi siempre fue el que sacudió la modorra. Cada vez que la pelota pasó por sus pies hubo pimienta y peligro en los metros finales, pero el rosarino no tuvo socios iluminados en la media hora inicial.

Leo con algunas apariciones le movió la estantería a Venezuela, pero siempre surgió una camiseta vinotinto para taparle el remate.

Hasta que a los 35 minutos al fin se desató la madeja venezolana. Centro de De Paul y Nico González corrigió al gol abajo del arco. Explotó la Bombonera y Argentina se puso arriba en el marcador, con absoluta justicia, pero sin tener una actuación descollante en lo colectivo. Claro que Messi estuvo muy activo y fue por lejos lo mejor de la cancha en ese lapso. Antes del cierre de la etapa se comió el empate Josef Martínez.

En el complemento el trámite fue similar. Siempre con Messi como el que rompía el molde en cada arranque. Pero otra vez contestó la visita con Josef Martínez con una entrada libre en el área que pudo ser la igualdad. Después falló un tiro frontal al arco Alexis Mac Allister para la albiceleste.

Entraron los “ángeles” rosarinos Correa y Di María en busca de mayor movilidad ofensiva, en un equipo al que le faltaba explosión y sorpresa. Siempre ayer jugando sin un nueve definido.

Messi buscó su gol con un par de tiros libres. No se le daba. Pero resolvió todo el héroe del Maracaná, porque Di María anotó otro golazo como en la final de Río ante Brasil. Fideo picó al vacío, controló la pelota y definió picando la pelota como en el potrero de su barrio.

Y después Di María le cedió el tercer grito a Messi. Centro justo de Angelito, la bajó Leo y mordió el tiro de derecha, que igual se coló en el arco del Riachuelo. Alarido de guerra en la Bombonera para celebrar el gol de la Pulga, hoy el máximo jugador del pueblo argentino sin ninguna duda. Fue 3 a 0 y a soñar.

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