Ricardo Montaner celebra 64 años: una vida de música, éxitos, religión y familia
Nació en Argentina un día como hoy pero vivió toda su vida en Venezuela. Es padre de cinco hijos, a quienes les legó el amor por la música. El concurso La Voz le dio una nueva ola de fama
Héctor Eduardo Reglero es un argentino nacido el 8 de septiembre de 1957 en Valentín Alsina, provincia de Buenos Aires. Ricardo Montaner es venezolano, ya que adoptó esa nacionalidad por el lugar que lo vio crecer. Héctor y Ricardo en realidad son la misma persona. Uno de los músicos más reconocidos y queridos de Latinoamérica, padre de Héctor, Alejandro, Ricky, Mau y Evaluna e intérprete de baladas populares como “Tan enamorado” y “Me va a extrañar”.
El cantante cumple este miércoles 64 años y los festeja a lo grande. Este aniversario lo encuentra en la cima dela ola. Se lo ve en la televisión y los escenarios disfrutando como si aún fuera aquel adolescente que anhelaba cumplir su sueño de mostrar su voz al mundo.
Oriundo de Argentina, eligió Venezuela como su patria ya que desde muy pequeño tuvo que mudarse a dicho país junto a su familia debido a que su padre consiguió trabajo en la región bolivariana. Se radicaron en Caracas pero tiempo después se trasladaron a Maracaibo, donde comenzó a incursionar en el camino de la música.
Autodidacta desde que tiene uso de razón, aprendió a tocar algunos instrumentos y junto a algunos amigos crearon un grupo musical religioso con el que tocaban en la iglesia de su barrio. Lo que jamás imaginó aquel niño es que varios años más adelante en el tiempo, se haría de los mayores reconocimientos de la industria musical y viajaría por todo el mundo mostrando lo que hace, compartiéndolo con su familia.
De Héctor a Ricardo en un simple acorde
La vergüenza que tuvo en sus primeros años viviendo en Venezuela dificultaron la adaptación de Ricardo, quien había tenido que abandonar muchas cosas en su país natal para comenzar una nueva vida más al norte. Sin embargo, la música lo ayudó a vencer sus miedos. Formó bandas de rock con amigos y compañeros de clase y llegó su debut con micrófono en mano cuando el vocalista de uno de los grupos musicales de los que formaba parte se enfermó y tuvo que reemplazarlo, ya que antes sólo tocaba la batería.
Comenzó a estudiar periodismo pero luego abandonó para dedicarse de lleno a la música y su interpretación. Se cruzó entonces con quien le marcaría los primeros pasos de su camino artístico: el cantautor ítalo-venezolano Roberto Luti. Fue él quien le dio la idea de cambiar su nombre a uno más comercial, que terminó siendo Ricardo Montaner, optando por el apellido materno de Héctor.
Ambos empezaron a trabajar juntos en algunos temas musicales y aquel joven Ricardo pasó en varias veces por estudios de grabación para registrar sus primeras canciones “Mares”, “Júrame” y “Murallas”, además de otras que logró llevar a diversos escenarios cuando actuaba como telonero de artistas ya consolidados. Fue Luti, quien además tenía una productora discográfica, que le dio la oportunidad de grabar su primer disco al cual llamó “Cada día”, que fue recibido de buena manera en Venezuela, aunque no logró el éxito que se esperaba.
El inicio de una gran carrera
Más tarde, el sello “Polygram” lo hizo parte de la compañía y se lanzó “Ricardo Montaner I” en 1986, el primer disco oficial del artista. Dos años después llegó a las disqueras el volumen II, que incluye uno de los himnos del artista, “Tan enamorados”. Estas dos obras hicieron que el cantante fuera conocido en otros países latinoamericanos.
Después de estas publicaciones surgieron decenas de discos grabados y millones de copias vendidas alrededor de todo el mundo. “Un toque de misterio” fue el próximo álbum, al que luego le siguió “El último lugar del mundo”, el cual llegó a su país de origen para convertirse en un éxito total, cosechando fanáticas locales, y el que se convirtió en el más vendido del verano ‘91-’92, alcanzando récords de ventas y trepando a lo más alto de los charts.
En los ‘90 se editaron más discos, entre los que están “Los hijos del sol», nombre que hoy lleva la fundación que dirige, “Éxitos y algo más”, que tiene entre los tracks la canción de la película Aladdín, “Un Mundo Ideal” interpretada con la artista Michelle, “Amándonos”, junto a artistas argentinos, “Ricardo Montaner y amigos”, “Viene del alma”, “Es así” y “Ricardo Montaner con la London Metropolitan Orchestra”. En este último álbum, el venezolano se dio el lujo de seleccionar sus mejores canciones para que sean grabadas en conjunto con la orquesta en la ciudad inglesa.
Décadas de éxitos
Para el 2000 Montaner ya sumaba 10 álbumes de estudio propios en su repertorio y ese año estrenó el undécimo, titulado “Sueño Repetido” bajo la producción de Warner Music como lo había hecho en sus últimos dos proyectos.
El 2002 y 2003 fueron años con grandes creaciones para el artista, pues en primer lugar lanzó “Suma”, que contenía boleros como “Bésame”, utilizado en la novela “Betty, la fea”, y otros que lo hicieron navegar por un ritmo que nunca antes había experimentado. Luego lanzó “Prohibido olvidar” y un año después volvió a grabar junto a la orquesta londinense una nueva entrega de sus canciones.
La segunda mitad de la década lo encontró con proyectos como “Todo y nada”, publicado en 2005 o “Las mejores canciones del mundo” dos años después, álbum para el cual seleccionó piezas musicales de otros artistas consideradas por el cantante como las más bellas para grabarlas con su interpretación. Meses después lanzó la segunda parte, en la que además incluyó algunas creaciones propias, mientras en 2009 estrenó “Las cosas como son”, en el que volvió a su estilo tradicional y para el cual contó con la colaboración de su hijo Ricky para la producción.
En toda la carrera de Ricardo Montaner, además de los discos que ha grabado en el estudio se han lanzado a la venta álbumes recopilatorios de sus canciones más exitosas, que suman alrededor de 50 entre 1990 y la actualidad. Entre estos, uno de los más destacados ha sido “Soy feliz”, que reúne temas antiguos pero adhiere a la lista el que le da nombre al CD, que fue también utilizado por Marcelo Tinelli para la apertura de una de las ediciones de Showmatch. El mismo a su vez incluía hits como “Cachita” y “Volver”, canciones que sus fans entonan con sus más feroces gritos.
Luego del reconocimiento que recibió “Las cosas como son”, el cantante pasó a estar en manos de Sony Music Latin y en 2012 publicó el disco “Viajero frecuente”, en el cual realiza la interpretación de “La gloria de Dios” junto a Evaluna. Es a partir de este disco donde la familia Montaner comienza a ser aún más reconocida y sus hijos cobran protagonismo. Hasta el día de hoy, han visto la luz otros 4 álbumes de estudio que reciben los nombres de “Agradecido”, “Ida y vuelta”, colaboración con cantantes mexicanos, “Montaner” y “Fe”, cuyo estreno se dio en el corriente año.
Jurado de La voz
Por otro lado, Ricardo ha sido jurado del reality “La Voz” en distintos países, tales como Colombia, México y Argentina, ganando un participante de su equipo la mayoría de las competencias. Recientemente se lució en la tercera edición del show en su país natal junto a Lali, Soledad Pastorutti y Mau y Ricky, pero la voz de su “team”, Ezequiel Pedraza, obtuvo el cuarto lugar de la competencia.
Una familia de artistas
Una de las primeras canciones que compuso en su vida es “Noches de Primavera”, inspirada en Ana Vaz, su primer amor y quien más tarde se convertiría en madre de sus dos hijos mayores, Alejandro y Héctor. Como todos sus primogénitos, estos también se dedicaron a la música pues la sangre Montaner parece llevar el ritmo y la canción en su interior.
Ricardo y Ana mantenían una hermosa relación que con el tiempo, la fama, el éxito y las presentaciones comenzó a decantar. Se casaron y fueron felices por varios años, pero en 1986 y con dos hijos en común que han seguido los pasos de su padre, se divorciaron por no poder sostener la situación.
Tiempo después el amor volvió a tocar la puerta del cantante, cuando conoció a Marlene Rodríguez Miranda, hija de un empresario de la música. Para 1989 ya estaban casados y luego tuvieron a Ricardo, Mauricio y Evaluna, quienes desarrollaron carreras artísticas al igual que su padre, los primeros dos en el grupo Mau y Ricky, mientras que la única mujer se destaca en la actuación, producción y ha participado de algunos proyectos de canto, últimamente junto al cantante Camilo, su marido.
El Clan Montaner
El “clan Montaner”, como se los conoce, está conformado por muchas personas que comparten hogar en Miami, donde el intérprete de “Déjame llorar” y su esposa se mudaron cuando Mau y Ricky tenían apenas unos pocos años de edad. En su gran mansión habitan tíos y primos, además de las parejas de los dos últimos, Sara Escobar y Stefi Roitmann, y la de Evaluna, Camilo Echeverry.
Todos practican el evangelismo y quienes no lo hacían debieron convertirse para poder ingresar a la familia. Ricardo, por su parte, era cristiano evangélico, sin embargo en una visita al Hospital Pereira Rossel en Montevideo, se encontró con un pequeño que lo influyó para orientar su religión hacia otro lado.
La música definitivamente los une. Héctor y Alejandro actualmente siguen sus caminos, el primero compone, canta y produce para conocidas bandas, como lo hizo hace poco con CNCO y la nueva versión de “Tan Enamorado”. Por otro lado, el segundo es licenciado en administración de empresas y actualmente se destaca como vicepresidente de la productora Sony Music Latin.
Ninguno de los dos estuvo presente en el show que brindó la familia en el Gran Rex, “Los Montaner: sólo una vez”, ya que no pudieron coordinar sus tiempos para viajar a Argentina, sin embargo la relación entre todos es muy buena y comparten buenos momentos cuando coinciden.
Para el álbum “Fe” que lanzó Ricardo en el 2021 se realizó una versión del tema musical “Amén” el cual es interpretado por él acompañado de Mau, Ricky, Evaluna y Camilo. La familia reúne cada vez más fanáticos, quienes agotaron las entradas para acudir al teatro porteño a ver el espectáculo que realizaron juntos por primera y única vez en la historia, al menos por el momento. Todos momentos felices y reconfortantes, lujos que continúa dándose Ricardo Montaner en un nuevo aniversario de vida.