Detienen en la zona oeste al dueño de una armería habilitada por falsear ventas de balas
El comercio es en Presidente Perón al 4100. Usaba a legítimos usuarios para fraguar operaciones de proyectiles que, se sospecha, terminaron en el mercado negro. Uno que figuraba comprando en Rosario estaba en la costa atlántica
El dueño de una armería de la zona oeste fue detenido y su negocio allanado este martes por orden de un fiscal que investiga la venta de cantidades asombrosas de balas en una operatoria que está por fuera de los controles reglamentarios de la agencia que regula esta actividad comercial.
El local allanado es la armería Carmona, que está ubicada en Presidente Perón al 4100. Los fiscales de la Unidad de Balaceras comprobaron que realizaba anotaciones falsas en los libros que este tipo de comercios debe asentar los movimientos comerciales. Esos registros son exigidos por la Anmac (Agencia Nacional de Materiales Controlados, ex Renar) que es la autoridad de aplicación de la actividad.
Lo que se pudo comprobar es que varios de los que figuran como compradores legítimos, que son los habilitados para adquirir balas, no compraron. La conducta atribuida al comerciante buscado fue aprovechar las identidades de la base de datos de la armería para utilizarlas (nombre, apellido, documento, carné de legítimo usuario) a fin de descargar ventas. Eso permitía blanquear la salida de las balas que, estiman los investigadores, se derivaban a terceros en el mercado negro.
Lo que demuestra esto es, a criterio del fiscal interviniente Pablo Socca, la falta de control en el despacho de proyectiles, y lo fácil que resulta despachar desde un mostrador legal ventas en negro, en una ciudad que tiene en situaciones de balaceras y otros tipos de abuso de arma su principal problema de criminalidad urbana.
La situación detectada que motivó los procedimientos, realizados por la División Judiciales de la Unidad Regional II, incluyó la trazabilidad sobre los nombres de quienes aparecían como compradores que son legítimos usuarios y sufrieron el aprovechamiento malicioso de sus datos. Se verificaron al menos siete compras falsas. Uno de los adquirentes el día que figura comprando balas en Rosario estaba de vacaciones en la costa Atlántica. Otro según el seguimiento del GPS estaba fuera de la ciudad. El acto de la compra de artículos en una armería demanda la presencia del usuario legítimo.
El frente de la armería allanada, en Presidente Perón al 4100.
Estos operativos de la unidad que investiga balaceras es un desprendimiento de una investigación de mayo pasado, cuando tres fiscales detectaron la actividad de una banda que comercializaba en negro armas poderosas y proyectiles en la ciudad, con participación de algunos policías. Una mañana se encontraron diez armas en barrio Saladillo donde José Luis Andino, un hombre allí detenido, surtía de armamento a distintos grupos.
Lo que apareció al avanzar ese legajo fue la constatación de un notorio descontrol en la actividad de venta de armas y municiones precisamente en una ciudad cruzada por la violencia civil en este rubro. Dos dueños de armerías quedaron en la mira.
armeria
Este accionar de venta en negro de municiones implicará la imputación del delito de falsedad ideológica de instrumento público para el comerciante. Demuestra que existe deficiente control de que las personas que aparecen como compradores hayan comprado efectivamente. Los allanamientos tuvieron como destino la armería, la casa del dueño, otra vivienda que es contigua a la del dueño y la de un comprador. Se libraron también dos pedidos de informe. Uno es a la Municipalidad para que suministre los datos de habilitación de la armería y otro a una gestoría vinculada a este comercio. Se le dará asimismo intervención a la Anmac para que el organismo evalúe si corresponde clausurar la armería. Y a la Agencia de Prevención de Violencia con Armas de Fuego de la provincia.
A lo que apuntan los fiscales es a poner de relieve los agujeros en la ausencia o límites de la supervisión de la actividad de algunas armerías. En la pesquisa que tiene detenido a Andino se demostró que en septiembre de 2020 en un solo día un comprador adquirió 21 mil balas en la armería Bordoni de Seguí 1745, propiedad de un comisario mayor retirado de la policía provincial. Y que pagó por otras seis mil en una sola jornada de noviembre del año pasado. Sus compras solamente en 2020 totalizaron dos millones de pesos. Lo que se llevaba eran mayormente balas para armas 9, 38 y 45 milímetros. Son los calibres más utilizados para concretar balaceras, homicidios, abusos de armas y lesiones.