“Te vas a pasar para el otro lado”: los chats que implican al enfermero del PAMI II de Rosario en robo y venta de fentanilo
Luis Emanuel B. enfrenta imputación por la comercialización de fármacos hospitalarios que representan un riesgo para la salud. Las conversaciones con un cliente fallecido en 2023 fueron dadas a conocer.
9 de octubre 2025 · 23:52hs

Enfermero de Rosario imputado por venta de fentanilo
Los chats encontrados en el celular de un hombre que falleció en 2023 tras inyectarse fentanilo y otros anestésicos fueron clave para que la Justicia federal imputara a un enfermero del PAMI II de Rosario por robar y vender, mediante redes sociales, cápsulas de medicamentos de uso hospitalario peligrosos para la salud. Uno de los mensajes del acusado, oriundo de Concepción del Uruguay, indicaba: “Vecuronio. Así se llama. Es dos veces más fuerte”. Al hombre se le dictó prisión cautelar por 150 días. El comprador respondió con una inquietante pregunta: “¿Si te pasás con eso te vas con Jesús?”.
Durante la audiencia realizada el viernes pasado en los Tribunales Federales de Rosario, los fiscales federales Matías Mené y Soledad García presentaron las conversaciones como parte de la imputación contra Luis Emanuel B. El juez de Garantías Román Lanzón consideró el caso “gravísimo” y le dictó prisión preventiva por 150 días. El enfermero está imputado por comercio de fentanilo, venta de medicamentos hospitalarios peligrosos ocultando su riesgo y tenencia ilegal de un arma de uso civil, encontrada en la vivienda de sus padres en Entre Ríos.
Los fiscales dieron a conocer este jueves los chats durante el trámite judicial. La investigación indica que el enfermero del Policlínico PAMI II obtenía en su lugar de trabajo y luego ofrecía en sus redes sociales sustancias como fentanilo —un opioide analgésico hasta 100 veces más potente que la heroína— y otros medicamentos peligrosos para la salud, como el bromuro de vecuronio, utilizado exclusivamente en anestesia general hospitalaria.

La denuncia
La investigación del caso comenzó el 23 de julio tras la denuncia del padre de un hombre de 37 años, identificado como E., que murió en 2023 tras inyectarse diversas sustancias. Fue hallado sin vida junto a una jeringa, un frasco con bromuro de vecuronio y una carta de despedida dirigida a sus familiares. El denunciante señaló al enfermero ahora imputado como proveedor y entregó documentación, el celular de su hijo y otras pruebas relevantes.
Entre las evidencias se encuentran capturas de pantalla y audios recuperados del celular de la víctima, que registran la compraventa. Días antes de su fallecimiento, el contacto EmmaBz122 —atribuido al imputado— le indicó: “Te conseguí vecu… ro… nio”. El cliente preguntó: “¿Más fuerte que el fentanilo es?”, recibiendo la respuesta: “Obvioooooo”. Posteriormente, E. consultó si podía obtener “chinchetas de 10 o 20 o 50 de fentanilo”, agregando: “La q me diste era de 5ml nomas”.
En los mensajes, el acusado indicó: “Es que vienen de 5 ml. Tengo hoy esto”, adjuntando una imagen de visualización única. Ante la inquietud del usuario: “Déjame que lo investigue…no sé cómo se administra”, el enfermero respondió: “Son comprimidos, tengo para darte, y el fenta a 100, pero tiene que ser hoy porque otro lo quiere, avisame”.
Como prueba adicional, el denunciante aportó un audio de 17 segundos hallado en el teléfono de su hijo, que fue reproducido durante la audiencia. En la grabación, el acusado se escucha decir: “Ey, Colo, escuchá. Preparate la ampolla acordarte del diez, con dos ampollas de esas y después sacá un centímetro y volvele a cargar con una ampolla porque va a quedar muy concentrada y te vas a pasar para el otro lado y hacete de a poco, cualquier cosa avísame”.
Después de este audio y posterior intercambio de mensajes, el imputado preguntó: “Y?”, junto a emojis que expresaban sorpresa y requerían atención. El fiscal Mené indicó: “lamentablemente E. nunca pudo contestar esos mensajes. Lo encontraron en su departamento sin vida con una jeringa y un frasco de vecuronio”.
Instrucciones de uso
La acusación sostiene que el enfermero, en su puesto en el PAMI II desde 2014, sustrajo las sustancias que luego vendía y las que fueron halladas en su domicilio, “desviándolas de su cadena de distribución lícita”. Entre los medicamentos incautados había ampollas que coincidían con una muestra encontrada en la residencia del fallecido.
La investigación determinó que los intercambios con E. se remontan al menos a marzo de 2023. Los registros telefónicos indican que el enfermero estaba guardado en la agenda como “Luisfa”, “Luis Falopa” o “Luis Central”. De acuerdo con los fiscales, obtenía las sustancias en su trabajo y las comercializaba como drogas recreativas, entre ellas fentanilo de 5 mg de Denver Farma y bromuro de vecuronio, un medicamento que causa parálisis neuromuscular y se emplea en anestesia general para relajar la musculatura esquelética. Además, instruía al cliente sobre cómo aplicarlas para evitar consecuencias letales. En otro chat citado como evidencia, el cliente solicitó “4fenta por lo menos”.
En primera instancia, la muerte fue objeto de investigación por parte del Ministerio Público de la Acusación de la provincia de Santa Fe. La autopsia efectuada en el Instituto Médico Legal (IML) concluyó que, si bien no se podían descartar causas toxicológicas, la causa de fallecimiento era “indeterminada”. Posteriormente, en julio, el padre de E. acudió a la fiscalía federal solicitando la investigación de “un enfermero de PAMI” que proveía sustancias a su hijo, hecho previamente advertido por la pareja de E.
La investigación incluyó capturas de pantalla de Instagram, intercambios de WhatsApp y pertenencias del fallecido. También se constató que dos líneas telefónicas vinculadas al vendedor pertenecían a Luis Emanuel B., con domicilio en Concepción del Uruguay, Entre Ríos.
El mismo lote
Además de la documentación respaldatoria, extracciones forenses, análisis de archivos telefónicos a cargo de personal de Gendarmería Nacional, entrevistas y registros de organismos oficiales y compañías de telefonía, el fiscal Mené resaltó el resultado de los allanamientos del 1º de octubre en la vivienda del enfermero, ubicada en Sierra al 1800, zona oeste de Rosario. En el lugar se secuestraron dos ampollas de 5 mg de Fentanilo Denver Farma, dos ampollas de Fentanilo Kilab de 5 mg y una ampolla de Detenler de 1 mg.
En un cajón se hallaron cuatro cajas de bromuro de vecuronio Pharma Vial de 10 mg, cada una con 24 frascos, totalizando 96 frascos. En otra zona de la vivienda se encontró un pack de 30 cajas, cada una con siete comprimidos de Furotral Furosemida de 40 mg.
En la vivienda, los investigadores hallaron una ampolla de Adrenalina Bioqum de 1 mg en una parrilla. Sobre el techo de un baño, dentro de una caja de plástico, se encontraron 98 jeringas hipodérmicas con agujas, dos blísteres de diez comprimidos de Metformina Clorhidrato de 1 gramo cada uno y cinco cajas de Blokium B12.
El análisis comparativo reveló que el lote de bromuro de vecuronio encontrado en la vivienda del enfermero —número 52.333— correspondía al que se halló en el frasco junto al hombre fallecido.
Por otro lado, durante un allanamiento en la casa de los padres del imputado en Concepción del Uruguay, a la que asistía todos los fines de semana, se incautó una pistola Bersa, modelo 223, calibre .22, un cargador con nueve proyectiles y dos cajas con 51 municiones del mismo calibre.