Protección policial a un jefe narco: Revelan mensajes que comprometen a la comisaría 12ª de Rosario
Este miércoles, en una audiencia celebrada en el Centro de Justicia Penal de Rosario, salieron a la luz pruebas que refuerzan la sospecha de que policías de la comisaría 12ª protegieron a Mauro Gerez, líder de una banda criminal del barrio Ludueña, tras un homicidio ocurrido en mayo de 2022. El hallazgo de mensajes en el celular del delincuente, detenido tres meses después del hecho, apunta a un presunto “arreglo” que le permitió evitar una audiencia judicial.
El 16 de mayo de 2022, Mauro Fleita fue asesinado a balazos al salir de una vivienda en Felipe Moré al 600 bis. Su muerte fue la tercera en esa cuadra en menos de un mes, en el marco de una violenta disputa territorial entre bandas dedicadas al narcomenudeo. Al día siguiente, un testigo aseguró a La Capital: “Nombren a Mauro Gerez, ese es el que manda a tirar tiros, la policía lo sabe bien”. Tiempo después, Gerez fue identificado como jefe de una organización criminal que operaba desde la cárcel y mantenía una guerra sangrienta con la banda liderada por Francisco Riquelme, asentada en el barrio Empalme Graneros. El enfrentamiento dejó más de 30 homicidios entre 2021 y 2022, afectando a vecinos ajenos al conflicto.
El mensaje clave: “Arreglé en la taquería”
Durante la audiencia de este miércoles, la Fiscalía presentó mensajes extraídos del celular de Gerez, incautado tras su detención en agosto de 2022. En una conversación con Leila Bustos, otra integrante de la organización, el delincuente aludió al presunto pacto que le permitió eludir la Justicia. “Un ruido bárbaro hizo todo esto, me tuve que ir, sabés cómo están. Hay un fiscal que me quiere a morir”, comentó Gerez. Bustos respondió: “Viste que nosotros nos vimos y dos días después supuestamente vos caíste… no, yo me quería morir…”. Entonces, Gerez reveló: “Porque arreglé ma. Arreglé ahí en la taquería. Y nada, no llegué a la audiencia. Así que gracias a Dios tuve esta chance y nada, así que acá ando”.
Este intercambio coincide con los rumores que circularon tras el homicidio de Fleita: que Gerez había sido detenido junto a tres sicarios —Brian Leonel Herrera, Kevin Fabián Torres y Luis Andrés Soto— y liberado poco después. Mientras los tres gatilleros fueron imputados y enfrentan pedidos de prisión perpetua, Gerez habría evitado la Justicia gracias a la intervención de policías corruptos.
Allanamiento sin resultados y vínculos sospechosos
Ante las sospechas de complicidad policial, el fiscal Pablo Socca ordenó un allanamiento en la comisaría 12ª tres días después del crimen. La Agencia de Control Policial no encontró a Gerez en el lugar, pero secuestró copias del libro de guardia y la nómina del personal de turno. Sin embargo, no se incautaron teléfonos ni hubo detenidos.
Con el avance de las investigaciones, se confirmó que la banda de Gerez contaba con colaboradores dentro de las fuerzas de seguridad. La agente policial Analía Francia, madre de un joven sicario, utilizaba su acceso a información confidencial para facilitar las operaciones del grupo criminal. Además, dos ex policías, Darío José “Viejo” Protti y Jorge Almada —padre de otro integrante de la banda—, también fueron arrestados por sus vínculos con la organización.
Desconfianza vecinal y una trama de corrupción
La desconfianza hacia la comisaría 12ª no es nueva. Los vecinos de Ludueña denunciaron reiteradamente la connivencia entre algunos agentes y las bandas criminales que azotan la zona. El asesinato de Fleita, sumado a las sospechas de protección a Gerez, reforzó las sospechas de corrupción en la seccional, lo que llevó al allanamiento de 2022.
Actualmente, la Justicia busca determinar quiénes fueron los policías involucrados en la liberación de Gerez y si existieron más episodios de encubrimiento. La revelación de los mensajes del líder narco podría ser clave para avanzar en la investigación y desmantelar las redes de corrupción enquistadas en las fuerzas de seguridad.
