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Crisis en la UNR: incertidumbre presupuestaria, salarios deteriorados y obras en riesgo

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El 2024 quedará en la memoria de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) como un año de extrema complejidad. Con presupuestos congelados, pérdida del poder adquisitivo de los salarios, movilizaciones masivas y hasta tomas de facultades, la institución atravesó un período de crisis que, según el propio rector Franco Bartolacci, se encamina a agravarse si persiste la reconducción presupuestaria.

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En un balance de gestión realizado en diciembre, Bartolacci definió el año pasado como «difícil» y advirtió que la perspectiva sigue siendo «crítica» de cara al 2025, ya que el Gobierno nacional volvió a prorrogar el presupuesto 2023 por segundo año consecutivo.

Presupuesto congelado: el impacto en la UNR

El decreto 1131 firmado por el presidente Javier Milei en la última semana de diciembre estableció la prórroga del presupuesto 2023, luego de que el Congreso no tratara el proyecto de presupuesto 2025. Esto significa que las universidades nacionales no tendrán un marco presupuestario actualizado y dependerán de decisiones discrecionales del Ejecutivo para la asignación de fondos.

Bartolacci fue tajante al respecto: «Siempre es mejor tener presupuesto aprobado, porque aunque sea insuficiente, da previsibilidad y permite planificar. La reconducción solo genera incertidumbre».

El escenario es preocupante: la UNR sostuvo sus actividades esenciales durante el 2024 con mucho esfuerzo, pero la falta de certezas pone en riesgo el normal funcionamiento de la institución.

Rectores en alerta y crisis salarial

Ante este panorama, los rectores de todo el país se preparan para una reunión del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), en la que definirán gestiones ante la Secretaría de Educación y planificarán estrategias para afrontar el año. En abril, durante el plenario en San Luis, se delineará la agenda de lucha.

Uno de los temas más urgentes es la situación salarial de docentes, investigadores y trabajadores nodocentes, quienes denuncian una pérdida del 25,16% del poder adquisitivo. Los profesores de la UNR exigen un aumento del 34%, una cifra que aún está lejos de cualquier oferta del gobierno nacional.

Obras paralizadas y financiamiento incierto

Otro frente de batalla para la universidad es el freno a las obras de infraestructura, tras la decisión del Gobierno de Milei de eliminar la obra pública en diciembre de 2023.

Entre los proyectos paralizados se encuentran:
Un anexo para la Facultad de Odontología (con un 90% de avance antes del parate).
Un nuevo edificio en la Facultad de Veterinarias.
Un bloque de aulas para carreras del área de la salud.

El rector confirmó que la UNR intentará finalizar algunas de estas construcciones con fondos propios, aunque reconoció que la falta de financiamiento nacional complica seriamente los plazos y la viabilidad de los proyectos.

A pesar de todo, la UNR sigue en expansión

Pese al difícil contexto, Bartolacci remarcó que la universidad no frenará su crecimiento: «Vamos a seguir expandiendo la UNR, su propuesta académica y su presencia en Rosario y toda Santa Fe».

Entre los objetivos para 2025, destacó la continuidad de la reforma académica, pedagógica y curricular, con un fuerte foco en la diversificación y modernización de la enseñanza. Además, ratificó el compromiso con programas de bienestar estudiantil y mejoras en las condiciones laborales y de estudio.

El desafío para este año será monumental. Con un presupuesto incierto, salarios en crisis y obras frenadas, la UNR se enfrenta a un escenario en el que la resistencia y la gestión eficiente serán claves para sostener su rol como una de las universidades más importantes del país.

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