El Duelo Digital: ¿Qué Hacer con las Redes Sociales y Perfiles en Línea de Nuestros Seres Queridos?
En la era digital, el duelo ha adquirido una nueva dimensión. Hoy, el legado de una persona ya no solo está en sus fotos impresas, objetos personales o cartas; su vida digital también forma parte de su recuerdo. Cada día, amigos y familiares se enfrentan a la difícil situación de gestionar las cuentas de redes sociales de sus seres queridos fallecidos. Esta realidad plantea preguntas difíciles: ¿Deberían mantenerse esos perfiles activos? ¿Se convierten en memoriales digitales o es mejor eliminarlos?
Ejemplos sobran. Desde el impacto de recibir un mensaje inesperado del número reactivado de una abuela fallecida hasta las sugerencias de amistad de Facebook de amigos que ya no están. Cada una de estas interacciones puede remover sentimientos y recuerdos. Las redes sociales, donde antes compartíamos momentos de vida, se han convertido también en recordatorios de ausencia.
Políticas de las Redes Sociales para Perfiles de Usuarios Fallecidos
La mayoría de las plataformas principales, como Facebook, Instagram y WhatsApp, han desarrollado políticas específicas para manejar cuentas de usuarios fallecidos. Estas opciones, que van desde transformar el perfil en un memorial hasta eliminar la cuenta, buscan ayudar a las familias en el proceso de duelo, ofreciendo alternativas respetuosas y acordes con los deseos del usuario.
Según el Instituto de Internet de la Universidad de Oxford, Facebook podría llegar a tener hasta 4.900 millones de usuarios fallecidos para fines de este siglo si su crecimiento continúa. Esta cifra es alarmante y sugiere un posible “cementerio digital” donde los perfiles de los fallecidos podrían superar a los de los usuarios activos. Esta perspectiva destaca la importancia de definir qué hacer con nuestros datos en la red, incluso antes de morir.
La Importancia del Testamento Digital
Para enfrentar estas situaciones, cada vez más personas optan por realizar un testamento digital. Este documento permite definir el destino de nuestras cuentas en redes sociales, servicios de correo, plataformas bancarias y otros espacios digitales. Al igual que un testamento convencional, el testamento digital designa un ejecutor o “heredero digital”, quien será responsable de ejecutar las instrucciones y asegurarse de que el rastro en línea del fallecido se trate de acuerdo con sus deseos.
El testamento digital puede ser un recurso invaluable para familiares y amigos, ya que brinda claridad sobre las decisiones del fallecido, previniendo conflictos y aliviando el proceso de duelo.
Opciones en Instagram y Facebook
En Instagram, es posible solicitar que una cuenta de un usuario fallecido se convierta en un perfil conmemorativo. Este tipo de cuenta permite que el perfil siga siendo visible, pero sin opción de interacción, excepto para que los seguidores recuerden a la persona. También existe la opción de solicitar la eliminación de la cuenta; esta alternativa está reservada para familiares directos y requiere una prueba documental, como un certificado de defunción o una nota necrológica.
En el caso de Facebook, la red social ofrece múltiples alternativas para gestionar los perfiles de usuarios fallecidos. Los usuarios pueden establecer en vida qué desean que ocurra con su perfil después de su muerte, como convertirlo en un perfil conmemorativo o eliminarlo por completo. Para designar a una persona que se encargue de su cuenta en caso de fallecimiento, los usuarios pueden añadir un “contacto legado”, quien tendrá facultades limitadas para gestionar el perfil, como aceptar solicitudes de amistad o actualizar la foto de perfil.
Al igual que en Instagram, los familiares también pueden solicitar directamente a Facebook la conversión de un perfil en conmemorativo o su eliminación, previa presentación de documentos legales que demuestren la relación con el difunto.
WhatsApp y la Eliminación Automática
A diferencia de las redes sociales, WhatsApp maneja los perfiles inactivos de una manera más automatizada. Si una cuenta permanece inactiva por cuatro meses, se elimina automáticamente. Sin embargo, cabe destacar que los mensajes y las copias de seguridad guardadas en el dispositivo no se eliminan. Esto significa que, si el número telefónico vuelve a activarse en el mismo dispositivo con la tarjeta SIM original, los mensajes podrían recuperarse.
Esta opción automática podría resultar útil para muchas familias, ya que elimina la necesidad de hacer gestiones adicionales para cuentas que eventualmente caerán en desuso sin actividad.
La Huella Digital en Otros Espacios: Correos Electrónicos, Plataformas Bancarias y Videojuegos
La gestión del legado digital va más allá de las redes sociales. Hoy en día, la mayoría de las personas también dejan atrás perfiles en correos electrónicos, bancos en línea, servicios de streaming y videojuegos, por mencionar solo algunos. Cada una de estas plataformas ofrece diferentes opciones para acceder o cerrar cuentas, y en algunos casos, el proceso puede ser complicado si no existe una previsión.
Para enfrentar esta complejidad, se recomienda evitar el uso de listas físicas de contraseñas, ya que estas pueden volverse obsoletas rápidamente. En su lugar, muchas personas prefieren utilizar gestores de contraseñas como Bitwarden, 1Password, LastPass o Dashlane. Estos servicios permiten gestionar todas las contraseñas en un solo lugar y ofrecen opciones de herencia digital, facilitando el acceso de familiares en caso de fallecimiento.
Hacia una Cultura de Planificación Digital
La vida digital es hoy una extensión de nuestra identidad, y así como planeamos aspectos de nuestra vida física, también deberíamos hacerlo con nuestros perfiles y datos en línea. La creación de un testamento digital y la asignación de un heredero digital pueden prevenir situaciones incómodas y, lo más importante, permitir que el recuerdo de un ser querido se preserve de acuerdo con sus deseos.
Aunque el duelo digital es un tema sensible, reconocer su importancia y tomar medidas al respecto puede aliviar la carga de quienes nos sobreviven. Las redes sociales y las plataformas digitales seguirán evolucionando y adaptando sus políticas, pero la decisión final siempre debe estar en manos del usuario, quien puede elegir si su huella digital permanecerá como un recuerdo vivo o desaparecerá en el tiempo.