Fuga masiva en comisaría 16: al menos 16 presos se escapan, recapturan a dos
En la madrugada de hoy, un operativo de emergencia se desplegó en la ciudad tras la fuga de al menos 16 reclusos de la comisaría 16, ubicada en Ayacucho al 3300. De los evadidos, hasta el momento dos han sido recapturados, uno de ellos en circunstancias dramáticas tras sufrir una fractura que impidió su huida.
La fuga, que sacude a la comunidad, tuvo lugar en horas de la madrugada. Según la información preliminar, los presos lograron escaparse aprovechando el acceso a los techos de la comisaría, dejando en claro una vez más las graves falencias estructurales y de seguridad de las dependencias policiales locales, que no están preparadas para contener a una creciente población de detenidos.
El caso de la comisaría 16 no es aislado. A lo largo del año, se han registrado múltiples fugas en diversas dependencias policiales, situación que refleja los graves problemas de superpoblación en las comisarías. Las autoridades provinciales han iniciado proyectos para construir nuevas unidades carcelarias, pero los tiempos de ejecución parecen ir detrás de una crisis que sigue creciendo.
Recapturas y el dramático pedido de auxilio de un fugado
Uno de los fugados fue recapturado de manera peculiar. Tras sufrir una fractura en una pierna al saltar un alto muro, el hombre, incapaz de continuar su escape, se dirigió a una vivienda ubicada en la intersección de Alem y Garay, donde pidió ayuda. La gravedad de su lesión lo dejó sin opción. Minutos más tarde, efectivos policiales lograron arrestarlo y fue trasladado a un hospital local para recibir atención médica.
El otro recapturado también fue hallado en la misma zona, aunque no se han brindado mayores detalles sobre su detención. Mientras tanto, la búsqueda continúa con un fuerte despliegue policial que abarca tanto la ciudad como sus alrededores.
Superpoblación y fallas de seguridad: un problema recurrente
La fuga de hoy es una más en una serie de incidentes que subrayan la falta de infraestructura carcelaria adecuada. Las comisarías, que no están diseñadas para alojar a detenidos de forma prolongada, terminan siendo improvisados centros de reclusión, lo que incrementa el riesgo de fugas y otros episodios de inseguridad. La superpoblación no solo deteriora las condiciones de vida de los detenidos, sino que además genera una presión adicional sobre los agentes policiales, que carecen de recursos y espacios adecuados para realizar su trabajo de manera efectiva.
La respuesta del gobierno provincial ante esta situación ha sido la construcción de nuevas cárceles y la expansión de las ya existentes. Sin embargo, la creciente demanda por espacios de detención supera la velocidad con la que se llevan a cabo estas obras, dejando a las comisarías al borde del colapso.
El operativo policial sigue en marcha, con la esperanza de recapturar a los otros evadidos lo antes posible y poner fin a una situación que ha generado preocupación en la comunidad.