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El fútbol rosarino llora la partida de Omar Palma, ídolo eterno de Rosario Central

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El pueblo canalla está de luto tras la dolorosa confirmación del fallecimiento de Omar Arnaldo Palma, máximo ídolo de Rosario Central. A los 66 años y luego de permanecer ocho días internado en el Hospital Italiano de Rosario, el exjugador perdió la vida debido a las secuelas de un accidente cerebrovascular (ACV). Palma dejó un vacío profundo e irreemplazable en el corazón de la tribuna auriazul y en la historia del fútbol rosarino.

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La noticia de su muerte generó una inmediata ola de tristeza en el ámbito deportivo y en las redes sociales, donde miles de hinchas expresaron sus condolencias. Rosario Central, por su parte, añadió un listón de luto a su imagen de perfil y emitió un mensaje sencillo pero cargado de emoción: «Acompañamos en este duro momento a la familia del Negro y a todo el pueblo canalla que despide a uno de nuestros máximos referentes históricos».

Una leyenda inolvidable en Rosario Central

Omar Palma fue ingresado en el Hospital Italiano tras sufrir un ACV mientras compartía un momento familiar en Ybarlucea. Estaba tomando mate con uno de sus nietos cuando ocurrió el fatídico episodio. Rápidamente, su hija solicitó asistencia médica y Palma fue trasladado de urgencia al Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria, para luego ser derivado al Hospital Italiano de Rosario, donde se le realizó una operación compleja. A pesar de los esfuerzos médicos, su estado se mantuvo crítico, y tras varios días de internación, su fallecimiento fue confirmado.

Para Rosario Central, Omar Palma no solo fue un gran jugador, sino el símbolo de una era gloriosa. Con tres títulos en su haber, es el futbolista más laureado de la historia del club, y su habilidad para aparecer en los momentos decisivos lo convirtió en una leyenda viva entre los hinchas auriazules. Su elegancia dentro del campo, combinada con un sacrificio constante, dejaron una marca indeleble en la memoria del fútbol rosarino.

Momentos icónicos en la carrera de Palma

El legado de Palma está lleno de momentos memorables. En el Nacional de 1980, con apenas 22 años, comenzó a escribir su historia en Rosario Central. La noche del 17 de diciembre, en la primera final contra Racing de Córdoba, anotó un golazo desde fuera del área en la goleada 5-1 en el Gigante de Arroyito, siendo este su primer grito en la Primera División.

Además de sus éxitos, Palma también fue parte de momentos difíciles, como el descenso a la Primera B en 1984. Sin embargo, fue protagonista del ascenso en 1985, aportando uno de los goles en la victoria 2-1 contra Villa Dálmine, que marcó el regreso de Central a la máxima categoría del fútbol argentino. En 1987, anotó el gol del empate frente a Temperley, permitiendo a Central consagrarse campeón del campeonato 1986/87 bajo la dirección de Ángel Zof.

El punto culminante de su carrera llegó en la Copa Conmebol de 1995, cuando Central logró una remontada épica ante Atlético Mineiro. Luego de perder 4-0 en Brasil, el equipo de Palma devolvió el mismo marcador en el Gigante de Arroyito y se llevó el título tras una dramática definición por penales, en la que Palma convirtió uno de los goles decisivos.

Una carrera marcada por el liderazgo y el amor a Central

Palma jugó un total de 390 partidos con la camiseta auriazul, siendo el tercer jugador con más presencias en la historia del club, solo superado por Jorge José González y Alfredo Fogel. Con 64 goles en su haber, se ubicó como el decimoquinto máximo goleador de Central. Entre sus tantos más recordados está el gol de tiro libre que le convirtió a Newell’s el 12 de noviembre de 1995, sellando una victoria 2-0 en el clásico rosarino.

Más allá de su etapa como jugador, Omar Palma continuó ligado a Rosario Central. Inmediatamente después de su retiro, se sumó al equipo técnico de las divisiones inferiores, donde dirigió al sub-15, logrando el subcampeonato en la Copa Nike de 1999, perdiendo ante el Barcelona de un joven Andrés Iniesta. En 2011, fue llamado para dirigir el primer equipo canalla en la B Nacional, reemplazando a Héctor Rivoira. A pesar de no lograr el ascenso en esa temporada, su trabajo permitió estabilizar el promedio del equipo, en un momento de gran incertidumbre.

Palma también tuvo una carrera fuera del fútbol, donde fue electo jefe comunal de Ibarlucea entre 2005 y 2009, demostrando su capacidad de liderazgo y compromiso con su comunidad.

Una pérdida que trasciende el fútbol

El fallecimiento de Omar Palma ha conmovido profundamente no solo a Rosario Central, sino a todo el fútbol argentino. Su nombre estará siempre asociado a la gloria y al sacrificio, a la pasión y al amor por los colores auriazules. Los hinchas canallas, junto a todos los amantes del fútbol, lo recordarán como un verdadero ídolo, un diez extraordinario que supo llevar a Central a lo más alto y que nunca dejó de ser parte del club, tanto dentro como fuera de la cancha.

Su legado permanecerá en cada rincón del Gigante de Arroyito, en los recuerdos de los hinchas y en las historias que seguirán contándose sobre sus gestas futbolísticas.

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