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El boleto de colectivo en Rosario subirá a $1.200: Rosario se posiciona entre las ciudades con tarifas más caras del país

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A partir del próximo 14 de octubre, el costo del boleto del transporte urbano de pasajeros en Rosario aumentará a $1.200, lo que representa una suba del 27,6%. Esta actualización coloca a la ciudad en el quinto puesto de las tarifas más altas del país, compartiendo el lugar con Santa Fe y Corrientes, según un reciente ranking elaborado por la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor.

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El ranking revela que Pinamar lidera la lista con el boleto más caro del país, a $1.591, seguido de Pergamino ($1.400), Bariloche ($1.275) y Cipoletti ($1.250). Rosario, que en el ranking anterior con un boleto a $940 ocupaba el puesto número once, ahora asciende a las primeras posiciones debido a este nuevo incremento.

La evolución del precio en Rosario: una escalada preocupante

El aumento del boleto en Rosario es significativo cuando se analiza la evolución del precio a lo largo del último año. En octubre de 2023, el costo de viajar en colectivo urbano era de $185. Desde entonces, la tarifa ha experimentado varias actualizaciones, alcanzando un incremento exponencial. Esta nueva suba será la quinta en lo que va del 2024, lo que refleja el impacto de la inflación y el desequilibrio en los costos operativos del sistema de transporte.

El Ente de la Movilidad de Rosario, en su último estudio de costos de agosto de 2024, estimó que el valor real para cubrir los gastos del servicio debería ser de $1.477,92. Esto significa que la nueva tarifa de $1.200, aunque elevada, sigue estando un 57% por debajo del costo necesario para mantener el sistema en equilibrio financiero. De esta manera, el aumento anunciado apenas reduce la brecha entre los costos operativos y el precio que pagan los usuarios.

Un sistema en crisis: la búsqueda de soluciones a nivel nacional

El aumento del boleto en Rosario se enmarca en una situación crítica para el transporte público en el interior del país. En diálogo con la emisora LT8, el jefe de Gabinete del municipio, Rogelio Biazzi, destacó la labor conjunta que vienen realizando los intendentes de varias ciudades del interior para reclamar al gobierno nacional mayores subsidios y apoyo económico. Según Biazzi, la propuesta incluye la creación de un mecanismo que permita a las ciudades recibir una parte de los fondos recaudados a través del impuesto al combustible, con el objetivo de destinarlos al financiamiento del transporte público.

Este reclamo no es nuevo, pero toma fuerza en un contexto donde las ciudades del interior del país suelen recibir menores subsidios en comparación con el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Esta disparidad ha sido señalada como una de las causas que explican por qué las tarifas de transporte en ciudades como Rosario o Santa Fe tienden a ser significativamente más altas que en Buenos Aires, donde el boleto de colectivo ronda los $371.

El impacto de los subsidios: un debate que sigue vigente

Durante la campaña presidencial de 2023, el entonces candidato y actual presidente Javier Milei propuso un cambio de enfoque en la política de subsidios al transporte. En lugar de destinar los fondos a las empresas operadoras del servicio (subsidios a la oferta), Milei sugirió que los subsidios se dirigieran a los usuarios (subsidios a la demanda), lo que implicaría un mayor apoyo económico para aquellos que más lo necesitan, a través de descuentos en el costo del boleto.

En Rosario, este esquema ya funciona parcialmente gracias a los atributos sociales del sistema SUBE. Alrededor de 200.000 usuarios de la ciudad acceden a beneficios que les permiten obtener un descuento del 55% en el valor del boleto, lo que reduce significativamente el costo final para sectores vulnerables. Sin embargo, solo el 35% de los viajes mensuales en la ciudad se pagan con la tarifa plena, lo que demuestra que una parte considerable de la población depende de estos subsidios para acceder al transporte.

A pesar de este apoyo, el gobierno local insiste en la necesidad de ampliar el número de usuarios que pueden acceder a estos beneficios. Biazzi señaló que es fundamental que el Estado nacional amplíe la cobertura de los atributos sociales del sistema SUBE para que más ciudadanos puedan hacer frente al costo creciente del transporte.

Un desafío para el futuro del transporte en Rosario

El aumento del boleto a $1.200 pone de relieve las dificultades que enfrentan tanto los usuarios como las autoridades locales para sostener un sistema de transporte eficiente y accesible. Con un costo operativo que sigue superando ampliamente el precio del pasaje, y en medio de una situación económica delicada para la mayoría de la población, el desafío radica en encontrar soluciones a largo plazo que permitan equilibrar el financiamiento del transporte sin generar un impacto desmedido en los bolsillos de los ciudadanos.

La ciudad de Rosario, al igual que muchas otras localidades del interior del país, enfrenta la necesidad urgente de una mayor asistencia estatal para mantener el transporte público en funcionamiento. Mientras tanto, los aumentos de tarifa seguirán siendo un tema sensible para los usuarios, especialmente en un contexto de creciente inflación y deterioro del poder adquisitivo

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