Suspensión de X en Brasil: La Justicia enfrenta a Elon Musk por incumplimiento de órdenes judiciales
El juez Alexandre de Moraes, del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, ordenó este viernes la suspensión de la red social X en todo el país. Esta decisión se tomó después de que la plataforma, propiedad del magnate sudafricano Elon Musk, incumpliera una orden judicial previa que exigía el nombramiento de un representante legal en Brasil en un plazo de 24 horas.
La orden del juez De Moraes no se limitó a la suspensión de la plataforma, sino que también instruyó a la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) a “adoptar todas las medidas necesarias” para hacer efectiva la suspensión en un plazo de 24 horas. Además, el magistrado solicitó a Google, Apple y a las empresas proveedoras de internet implementar “obstáculos tecnológicos” para impedir el acceso a la aplicación X y al sitio web.
A pesar de esta orden, hasta el viernes, el acceso a X seguía siendo posible en Brasil, donde la plataforma cuenta con más de 22 millones de usuarios. La confrontación entre Elon Musk y la justicia brasileña ha escalado hasta involucrar al presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien se pronunció con firmeza sobre el tema.
Lula Da Silva exige el cumplimiento de la ley
En un mensaje contundente, el presidente Lula Da Silva subrayó que Elon Musk debe respetar las decisiones judiciales de Brasil. “Todo ciudadano que tiene inversiones en Brasil está subordinado a la Constitución brasileña y a sus leyes”, declaró Lula, agregando que “no porque el tipo tenga mucho dinero puede faltar al respeto. Es un ciudadano americano, no un ciudadano del mundo. No puede ir por ahí ofendiendo presidentes. Ofende a los congresistas, al Senado, a la Cámara, al Tribunal Supremo. ¿Qué se cree que es? Tiene que respetar la decisión del Tribunal Supremo de Brasil”, enfatizó el mandatario.
La embajada de Estados Unidos en Brasil, por su parte, también se pronunció, señalando que estaba siguiendo de cerca la situación y resaltando que “la libertad de expresión es un pilar fundamental en una democracia saludable”. En respuesta, Elon Musk agradeció a la embajada a través de X, y subrayó la importancia de la libertad de expresión, afirmando: “Sin libertad de expresión, el público no puede expresar lo que piensa ni conocer la verdad de la situación, lo que hace imposible votar con conocimiento de causa”.
El Origen del Conflicto: La Lucha contra la Desinformación
El conflicto entre Elon Musk y la justicia brasileña tiene sus raíces en las medidas tomadas por el juez Alexandre de Moraes para combatir la desinformación en Brasil. En el centro de la disputa están las órdenes del magistrado de suspender cientos de cuentas y publicaciones en X por difundir contenidos que, según él, amenazan la democracia brasileña.
Estas acciones se han dirigido principalmente contra simpatizantes de derecha y partidarios del expresidente Jair Bolsonaro, muchos de los cuales cuestionaron los resultados de las elecciones de 2022 y apoyaron las protestas que derivaron en ataques a instituciones del Estado.
La situación se tensó aún más cuando De Moraes exigió que X nombrara un representante legal en Brasil, para asegurar que la plataforma pudiera recibir y ejecutar órdenes judiciales. Sin embargo, Musk se ha negado a cumplir con esta demanda, lo que llevó a De Moraes a imponer sanciones adicionales, incluida la congelación de las cuentas bancarias de Starlink, otra empresa del multimillonario, como medida de presión.
Una Lucha Legal en Pleno Desarrollo
En junio, el Supremo Tribunal Federal firmó un acuerdo con seis plataformas de redes sociales, entre ellas YouTube, Google, Meta, TikTok, Microsoft y Kwai, para combatir la desinformación en Brasil. X, sin embargo, no formó parte de este acuerdo, lo que la dejó en el centro de la controversia con el juez De Moraes.
El conflicto ha escalado hasta convertirse en un enfrentamiento directo entre el poder judicial brasileño y uno de los empresarios más influyentes del mundo. A principios de esta semana, Musk calificó públicamente las acciones del juez como “ilegales” y afirmó que las medidas tomadas estaban castigando “indebidamente” tanto a los accionistas de X como a los ciudadanos brasileños.
La decisión sobre la suspensión de X en Brasil marca un hito en la lucha del país sudamericano contra la desinformación y pone a prueba la capacidad de su sistema judicial para hacer cumplir sus decisiones frente a los gigantes tecnológicos internacionales.
