Crisis en Newell’s: ¿Un eterno volver a empezar?
El presente de Newell’s Old Boys se asemeja a un círculo vicioso donde la crisis futbolística parece no tener fin. La institución del Parque de la Independencia atraviesa momentos difíciles, y las decisiones tomadas en los últimos años no han logrado estabilizar el rumbo del equipo. Ahora, la dirigencia se enfrenta a un dilema: ¿cuál es el mejor camino a seguir para revertir la situación? Una opción que ha cobrado fuerza en las últimas horas es el regreso a un esquema de gestión que, en su momento, dio buenos resultados: la mesa de fútbol.
El mánager en la cuerda floja: Ariel Michaloutsos en el centro de la tormenta
La continuidad de Ariel Michaloutsos como mánager de Newell’s está en serio peligro. Las fuentes consultadas dentro del club indican que la relación entre Michaloutsos y tanto el plantel como el técnico Sebastián Méndez se ha deteriorado significativamente. Las declaraciones recientes del mánager no cayeron bien en el seno del equipo, generando tensiones que agravan aún más la delicada situación deportiva.
Este malestar interno se ve amplificado por los decepcionantes resultados obtenidos hasta ahora. A pesar de contar con un presupuesto considerable, algo inusual en medio de la crisis económica que afecta tanto a la institución como al país, el equipo no ha logrado despegar en lo futbolístico. Esta combinación de factores ha llevado a gran parte de la dirigencia a considerar seriamente la posibilidad de regresar a una gestión más colectiva, dejando de lado la figura del mánager como único referente.
El regreso a la mesa de fútbol: ¿la solución para Newell’s?
La mesa de fútbol no es una idea nueva en Newell’s. De hecho, fue uno de los primeros esquemas implementados por la actual dirigencia tras la salida de Lucas Bernardi. En aquel entonces, la fórmula cuatripartita estaba compuesta por Julio Saldaña, quien lideraba el grupo, junto a Adrián Lanzoni, Marcelo Cudos y el representante Ignacio Lassalote. Este modelo de gestión fue responsable de algunos de los mejores fichajes en la era de Ignacio Astore, incluyendo a jugadores como Willer Ditta y Armando Méndez, que rindieron a un alto nivel.
Además de los buenos refuerzos, esa etapa se destacó por un triunfo clave: la victoria en el clásico rosarino con gol de Juanchón García y la clasificación a la Copa Sudamericana de la mano del entrenador Javier Sanguinetti y Adrián Coria. Sin embargo, la salida de Saldaña en términos poco amistosos desarmó esta estructura, dando lugar a una gestión más individualizada con figuras como Hernán Llano, Horacio García y Pablo Guiñazú, que no lograron replicar los éxitos anteriores.
Un futuro incierto: El partido contra River como punto de inflexión
El partido del próximo domingo contra River Plate podría ser determinante para el futuro de Newell’s. Si el resultado es negativo, no solo se podría poner fin al ciclo de Sebastián Méndez al frente del equipo, sino también a la forma actual de gestionar el departamento de fútbol. Los viejos métodos, que alguna vez dieron frutos, podrían ser la respuesta que necesita el club para pacificar una institución en constante convulsión.
El intento de implementar ideas más innovadoras y proyectos a largo plazo no ha dado los resultados esperados. De hecho, muchos de estos proyectos han terminado en fracasos que solo han incrementado la frustración entre los hinchas y la dirigencia. Por ello, volver a una estructura de gestión colectiva, donde la toma de decisiones no recaiga en una sola persona, podría ser el camino a seguir para lograr la tan ansiada estabilidad.
Conclusión
Newell’s Old Boys se encuentra en una encrucijada. Con un presente deportivo que deja mucho que desear y un futuro incierto, la dirigencia debe decidir si continuar con los métodos actuales o regresar a un esquema que en el pasado dio buenos resultados. La mesa de fútbol se presenta como una alternativa viable para devolverle a la Lepra la competitividad que tanto necesita. Sin embargo, la presión es grande, y el margen de error es cada vez más pequeño. El resultado del partido contra River podría ser el punto de inflexión que defina el rumbo de la institución en los próximos meses.
