Santa Fe Presiona a la Casa Rosada: El Abandono de las Rutas Nacionales Complica las Obras en la Provincia
El gobierno de Santa Fe ha intensificado su presión sobre la administración nacional para lograr las tan necesarias reparaciones de las rutas nacionales que atraviesan la provincia y el traspaso de ciertas trazas, especialmente en la zona portuaria. La falta de mantenimiento y el incumplimiento de los acuerdos previamente establecidos han llevado a una situación crítica, con las obras viales detenidas y las constructoras en estado de alarma.
Un Diálogo Frustrante y Sin Resultados
El ministro de Obras Públicas de Santa Fe, Lisandro Enrico, se reunirá nuevamente este jueves con el secretario de Transporte del Ministerio de Economía, Franco Mogetta, en un intento más por destrabar la situación. Este será el noveno viaje que Enrico realiza con el mismo objetivo, un esfuerzo que hasta ahora ha sido infructuoso debido a las constantes postergaciones y la falta de compromiso por parte del gobierno nacional.
La situación refleja un evidente desinterés por parte de la Casa Rosada hacia las necesidades de Santa Fe. El desorden y la descentralización que caracterizan al gobierno nacional han dejado a la provincia sin el apoyo necesario para mantener en condiciones sus infraestructuras viales, fundamentales para la economía regional y nacional.
Un Sistema de Vialidad en Decadencia
Un reciente episodio ilustra la gravedad del problema. Marcelo Campoy, quien asumió como director de Vialidad Nacional hace poco más de un mes, se comunicó con varias empresas constructoras para informarles sobre la complicada situación financiera y les pidió que «regulen las tareas». Entre las afectadas se encuentra la empresa Coinsa, de Buenos Aires, que trabaja en un tramo de 100 kilómetros de la Ruta 11, entre Gobernador Crespo y Malabrigo. Sin embargo, con otras empresas directamente no ha habido comunicación, lo que deja en el aire el futuro de varias obras.
El ministro Enrico ha sido claro en su postura: “Se venía avanzando en la vinculación con esas empresas, pero ya hace dos meses que no se están llevando a cabo reparaciones ni contratos. No se puede esperar. Tampoco estamos pidiendo grandes obras, lo esencial”. Estas palabras subrayan la urgencia de la situación, en la que las necesidades básicas de infraestructura están siendo ignoradas.
Las Reuniones y las Promesas Vacías
El abandono de las rutas nacionales ha vuelto a poner en alerta a los funcionarios provinciales y al gobernador Maximiliano Pullaro. Hace solo dos semanas, se llevaron a cabo reuniones con representantes de Vialidad Nacional, el Ministerio de Transporte y el ministro de Economía, Luis Caputo. En esas conversaciones, se acordó avanzar con un decreto que permita a la provincia asumir el control de una zona única portuaria, lo que abriría la puerta a la concesión y la gestión directa de esas infraestructuras por parte de Santa Fe.
Sin embargo, desde entonces, no se ha movido ni un solo camión de asfalto, y las constructoras están cada vez más preocupadas. El gobierno nacional mantiene una deuda de aproximadamente 400.000 millones de pesos con las empresas que ya han realizado obras, una cifra que pone en evidencia la falta de recursos y la complicada situación financiera que enfrenta el país.
El Superávit Fiscal vs. Las Necesidades Provinciales
El panorama que se presenta es desolador. Mientras la Casa Rosada se enfoca en alcanzar un superávit fiscal, las necesidades de las provincias, como Santa Fe, quedan relegadas. Este enfoque de austeridad fiscal ha llevado a un incumplimiento sistemático de las promesas hechas, dejando a la provincia en una situación de vulnerabilidad.
La estrategia del gobierno provincial de presionar repetidamente al gobierno nacional parece ser la única vía para lograr algún avance. Sin embargo, la falta de respuesta y acción concreta por parte de las autoridades nacionales pone en riesgo no solo el desarrollo de Santa Fe, sino también la seguridad y la conectividad de las rutas que son vitales para el transporte de bienes y personas.
Conclusión: Un Futuro Incierto
Santa Fe se encuentra en una encrucijada. La falta de mantenimiento de las rutas nacionales y la paralización de las obras viales son una muestra clara de la desatención que el gobierno nacional ha dado a las provincias en medio de su búsqueda por mejorar las cuentas fiscales. Mientras tanto, las necesidades básicas de infraestructura siguen sin ser atendidas, lo que podría tener consecuencias graves para la economía y el bienestar de la región.
La provincia, liderada por el gobernador Pullaro, continúa en su lucha por conseguir lo que le corresponde, pero cada día que pasa sin avances pone en mayor riesgo el futuro de las obras y la calidad de vida de los santafesinos. El tiempo dirá si la insistencia dará frutos o si, por el contrario, las promesas seguirán sin cumplirse, dejando a Santa Fe en una situación de abandono cada vez más evidente.