Newell’s se Prepara para un Banderazo Histórico en Medio de Tensión y Pasión
La historia vuelve a repetirse en Rosario, donde la pasión del hincha de Newell’s Old Boys toma el protagonismo en un evento que ya es una marca registrada: el tradicional banderazo. Este ritual, que se ha convertido en un símbolo de la devoción leprosa, verá a miles de simpatizantes rojinegros reunirse para brindar su apoyo incondicional a los jugadores que, el próximo sábado, enfrentarán a su eterno rival, Rosario Central, en el Estadio Gigante de Arroyito.
Un Banderazo Bajo la Sombra de la Violencia
Este banderazo no es como los anteriores. La atmósfera en el mundo leproso se ha visto enrarecida por la reciente balacera ocurrida en las puertas del club el pasado martes por la noche, un hecho que puso en duda la realización del evento y que refleja las tensiones internas que atraviesa la institución. A este incidente se suma la lucha de poder entre dos facciones de la barra, quienes disputan el control del paravalanchas, generando una situación de inestabilidad que preocupa tanto a la dirigencia como a los organismos de seguridad.
A pesar de estos desafíos, el Ministerio de Seguridad de la Provincia de Santa Fe ha dado el visto bueno para la realización del banderazo, asegurando que el evento se llevará a cabo sin mayores inconvenientes. La dirigencia de Newell’s ha trabajado arduamente para garantizar una organización impecable, consciente de que cualquier incidente, por mínimo que sea, podría agravar la ya tensa situación que vive el club.
La Fiesta del Hincha: Un Acto de Fe Inquebrantable
Ni siquiera la pandemia, con sus restricciones más severas, logró detener a la hinchada leprosa. Durante los momentos más duros del confinamiento, los hinchas se congregaron en las inmediaciones del Estadio Marcelo Bielsa, demostrando que su amor por el equipo trasciende cualquier barrera. Esta vez, con el banderazo programado para las 17:00, los jugadores de Newell’s se unirán a la celebración, saliendo al césped del Coloso del Parque Independencia para recibir el aliento de su fiel hinchada durante 30 minutos.
El cambio de horario del banderazo, que solía realizarse a partir de las 19:00, responde a una estrategia de seguridad que busca despejar la zona en horario diurno. Se espera la presencia de 200 efectivos policiales que custodiarán las inmediaciones del estadio y el Parque Independencia, con el objetivo de prevenir cualquier incidente y asegurar que la jornada transcurra en paz.
Instrucciones para el Ingreso al Coloso
Para aquellos que deseen formar parte de este emotivo ritual, el ingreso al Estadio Marcelo Bielsa será libre, sin necesidad de ser socio del club. Cualquier hincha rojinegro está habilitado para presenciar el espectáculo, y las puertas 1 y 3 estarán abiertas para facilitar el acceso. Los directivos del club recomiendan asistir con tiempo para evitar aglomeraciones y garantizar un ingreso ordenado.
El Clásico de la Paz: Un Llamado de Banega
En medio de esta efervescencia, el capitán de Newell’s, Ever Banega, tomó la palabra en una conferencia de prensa, haciendo un llamado a la paz. «Que sea un partido de fútbol y nada más», declaró Banega, pidiendo que el clásico se desarrolle sin violencia, tanto dentro como fuera del campo de juego. Sus palabras reflejan el deseo de todos los que aman este deporte: que la pasión se viva en las tribunas y que el protagonismo vuelva a estar en el juego y en los futbolistas.
Una Fiesta que Trasciende el Fútbol
A pesar de los desafíos y las tensiones, la fiesta rojinegra está asegurada. El banderazo no es solo un evento deportivo, sino una manifestación de identidad y orgullo que une a los hinchas de Newell’s en torno a una causa común. Es el último grito de aliento antes del choque del sábado, un momento en el que la pasión y el amor por los colores se expresan de manera única y conmovedora.
El Parque Independencia será testigo, una vez más, de la inquebrantable fe de una hinchada que, pase lo que pase, siempre está al lado de su equipo. Este banderazo, como todos los anteriores, recorrerá el país y el mundo, mostrando que la pasión por Newell’s Old Boys no tiene límites ni fronteras.