Escándalo en el Servicio Penitenciario: Trece Empleadas Sancionadas tras Hallazgo de Reloj Inteligente en Celda de Brenda Pared
El Complejo Penitenciario Rosario, ubicado en 27 de Febrero al 7800, se ha visto envuelto en un nuevo escándalo tras el descubrimiento de un reloj inteligente en la celda de Brenda Pared, una interna conocida por su vínculo con el narcotráfico y la planificación de crímenes. El hallazgo ha llevado a la disponibilidad de trece empleadas del Servicio Penitenciario (SP) y ha generado una ola de investigaciones administrativas y judiciales.
El Hallazgo y las Consecuencias Inmediatas
Durante un control rutinario, las autoridades penitenciarias encontraron un reloj inteligente en la celda de Brenda Pared. Este descubrimiento desató una rápida respuesta por parte de la Secretaría de Asuntos Penales del Ministerio de Justicia y Seguridad provincial, que decidió poner en disponibilidad a trece empleadas del SP involucradas en la supervisión del pabellón donde se encontraba Pared. Además, se abrió un sumario administrativo para investigar las circunstancias que permitieron la entrada del dispositivo a la prisión.
Fuentes del Ministerio de Justicia y Seguridad indicaron que también se ha dado intervención al Ministerio Público de la Acusación (MPA) para que se investigue el hecho y se determinen las responsabilidades penales correspondientes.
¿Quién es Brenda Pared?
Brenda Pared, de 22 años, no es una desconocida en las crónicas policiales. Pareja de Alejandro Núñez, conocido como «Chucky Monedita», Brenda ha estado implicada en diversos delitos graves, incluyendo la planificación de crímenes y el tráfico de drogas. Su historial criminal se remonta a varios años atrás, convirtiéndose en una figura recurrente en los informes judiciales y policiales.
La joven adquirió notoriedad tras el asesinato de su padre en 2013, un evento que marcó un punto de inflexión en su vida y la involucró profundamente en actividades delictivas. Sergio Alberto Pared, su padre, fue asesinado en una disputa ligada a la venta de drogas, un hecho que Brenda presenció y que posteriormente vinculó a Leandro Vinardi, un conocido integrante de la banda «Los Monos».
Implicación en Crímenes y Narcotráfico
Brenda Pared ha sido señalada como una pieza clave en la red criminal liderada por «Chucky Monedita». Según las investigaciones, Brenda transmitía las órdenes de su pareja desde la prisión a otros miembros de la organización, facilitando así la ejecución de delitos desde el exterior. Esta red de comunicación y coordinación criminal ha sido un foco de las autoridades en su intento por desmantelar la organización.
Uno de los episodios más oscuros asociados a Brenda es su supuesta implicación en una serie de asesinatos ocurridos en marzo, donde cuatro trabajadores fueron asesinados en un lapso corto de tiempo. La Fiscalía sostiene que Brenda jugó un rol activo en la planificación y ejecución de estos crímenes, mientras cumplía prisión domiciliaria en Funes por una causa de narcotráfico.
Un Pasado Marcado por la Violencia
La vida de Brenda ha estado plagada de violencia y tragedias. Además del asesinato de su padre, Brenda fue vinculada al homicidio de Pamela Eugenia Spinetti en 2015. Pamela, una joven madre, fue apuñalada frente a su hija de 9 años por un grupo de mujeres, entre las que se encontraba Brenda según el testimonio de la niña. Este hecho sumó otro cargo grave a la ya extensa lista de delitos atribuidos a Brenda.
La Reacción de las Autoridades y la Comunidad
La disponibilidad de las trece empleadas del SP ha generado un debate sobre la seguridad y la integridad del sistema penitenciario. La facilidad con la que un dispositivo como un reloj inteligente ingresó a la celda de una reclusa de alto perfil ha levantado serias dudas sobre los procedimientos de seguridad y la posible complicidad interna.
Mientras las investigaciones avanzan, la comunidad y las autoridades esperan que se tomen medidas más estrictas para prevenir futuros incidentes y garantizar que el sistema penitenciario cumpla con su objetivo de rehabilitar a los reclusos y mantener la seguridad pública.
El caso de Brenda Pared continúa siendo un ejemplo alarmante de cómo el crimen organizado puede infiltrarse y operar dentro de las instituciones penales, desafiando constantemente a las autoridades en su lucha contra la delincuencia.
