El Negocio de la Ferretería en Rosario: Una Guía para Inversores
Las ferreterías en Rosario representan un negocio de cercanía esencial para la comunidad, proporcionando una amplia gama de productos necesarios para cualquier tipo de arreglo, desde reparaciones domésticas hasta proyectos de construcción. Su presencia se ha vuelto una constante en la ciudad, siendo un negocio que, una vez establecido, tiende a permanecer. Para entender mejor este rubro y lo que implica invertir en él, Suplemento Negocios de La Capital entrevistó a dos experimentados ferreteros, Carolina Armentano y Fernando Tomatis, quienes ofrecen una visión detallada del sector.
Variedad y Especialización: Claves del Éxito
Carolina Armentano, propietaria de la ferretería céntrica Puerto Nuevo, enfatiza la importancia de la variedad en los productos ofrecidos. «Un buen ferretero debe tener tres tipos de productos: los que resuelven algo urgente, los de calidad intermedia, y la línea profesional e industrial», explica. La mayoría de las ferreterías en Rosario optan por tener «un poco de todo» para satisfacer diversas necesidades, aunque algunas se especializan en áreas específicas como plomería, pintura o herramientas de construcción.
Carolina y su familia han estado en el negocio durante más de 30 años, y ella misma ha gestionado su local en Santa Fe al 1000 por siete años. Con más de 50 mil artículos a la venta, la ubicación del negocio es crucial, ya que influye en el tipo de clientela y en las soluciones que se pueden ofrecer. «En el centro hay todo tipo de clientes: personas del barrio y otros que están de paso», señala. Sin embargo, también menciona las desventajas, como la dificultad para estacionar, lo que puede disuadir a algunos clientes.
Consideraciones Financieras y Logísticas
Para aquellos interesados en abrir una ferretería, Carolina sugiere empezar con un local de al menos 150 m² para tener suficiente espacio de almacenamiento. En el centro, un local de 300 m² puede costar alrededor de $1.300.000 mensuales en alquiler. Además, recomienda comenzar con un stock de al menos 40 mil artículos y utilizar tecnología para gestionar el inventario, con software cuyo costo inicial ronda los $300.000.
Fernando Tomatis, propietario de Ferretería Entre Ríos, ubicada en Entre Ríos al 300, destaca la importancia de la ubicación y la posibilidad de expansión. «Elegí este sitio por su potencial para ampliación. Empecé con algo más pequeño y fui creciendo», comenta. Su ferretería también ofrece una amplia variedad de productos, incluso bolsas de cemento, para satisfacer las necesidades inmediatas de los clientes que prefieren evitar desplazarse a un corralón.
Inversión y Rentabilidad
Ambos ferreteros coinciden en que una parte fundamental del negocio es la inversión constante en nuevos productos. «Todo lo que entra se invierte. Primero se cubren los gastos y luego se compran artículos nuevos», explica Carolina. La ventaja de este rubro es que la mayoría de los productos no tienen fecha de vencimiento, lo que permite venderlos incluso después de varios años.
Fernando, por su parte, destaca la importancia de ofrecer un buen servicio al cliente. «Buscamos soluciones para los problemas que los clientes traen al mostrador. La experiencia es clave, ya que muchas veces los clientes no saben exactamente qué necesitan», dice. Esto implica tener paciencia y un equipo de trabajo bien capacitado. Un empleado en una ferretería, incluyendo todas las cargas sociales, cuesta alrededor de $1.000.000 por 8 horas de trabajo diario.
Gastos Adicionales y Equipamiento
Además de los costos mencionados, es importante considerar los gastos de impuestos y servicios, que pueden llegar a $100.000 mensuales, dependiendo del tamaño del local. La electricidad, por ejemplo, puede costar alrededor de $90.000 mensuales debido a la necesidad de mantener la vidriera encendida todo el día. Los seguros contra incendios, robos y rotura de cristales suman otros $50.000 mensuales.
Finalmente, es esencial invertir en mostradores, racks, repisas y placas para colgar artículos. Estos pueden comprarse prefabricados o mandarse a hacer a medida, representando una inversión adicional significativa.
El Desafío del «Cosito»
Uno de los retos más comunes en una ferretería es identificar los productos que los clientes describen vagamente como «cositos». Fernando resalta la importancia de la buena voluntad y la experiencia para entender y satisfacer estas demandas. La capacidad de resolver estos pequeños pero importantes problemas es lo que a menudo distingue a una buena ferretería y fideliza a los clientes.
Conclusión
Invertir en una ferretería en Rosario puede ser una oportunidad rentable siempre y cuando se tengan en cuenta varios factores clave: la variedad y calidad de los productos, la ubicación estratégica del local, la inversión constante en stock y tecnología, y un enfoque en el servicio al cliente. Con estas consideraciones, una ferretería puede convertirse en un negocio próspero y duradero, proporcionando soluciones esenciales a la comunidad local.