Venta de leche destinada a comedores comunitarios en redes sociales genera controversia en Rosario
Una semana después del operativo de distribución de 10 mil kilos de leche en polvo en Rosario por el Ministerio de Capital Humano, algunas de esas cajas aparecieron en venta en Facebook. Una usuaria publicó en un grupo de compraventa la foto de una caja de leche entera en polvo marca Franz, la misma distribuida por la fundación Conin en 34 espacios «avalados» por el ministerio. “Vendo 4 mil cada (una)”, rezaba la publicación.
Eduardo Delmonte, de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), criticó la situación y señaló que era previsible debido al «sistema esquelético» armado por el gobierno. Argumentó que el sistema anterior, aunque imperfecto, tenía una red de distribución de alimentos que funcionaba. Ahora, con el nuevo sistema, la mercadería se distribuye a través de «punteros» y personas que, según él, terminan perjudicando a quienes deberían recibir la ayuda gratuitamente.
El día que las organizaciones de la Unión de los Trabajadores de la Economía Popular (Utep) se concentraron frente a los centros de la Fundación Conin en Rosario, la entidad pidió un listado de personas que acudían a los comedores, lo cual fue interpretado por Delmonte como un intento de construir una base de datos para La Libertad Avanza.
En Mendoza, la Fundación Conin denunció ante la Oficina Fiscal N° 6 por «averiguación de defraudación en perjuicio de la administración pública» tras recibir 15 denuncias anónimas sobre la venta de la leche en internet.
La ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, y Abel Albino firmaron un acuerdo para que la fundación distribuyera parte de la mercadería próxima a vencer, ordenada por el juez Sebastián Casanello. En Rosario, llegaron 10 mil kilos de leche en polvo, almacenados en galpones de una distribuidora local, mientras que Córdoba y Mendoza recibieron cantidades mayores.
La Fundación Camino Conin en Rosario tiene tres Centros de Prevención de la Desnutrición Infantil, asistiendo a unos 200 niños y 60 mujeres embarazadas. La distribución de alimentos por la fundación ha generado críticas por su limitada presencia territorial y denuncias de supuestos requisitos ideológicos para ingresar a los programas, como participar en cursos que rechazan los anticonceptivos y defienden la vida desde la concepción. Estas críticas provienen de organizaciones sociales que sostienen comedores y merenderos populares y ven en estos requisitos una imposición ideológica que influenció la decisión del gobierno de confiar en Conin para la distribución de alimentos comprados con fondos estatales.