Proponen Restricciones a la Venta Ambulante en el Centro de Rosario: Controversia y Debate
El concejal Agapito Blanco, de Juntos por el Cambio (JxC), ha presentado un proyecto de ordenanza que podría cambiar la dinámica comercial en el centro de Rosario. La propuesta busca prohibir que los vendedores ambulantes ofrezcan productos textiles y bijouterie, generando un debate sobre competencia desleal y derechos laborales.
Blanco argumenta que los vendedores ambulantes compiten injustamente con los comerciantes establecidos, quienes pagan impuestos y servicios. «Tienen la misma mercadería que quienes están en un local. No pagan nada y los productos son de una cuestionada procedencia. Los comerciantes de calle San Luis consideran que es competencia desleal», declaró el concejal en diálogo con La Redaccion.
La presencia de vendedores ambulantes en las calles céntricas es una escena habitual en Rosario. Remeras, buzos, bufandas, gorritos y bijouterie de todo tipo se exhiben en las angostas veredas del centro. Sin embargo, para algunos comerciantes, esta presencia representa una competencia perjudicial. A pesar de esto, la convivencia entre ambas formas de comercio ha sido una constante durante muchos años.
Propuesta de Regulación
El proyecto de Blanco propone que los vendedores ambulantes no puedan vender la misma mercadería que los comerciantes formales, específicamente productos textiles, bijouterie y pequeños artículos de electrónica. «La idea es que los vendedores ambulantes no puedan vender la misma mercadería que los comerciantes: productos textiles, paraguas, bijouterie. No lo estamos prohibiendo, pueden elegir otros productos. No queremos que sea un choque entre vendedores ambulantes y comerciantes. Pueden vender todo lo que sea alimentos o de producción artesanal. Pueden vender un gorro tejido por una persona pero no un gorro de marca», explicó Blanco.
Según la ordenanza propuesta, los vendedores ambulantes no podrían ofrecer artículos textiles, de temporada y bijouterie, lo cual incluye gorros, guantes, bufandas, medias, slips, cuellos polares, shorts, gorras y viseras, ojotas, manteles, pañuelos, lencería, paraguas y pequeños artículos de electrónica. Sin embargo, seguirían permitidos los alimentos procesados, puestos de flores, lustrabotas, puestos de globos, barriletes y juguetes.
Blanco enfatizó que la política debe brindar una respuesta tanto a los vendedores ambulantes como a los comerciantes. «No podemos permitir que se venda el mismo gorrito de un lado y del otro del vidrio», sostuvo el concejal.
El proyecto señala que la falta de control sobre la procedencia y calidad de los productos vendidos por los ambulantes representa una competencia desleal para los comercios formales. Además, Blanco destacó que algunos vendedores ambulantes operan con permisos alquilados, creando un mercado paralelo no regulado.
Reacciones y Controversias
La propuesta ha generado reacciones diversas. En una reunión de la comisión de Producción y Promoción del Empleo en el Concejo, los vendedores ambulantes Daniel Díaz, Mariana Pedraza y Patricia González expresaron su rechazo al proyecto. «De la venta ambulante dependen varias familias de la actividad. Estamos dispuestos a defender nuestros puestos de trabajo. El frentista no nos echa, nos prestan sus sanitarios, nos brindan agua caliente. Nosotros nunca vamos a dejar la calle, estamos acostumbrados a defender, es nuestra vida», declararon.
Los vendedores ambulantes sostienen que la aprobación de este proyecto afectaría los derechos adquiridos por aquellos comerciantes debidamente habilitados y podría generar impugnaciones judiciales.
Blanco también señaló una disparidad en la regulación de vendedores ambulantes en diferentes áreas del centro. «Pareciera que hay vendedores de primera y de segunda. En calle Córdoba no los dejan estar, los echan a patadas y se concentran todos en calle San Luis. ¿Ahí quedan bien pero en la peatonal quedan mal? Es un tema para debatir», comentó.
Área de Aplicación de la Ordenanza
El proyecto de ordenanza propone restringir la venta de ciertos productos en la zona céntrica delimitada por avenida Pellegrini, bulevar Oroño y el río Paraná, incluyendo ambas veredas. Esta delimitación busca concentrar las restricciones en una zona específica, evitando conflictos en otras áreas de la ciudad.
El debate continúa en Rosario, donde las opiniones están divididas entre la necesidad de regular la competencia desleal y la protección de los puestos de trabajo de los vendedores ambulantes. La decisión final del Concejo Municipal será crucial para determinar el futuro de esta práctica comercial en el centro de la ciudad.
