Maxi exclusivo: «Que sea una fiesta de Rosario al mundo»
Maxi es Newell’s. Maxi es lepra. Maxi es pasión por la pelota. Maxi es el parque Independencia. Maxi es un golazo en el arco del hipódromo. Maxi es canción en la tribuna del palomar. Maxi es una pisada notable frente a la platea de la visera. Maxi es un pibe gambeteando en la escuelita de Malvinas. Maxi es una práctica en Bella Vista. Maxi es el campeón juvenil sub-20. Maxi es la volea inolvidable ante México en 2006. Maxi fue uno de los jugadores preferidos de Diego Maradona al frente de la selección. Maxi es el gol agónico en Arroyito. Maxi es la renuncia a lo material y al confort para remar y ponerle el hombro al equipo del corazón.
Maxi es el gran campeón rojinegro en 2013. Maxi es festejo en el Monumento a la Bandera. Maxi es el futbolista de una sola camiseta en el país. Maxi es el jugador del pueblo rojinegro. Maxi es el amigo de Lionel Messi. Maxi es el que tendrá un megahomenaje histórico e inédito en el fútbol rosarino. Maxi es un gran tipo y compañero. Maxi es amor por su familia. Maxi es un embajador de Rosario en el mundo. Todo esto y mucho más es Maxi.
Por ello, tendrá un día soñado, su gran despedida, su tributo conmovedor, en un safari extraordinario donde la Fiera juntará a todas las “bestias” de la jungla futbolística. ¡Gracias Maxi!, una frase que excede a los hinchas de Newell’s y que incluye a todos los amantes del fútbol de alta calidad. Tamaño personaje de la historia de Newell’s y el fútbol rosarino visitó el icónico edificio del diario La Capital en la previa de su partido homenaje. Feliz, sonriente, distendido y, a la vez, emocionado habló de todo con Ovación. Una charla imperdible, de arco a arco, frontal, tal cual como jugó cada vez que pisó una cancha, sin tirar la pelota afuera y a corazón abierto, hasta dejando escapar alguna lágrima durante el relato. Un auténtico MR11, un crack, que vivirá la gran despedida del fútbol. Y con el partido más importante de todos que ya ganó por goleada: el del amor eterno y la gratitud de parte de la gente. Una Fiera con todas las letras.
– Te preparaste para partidos muy importantes, en mundiales o por títulos, ¿estás preparado para tu gran homenaje?
– Nunca, y la verdad me cuesta prepararme sobre todo de la parte emocional, de lo físico estamos para lo que podamos jugar. Pero esto te hace remover muchas cosas y la parte emocional toda esta semana estuvo a flor de piel. Estoy disfrutando todo este camino que estamos haciendo para que todo salga de la mejor manera. Creo que así va a ser. Y es muy movilizante todo este tiempo previo.
– ¿Te acordás la primera vez con una pelota de fútbol? ¿El primer recuerdo adónde te lleva?
– A mi casa donde estaban mis abuelos, mi vieja y yo era muy chiquito, toda la ropa me quedaba muy grande. Ahí es donde empecé a dar mis primeros pasos en la casa de mis abuelos donde estaba todo el tiempo pateando una pelota.
– ¿Y la pasión por Newell’s cómo empezó, fue creciendo o fue a amor a primera vista?
– Creo que fue siempre igual, desde el primer momento que mis abuelos y mi vieja me llevaron a Malvinas, ahí empieza todo ese amor, esa locura por el club. Yo era muy chico, tenía dos años y medio cuando me llevaban a Malvinas y jugaba con compañeros más grandes porque todavía no estaba mi categoría, la 1981. Imaginate que en ese tiempo dos o tres años era mucha diferencia sobre todo en la parte física, pero yo era una piltrafita que entraba, me divertía y corría para todos lados. Allí todo era ilusión.
La Fiera y la pelota, su gran compañera.
– Entonces se puede decir que incluso antes de ir al colegio empezaste a jugar al fútbol. ¿Es así?
– Sí, empecé primero a patear e ir al club que al jardín, tengo recuerdos y fotos de ese tiempo que son muy lindos y sobre todo con el correr del tiempo van agarrando mucha más fuerza y te mueven mucho más.
– Ibas a la escuelita de fútbol de Newell’s a entrenarte y en esos primeros años ¿con qué soñabas?
– Lo disfrutaba muchísimo y no tenía tan presente el sueño de querer jugar en primera, no estaba tan obsesionado, por decirlo de alguna manera nunca lo estuve, pero disfrutaba de todo ese proceso. En la categoría 81’ formamos muy buenos amigos que después con muchos tuvimos la oportunidad de jugar en primera, o encontrarnos con otros compañeros en otros clubes. La verdad es que Malvinas me marcó mucho, lo disfruté mucho porque es donde uno empezó a dar los primeros pasos.
– ¿Cuándo ves ahora a los chicos usar la camiseta con el número 11 y tu nombre escrito qué sentís?
– Orgullo. Nunca en la vida me imaginaba que iba a estar un nene o una persona mayor con la camiseta de uno. La verdad, es increíble. Todavía lo sigo viendo y a veces me choca un poco, es rara la sensación. Pero sobre todo me gusta mucho verlo con los chicos. Uno también fue un niño y tenía la ilusión de querer jugar en primera, tener cerca a tu ídolo. Ver a los chicos con esa ilusión es algo muy lindo.
– Los chicos no se ponen cualquier número de camiseta, lo eligen y eso tiene un valor agregado.
– Siempre uno elige lo que quiere ser, sobre todo los chicos que tienen todo al alcance de la mano con la tecnología, pueden ver todos los partidos y elegís a tu ídolo o a la persona en que te reflejás y eso es algo muy fuerte.
– Jugaste en primera, en la selección y en un momento estabas en Liverpool jugando en la Premier, en copas europeas y volviste a Rosario, a Newell’s. ¿Fue una de las decisiones más importantes de tu carrera, cómo lo ves con el paso del tiempo?
– Fue “la decisión”, por decirlo de alguna manera, porque fue algo sentido por mí y no me dejo llenar la cabeza con ninguna decisión, y menos con algo tan importante como era esta elección. Es algo que lo fui procesando en mi cabeza solo y es algo que quería hacer, pero tenía un contrato vigente que era lo que más me preocupaba en ese momento. Igual estaba convencido de lo que quería hacer y fue la decisión más importante que tomé, pero me sentía muy tranquilo de poder hacerlo. Me costó mucho desvincularme de Liverpool, que entiendan por qué lo quería hacer. No entendían, pero yo ya lo tenía en la cabeza, estaba muy convencido de lo que quería y creo que el vínculo con el hincha de Newell’s se hizo muy fuerte a raíz de esa decisión.
– Si bien volviste en un momento complicado creo que al fin el regreso terminó siendo soñado. Cuando pasás por el club y ves las camisetas y el escudo que dicen “Newell’s campeón 2013”. Vos sos parte de ese título. ¿Qué sentís?
– Sí, es una locura, creo que no estaba en la cabeza de ninguno de nosotros y en la mía tampoco. Si te tengo que decir que pensaba salir campeón peleando el descenso te digo no, eso a lo mejor lleva a una consecuencia de dos o tres años de hacer las cosas bien y poder lograr algo. Pero todo se dio muy rápido. Porque la verdad que cuando veíamos la tabla del promedio no podíamos creerlo que no había nadie más abajo que Newell’s y al año estar entrando en la Copa Libertadores fue una imagen muy fuerte para todos.
– ¿Cuál es tu deseo para este partido homenaje, qué te gustaría que pase en el Coloso? ¿Cómo lo imaginás?
– Lo imagino como una fiesta, quiero que sea una verdadera fiesta, para todos. Para el fútbol en general, pero sobre todo para la gente que va a estar ahí, que hizo el esfuerzo de sacar su entrada para ir a la cancha, queremos hacer un verdadero show que sea una verdadera fiesta, no un partido tradicional. Va a haber fan fest fuera del estadio, todo lo que uno ve afuera lo quiere replicar acá y creo que ya va a ser el último abrazo con el hincha, después de esto no va a haber más.
– ¿Te das cuenta la cantidad de invitados que tenés, su trascendencia, lo llegás a dimensionar y eso quiere decir: “en la vida hice las cosas bien”?
– Sí, me lo remarca mucho la gente que está al lado. Uno va haciendo todo tan natural, voy hablando con todos y a veces se sorprenden. No voy a dar nombres pero llamás a fulanito para invitarlo y los que están conmigo me dicen, estás hablando con tal y quiere venir a jugar y saber cuántos minutos va a jugar, y esto y lo otro. Lo hago tan naturalmente que por ahí no tomo dimensión, pero con estas cosas te das cuenta que uno ha dejado algo, un legado importante, que todo el mundo quiere estar. Más de 40 invitados que van a estar este día, otros chicos también que van a estar en la tribuna que no pueden jugar, es algo lindo que moviliza bastante, que puedan venir a compartir horas conmigo. Así que como me dicen los chicos de la productora, me tengo que hacer cargo de lo que se generó. Es algo muy lindo, creo que va a ser un día muy movilizante.
– Hay un montón de invitados muy importantes, cada uno te acompañó en momentos determinantes de tu vida y por algo estarán ahí, pero ¿qué se siente ser amigo, o compañero, o tener una muy buena relación con Lionel Messi, por su humildad, su don de gente, y si te acordás cuando fue la primera vez que hablaste con él, que lo saludaste?
– Leo es así, lo digo siempre y también a los amigos y la familia. Es increíble lo simple y lo sencillo que es con lo que representa para el mundo. Pero así es, un fuera de serie y no necesito estar diciendo si viene o no. Él va a decidir si quiere venir a compartir un rato ese día conmigo y las 40 mil personas que estén ahí también. Leo es lo más grande que hay y tuvimos la oportunidad de disfrutarlo. Yo como compañero y contemporáneo muchos años en la selección, compartí prácticamente todo con él. Somos de la ciudad, somos de Newell’s, tenemos muchas cosas en común. Lo conocí cuando empezó a dar sus primeros pasos cuando debutaba en Barcelona y yo estaba en Espanyol. Ya lo había conocido en un restorán antes. Se hablaba mucho de él, de que venía un chico con muchas condiciones que era de Rosario, y cuando empieza a dar esos primeros pasos te das cuenta que no era de este planeta.
Foto: Celina Mutti Lovera / La Capital
– Contaste que tenés una buena relación con Marcelo Bielsa, una persona hermética, en cuanto a lo público. Igual también le caes bien a Marcelo, o sea que vas por el lado correcto de la vida.
– Sí, a Marcelo le tuve que pedir la llave del estadio para hacer el partido (risas), pero eso es lo lindo. Es el ídolo máximo que tiene la institución, pero todos hicieron algo por el club, después está la gente que dice si es más o menos. Sin dudas, Marcelo es una persona muy, muy, importante en el club y a nivel mundial en el fútbol. Pero siempre que le mando un mensaje o tratamos de hablar está ahí a la orden para lo que sea y, bueno, para mí también es un ídolo, es un grande y es uno de los invitados. Sabemos que es muy difícil que pueda estar, pero hasta último momento lo vamos a estar esperando como a todos los demás invitados.
– En cuanto al partido en sí, van a estar Scaloni, Samuel, Heinze. ¿Tienen algún temor de que sea muy picante y friccionado?
– (Risas) Tenemos miedo porque ya no están en estado y los movimientos empiezan a ser más torpes, pero la verdad que nos vamos a cagar de risa. El partido va a ser algo anecdótico por decirlo de alguna manera, pero todos cuando están ahí quieren ganar, va a ser muy divertido y queremos que en el partido sucedan cosas. Estamos cerrando todos los detalles y va a haber una linda banda. Muchos que hace tiempo no pisaban el Coloso, lo hablaba con el Bati (por Batistuta) que hace mucho no estaba en esta cancha y volverá a ponerse la camiseta de Newell’s. A mí me hace muy feliz, que ellos lo puedan disfrutar y que sean parte de esta fiesta. Más allá que sea mi homenaje, me gusta que se sientan parte de todo esto. También lo hablaba con el Toto Berizzo que está haciendo lo imposible para venir. Marito Zanabria también, una leyenda del club. Va a haber nombres muy fuertes que van a estar ahí, con la camiseta de la selección también va a haber nombres muy importantes. Y algunos que estamos vinculados con las dos camisetas. Bati, el Toto Berizzo, Scaloni, Samuel, otros chicos que fueron parte del sub-20, el cabezón D’Alessandro, Nico Burdisso, Maurito Rosales, Leo Ponzio, va a haber una linda banda jugando este día.
– Un dato no menor que habla bien de vos, es que tenés amigos identificados con Central, que fueron compañeros en la selección, que se aprecian. A lo largo de tu carrera nunca polemizaste con el rival y toda la gente te respeta. ¿Lo ves así?
– La verdad que es así y está claro que en la ciudad cada uno va a defender sus colores. Está bien que sea así, siempre con límites y respeto. Es como cuando vas a un cumpleaños, quién no invita a un amigo de Central, no lo vas a dejar afuera por eso. Esto es un evento totalmente diferente, que va más allá de una rivalidad de colores. Está claro que vamos a jugar con la camiseta de Newell’s y de la selección, pero si está Angelito (Di María), el Pocho (Lavezzi) o el Kily (González), son mis amigos, mis invitados y quiero que la pasen bien también. Seguro que ellos van a jugar con la camiseta de la selección porque es así. Pero que la gente los reconozca que son de la ciudad, campeones del mundo como en el caso de Fideo y es un fuera de serie, al igual que el Pocho y el Kily. Daríamos un mensaje desde el Coloso al mundo. Creo que la gente está preparada para hacerlo.
– Vas con tus hijas a la cancha, ¿son más fanáticas del fútbol o de Maxi?
– Son fanáticas de Newell’s, yo no las quería llevar tanto a la cancha por esa locura, pero de ir a la cancha la van agarrando de las dos camisetas, porque de Newell’s y de la selección son muy fanáticas. No se quieren perder ningún partido de Newell’s. Aunque no querían, porque les daba un poco de vergüenza, van a jugar un ratito.
– Ahora varios clubes te podrían contratar como mánager, porque entre técnicos, jugadores y ex jugadores que convocaste va a ser una constelación de estrellas. ¿Es un orgullo para vos?
– Esto es lo que uno quiere hacer. Tengo a los chicos de la productora que están acá conmigo, son unas fieras porque todos los líos que les vas tirando los resuelven. Lo que les dije es que quiero que sea una fiesta, que el foco esté en el show, que la gente lo disfrute, que vayan temprano a la cancha para entrar tranquilos. Van a ir pasando cosas, que un par de horas antes estén ahí para disfrutar de todo. Música, juegos de luces, fuegos artificiales y otras cosas. Va a haber sorpresas, algunas que me fui enterando, y otras que van a ser también para mí.
– Las entradas se agotaron rápido pero va a haber muchísima gente que lo va a seguir por tele también. ¿Qué mensaje le das a la gente?
– Se agotó todo muy rápido, no me esperaba que en una semana se vendan las 40 mil que tiene de capacidad el estadio. Quiero que lo vivan con tranquilidad, es una fiesta. También con disciplina, que se pueda llevar a cabo el minuto a minuto, tenemos todo armado con la televisión y los que no pudieron sacar la entrada que lo puedan disfrutar de la manera que sea. Hubiera sido lindo que el estadio tuviera otra capacidad para que todos pudieran ir pero es lo que hay. Dar el mejor producto, la mejor fiesta, el mejor evento y que sea una fiesta de Rosario hacia el mundo.
– Si le tuvieras que poner un título a tu carrera en pocas palabras, ¿cuál sería?
– Fue todo una película. Yo tenía solo un sueño que era jugar en Newell’s y después lo que vino fue una película increíble.
– Lo último, ¿quién es Maxi Rodríguez?
– Una persona común y corriente, simple y sencilla. Ya esta semana empezó la emoción de volver a ponerse los botines, ir a la cancha, salir por ese túnel (termina con lágrimas y la voz quebrada).