Una balacera contra otro socio de This Week, el antecedente de un ataque que pudo ser tragedia
Un hombre de 43 años fue baleado cuando estaba dentro de su camioneta frente a la escuela Medalla Milagrosa del barrio Alberdi, adonde había llegado a dejar a su hijo y un compañero del chico. La víctima, que es gerente de la empresa textil This Week, recibió un balazo que le atravesó la cara y, aunque está fuera de peligro, se trata de una herida compleja. Para los investigadores la principal hipótesis es que fue un ataque sicario y no en ocasión de robo, aunque resta esclarecer si se equivocaron o no de objetivo. En 2020 otro hombre vinculado a la misma empresa había sido baleado.
La mañana del martes Diego Héctor G., de 43 años, llevó a su hijo de 12 años y un compañero del chico a la escuela Medalla Milagrosa, ubicada en José C. Paz al 1900, barrio Alberdi. Arribaron por calle Superí y frenaron al llegar a la esquina para que bajaran los chicos. Eran aproximadamente las 7.10. Cuando los adolescentes ya habían ingresado al edificio aparecieron dos hombres, encapuchados y con las caras tapadas con barbijos, que desenfundaron un arma de fuego y sin mediar palabras dispararon directamente al conductor.
Fueron al menos 7 disparos, según la cantidad de impactos que quedaron en la chapa y la ventanilla de la camioneta. Uno de esos balazos entró por la boca de la víctima y le salió por atrás, cerca de una oreja. Otros atravesaron el habitáculo del vehículo y salieron por la ventanilla del acompañante. Los chicos, por su parte, resultaron ilesos.
Los autores del hecho corrieron por José C. Paz en dirección al norte y se subieron a una moto donde los esperaba un cómplice. Esa imagen quedó registrada en una cámara de vigilancia de la zona. En tanto, la víctima se afirmó al volante de su camioneta y como pudo dio la vuelta manzana hasta el ingreso del Hospital Alberdi, ubicado sobre la avenida Puccio. Desde allí, luego de las atenciones primarias, lo derivaron a un sanatorio privado del centro de la ciudad.
El hecho llenó de conmoción tanto al barrio como a la comunidad educativa de la escuela Medalla Milagrosa. Mientras los peritos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) trabajaron en la zona, los estudiantes miraban los movimientos por la ventana. Es que las autoridades decidieron continuar la jornada con normalidad, aunque el ataque había generado impacto entre los chicos.
Entre quienes se asomaban por las ventanas de la escuela había sonrisas y gracias lógicas de adolescentes exaltados por un suceso inusual para ellos. Pero también rostros de preocupación, miradas fijas hacia la escena del hecho, como la de quien da vueltas alrededor de un pensamiento. Mientras tanto, los vecinos no salían del asombro, entre curiosos que miraban el trabajo de los peritos, testigos seleccionados al azar y otros ciudadanos que pasaban por el lugar y sacaban fotos al vehículo baleado que había quedado en la puerta del hospital.
Ataque sicario
«Lo vinieron a matar», aseguró un policía mientras trabajaba en el lugar del hecho. Entonces explicó la secuencia según una hipótesis principal: los autores fueron tres, llegaron al lugar en moto y esperaron sobre calle José C. Paz el arribo de la camioneta que llegaría por Superí. Cuando vieron el vehículo estacionar, y luego de que descendieran los chicos, dos de ellos se acercaron y gatillaron sin dar tiempo a que la víctima reaccionara. Que Diego G. sobreviviera fue pura fortuna y mala precisión de los gatilleros: los siete balazos impactaron con varios centímetros de distancia uno de otro.
La principal hipótesis de los investigadores es que se trató de un ataque planeado contra la víctima y no un intento de robo como se supuso en un principio. Incluso, según trascendió por distintas fuentes, un vecino contó que el lunes por la mañana había visto en la zona del hecho a la misma moto en la que se movían los agresores este martes. Lo que la investigación podrá esclarecer, si es que avanza, es si la víctima era el objetivo real del ataque o si se trató de un error.
De Diego Héctor G. se supo que tiene tres hijos menores y que es gerente de la empresa de ropa This Week. En ese marco fue que habló con los medios el dueño de la firma, Sergio Collatti, quien en diálogo con radio LT8 aseguró que la víctima no tenía ningún problema previo. «No hay nada, ni una amenaza, ni un papel, ni un llamado. La vida de Diego es el trabajo, su casa, jugar al fútbol. No tuvimos ningún episodio previo», sostuvo Collatti.
«Yo contesto a los medios para disipar cualquier sospecha. Estaba llevando a su hijo y al amigo, se tiró arriba de los nenes. Tenemos que hablar de un milagro», indicó el hombre. Sin embargo, según fuentes policiales los adolescentes ya no estaban en la camioneta cuando ocurrió el ataque.
En una ciudad en la que son conocidas las historias de empresarios y comerciantes extorsionados por bandas criminales, fue esa una de las consultas que se hizo al dueño de la empresa. «No hemos tenido ningún tipo de episodio. Él no tiene vínculo con nada ni con nadie», respondió Collati. «La fábrica nuestra iba a hacer un bar en un galpón nuevo, con 100 puestos de trabajo. Hoy decidí que no voy a hacerlo. La ciudad acaba de perder 100 puestos de trabajo», contó el empresario en relación a un proyecto que decidió suspender.
Si hay un dato a tener en cuenta es que otro hombre vinculado a la firma This Week había sufrido un ataque similar hace tres años. Fue el 16 de junio de 2020, en Zuviría al 7400, cuando personas que iban en moto balearon la camioneta de un socio de la empresa.