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En Newell’s hubo conformidad pero también tomaron nota

Que Newell’s hizo una mejor campaña de lo esperable, sí. Que hasta la Copa de la Liga exhibió la enorme frutilla de ganar el clásico, también. Que coqueteó con la chance de pelear el título, además. Pero el final dejó un sabor amargo. De eso tampoco hay dudas. Y no sólo porque quedó afuera de los cuartos de final por cuestiones propias, sino por ciertas alarmas que no gustaron. Una de ellas fueron las flojas respuestas que volvió a entregar Iván Arboleda en un partido fundamental. La otra fue la irresponsable expulsión de Pablo Pérez cuando faltaba un montón para intentar revertir la suerte ante Gimnasia. Los goles marrados cuando podían definir el encuentro y la clasificación en La Plata, también dolieron pero se entendieron más como circunstancias del partido. Tal vez más subterránea quedó la situación de Djorkaeff Reasco, quien no dio el piné cuando más se lo precisaba, y que extiende el análisis a la cita anterior con San Lorenzo. Si esos ruidos que se generaron derivan en decisiones, lo dirá el tiempo. Pero se tomó nota.

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Pablo Pérez es el último estandarte de la época dorada del Tata Martino y el domingo en La Plata pasó del cielo al infierno en un tiempo. Al inicio del partido marcó de zurda la apertura del marcador que le daba la clasificación directa a Newell’s e inmediatamente después del 3-1 de Gimnasia, al comienzo del complemento, le pegó una patada descalificadora de atrás a Brahian Aleman en mitad de cancha y luego se manoteó con Cristian Tarragona para ser expulsado cuando había mucho tiempo por delante. El mismo presidente leproso, Ignacio Astore, se puso como escudo de las críticas que arreciaron hacia el capitán leproso. Lo defendió públicamente a capa y espada, pero puertas adentro se sembraron interrogantes. Está claro que PP8 fue en esta Copa de la Liga el jugador que aportó más claridad en el medio, con mayor continuidad al menos, ya que de Nicolás Castro se esperó mayor incidencia. Pero otros datos también fueron incontrastables. Habitualmente fue el primero en salir en cada complemento y, pese a ser preservado en el intensísimo partido frente a Racing, no pudo ser el desnivel en el siguiente partido, fundamental en la clasificación ante San Lorenzo en el Coloso. Trascartón llegó la innecesaria reacción violenta ante el Lobo.

Que siempre fue sustituido, algo que no le ha gustado mucho al principio, tiene que ver con la edad (en agosto cumple 37), pero además en varias ocasiones fue el primero en salir, como ante San Lorenzo o más lejos en el tiempo, ante River cuando el partido aún estaba 0-0. Con el que más jugó fue ante Central, 74’.

Precisamente, Sanguinetti siempre lo tuvo de referencia. Lo preservó antes del clásico para jugar en Junín porque tenía cuatro amarillas. También lo hizo en el Cilindro de Avellaneda, haciéndolo ingresar luego. Pero lo dicho, justo ante en el partido decisivo ante el Santo fue el primero en salir con el partido a tiro y cuando recién iban 8 minutos del complemento. Y la expulsión con Gimnasia alteró los ánimos más allá de las defensas públicas. ¿Significa algo más que eso? El tiempo lo dirá.

Refuerzos en la mira

Adentro. Floja respuesta de Arboleda en el empate tripero. El arquero, cuestionado.

Adentro. Floja respuesta de Arboleda en el empate tripero. El arquero, cuestionado.Marcelo Bustamante

Si un refuerzo pidió con insistencia Javier Sanguinetti ese fue Iván Arboleda. Pero claro, llegó con poco rodaje y se notó enseguida. Rápidamente Ramiro Macagno recuperó su puesto pero la lesión y el hecho de haber tenido que recurrir a un cuarto arquero (Franco Herrera) para resolver el partido con Patronato, propició la vuelta al arco del colombiano. Pareció haber recuperado ritmo en los encuentros siguientes hasta que llegó la definición en La Plata. Y no es que Arboleda se haya mandado un macanón, como ante Argentinos o River fundamentalmente, pero su respuesta en el gol del empate de Gimnasia, sobre todo, no fue la esperada, tampoco en los otros dos y otra vez se pone en duda su continuidad. ¿Tendrá nuevas oportunidades o Newell’s irá en búsqueda de un arquero como todo hace suponer?

Otra de las incorporaciones del último mercado fue el joven delantero de la selección ecuatoriana, Djorkaeff Reasco. Impresionó siempre bien cada vez que entró, se dio el gusto de marcar su primer gol ante Platense, pero cuando tuvo la chance grande no la aprovechó. Fue titular en el partido clave ante San Lorenzo y no cumplió las expectativas. Para el choque decisivo frente al Lobo ni siquiera fue al banco pese a que viajó. Otro tanto ocurrió con Nazareno Funez, pero el centrodelantero es jugador de la casa. No por nada le ganaron sus lugares en el banco en el último encuentro Genaro Rossi, autor de un gol en la Copa Argentina, y Luciano Cingolani volviendo del ostracismo.

Arboleda sobre todo, y Reasco no dejaron satisfechos a la conducción leprosa en el cierre del campeonato. Pablo Pérez también sembró muecas de disgusto. En la enorme chance perdida no solo quedó amargura y búsqueda de paliativos o consuelos. También se tomó nota. Lógico, si se supone que la ambición para lo que viene será ir por más.

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