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“Me ha ido bien en la vida”, el mensaje de Gerardo Rozín en su despedida de La Peña de Morfi

El periodista y conductor rosarino Gerardo Rozín murió este viernes a sus 51 años producto de una enfermedad que lo tuvo a maltraer desde el año anterior. Pero más allá de la desaparición física, Gerardo, un tipo apasionado y dedicado a los medios, dejó un legado con sus trabajos en los diferentes programas y ciclos en los que tomó parte.

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Es que Gerardo trabajó en medios, desde la época en que hacía sus primeras armas en Rosario, donde comenzó en radio y en Rosario/12 en su querida ciudad de Rosario, una ciudad de la que siempre se sintió orgulloso.

Rozín fue multifacético en su carrera en los medios.

El último ciclo en el que Gerardo formó parte fue La peña de Morfi, de donde se despidió el domingo 27 de diciembre pasado.

Ese día se emitió el último programa del ciclo que tuvo como conductor a Gerardo Rozín. Ese día tuvo muchos momentos emotivos, con una mezcla de nostalgia, de recuerdos, pero también de felicidad. Ese día Gerardo se despidió de sus compañeros y del público con un brindis que dividió en tres segmentos.

“Pensaba mientras venía para acá que, por algunas razones, el brindis personal por primera vez me lo guardo. ¿Por qué? Porque lo tengo bien. (…) Quiero a los que me quieren. Me quieren a los que quiero. Lo saben. Voy derecho al laburo”, señaló el conductor.

“El brindis lo divido en tres partes. Soy un tipo que no tuve nunca un fin de semana. Comencé a trabajar a los 15 años en un diario y en los diarios se usaba tener franco viernes y sábados o domingos y lunes”, agregó.

“Desde entonces, y no hay queja, porque me ha ido bien en la vida. Vivo de lo que me gusta. Cero queja, es solo un comentario. Mis hijos nunca me vieron un fin de semana completo. Porque cuando no fue una cosa, fue el diario, Sábado bus o en Tres poderes o en Gracias por venir”, señaló.

“Yo hace más de 30 años que trabajo y, salvo las tres o cuatro semanas de vacaciones, nunca tuve sábados. Entonces, hoy entendí que yo trabajo para una gente que disfruta de una manera distinta. Yo disfruto tratando de que disfruten”, reflexionó Gerardo.

“Te cambia la perspectiva entender que cada uno con su laburo decide su gramática. De dormir a los hijos, de irse de vacaciones y nosotros somos de esta banda que reconoce tanto en la señora vestuarista que está ahí, como en un señor de Boca que me ha perturbado los últimos ocho meses acá con mucha malicia. Esa es la casa nuestra, no la vida nuestra”, argumentó Gerardo, con la quebrada y los ojos rojizos.

“La casa nuestra, no la vida. Habitamos ese mundo donde trabajamos todos para hacer este u otros programas”, dijo Rozín, que agradeció a toda la gente de Telefe.

Y agregó: “Fue un año muy exitoso para nosotros. Tiene que ver con lo profesional, pero en mi caso, y no quiero aclarar más nada, también con lo personal”, agregó, en referencia a sus complicaciones de salud que lo llevaron a abandonar la conducción durante varios domingos entre los meses de abril y mayo pasado.

“Hay algo de lo que acá se ha generado que nos ha hecho bien. A nosotros y a mucha gente que pasó la pandemia, los enfermos, los muertos, mirándonos un ratito porque sentían que la música los ayudaba”, continuó.

“Esa mezcla rara, que ya dijimos el año pasado, hoy se repite. Con más esperanza, con mucha más alegría, con más vacunas y con ganas de salir rajando de todo esto”, señaló Rozín con los ojos húmedos.

“Pero quería ser muy puntual en el agradecimiento. Como lo quiero hacer con todos los compañeros y compañeras. Hacer este programa en vivo cinco horas es un dolor de tujes divino y sale y nos gusta”, dijo el conductor antes de encarar el tercer saludo.

“Si miran de lejos, programas de música donde una persona toca cinco temas seguidos es algo que no se usa más. No digo ni que esté bien, ni que esté mal. Pero eso que hacemos nosotros nos llena de orgullo y nos da felicidad”.

“Sentimos que cada vez que alguien descubre una canción, un músico o una letra que lo ayuda a ser más feliz, ¿sabés que sentimos nosotros? Que esa persona estaba sola y no está más sola. Porque tiene una canción”, explicó.

“Los que amamos las canciones somos así. Cuando hacemos esta clase de programas sentimos que sacamos de la soledad y llevamos a la alegría, a la fiesta y el baile a un montón de gente”.

“Yo brindo por todo lo que dije y, por sobre todo, por la música. Lo que ha generado este programa, que nos tiene unidos, nos va a reencontrar el año que viene y nos permite decirles a ustedes, gracias por estar todos los años”, cerró, muy conmovido el periodista rosarino.

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