Central se encendió al fin, se llenó la boca de gol y vapuleó a Arsenal
Central tuvo un primer tiempo arrollador, donde lo liquidó. Fue un 4 a 0 a Arsenal que le sirvió para dejar el último puesto. Tres gritos de Gamba y uno de Ruben
Tres veces puso Central la pelota en el área Arsenal en los primeros 15 minutos y de golpe y porrazo, aún en medio de un arranque de partido que le resultó ciertamente incómodo, el canalla empezó a liquidar el partido. Sí, así de sencillo hizo el equipo del Kily González el partido contra Arsenal para lograr su segunda victoria en el torneo, para dejar la última posición en las posiciones y para descomprimir en días agitados. Una victoria contundente, sencilla, arrolladora, pero de un enorme valor futbolístico y porqué no emocional.
Central manejando la pelota y Arsenal metido allá atrás, con cinco en el fondo, sin la mínima intención de exponerse al golpe por golpe. Así fueron esos primeros minutos incómodos para un Central que en medio de esa incomodidad se expuso al cachetazo, que no fue tal porque Broun le tapó con la punta del pie derecho el remate cruzado a Albertengo. Hasta ahí, algo de calma, pero también fragilidad.PUBLICIDAD
Ahora, en cuestión de minutos Central no sólo se acomodó, sino que impuso las condiciones necesarias como para ya no sufrir más el resto del partido. Es que fue una ráfaga de ataques en las que se decidió a meter la pelota en el área y que las mismas terminen en gol.
A los 7’ El Pupi Ferreyra jugó para Covea por izquierda, el venezonalo dominó y la metió por bajo, hacia atrás, al corazón del área, para que Gamba empezara a lucirse. De zuda lo agarró a contrapierna al arquero Sappa. Dos minutos más tarde el Pupi tiró una diablura por derecha, sin cederla para Ruben, que venía buscando la diagonal hacia el centro del área, y ahí fue el balón, pero casi sobre el segundo palo, donde estaba esperando Gamba, expectante, para meterle el frentazo al primer palo. Ya había olor a sentencia.
Pero el envió de Central fue tal que lejos de sacar el pie del acelerador fue por más. Y en un córner que terminó con un remate de Martínez y un remate en un defensor de Arsenal, Ruben recibió a modo de regalito esa pelota llovida para meter una mediavuelta de zurda, para ponerla contra el palo izquierdo.
Central a esa altura había hecho casi todo pero haciendo poco y nada desde el juego. Porque Covea sólo había mostrado algún que otro chispazo, Ojeda intentó administrar con criterio, pero cometiendo algún que otro error, Zabala nunca había llegado a traccionar con potencia por derecha. Claro, para que hacer todo eso si la cosa pasaba por el simple hecho de poner la pelota dentro del área del equipo de Sarandí.
¿Seguro esa así? Tal cual. Porque la otra vez que sucedió eso, luego de que Zabala anticipara a Larralde y alargara para Gamba, el mendocino sólo tuvo que mostrar fineza en el toque de zurda para marcar el cuarto. Casi como una ironía se podría decir que el gran error de Central en ese primer tiempo a todas luces fue no convertir el quinto, en el cabezazo del Pupi Ferreyra (se fue al lado del palo izquierdo) tras el centro preciso de Blanco.
Tan roto estaba el partido que Damonte metió cuatro cambios en el inicio del complemento, aunque ni así pudo acomodar las cosas. Es más, como indicaba la lógica, Central sacó el pie del acelerador, pareciendo desoír esos pedidos incesantes de parte del Kily para que siguieran de la misma forma.
Fue eso lo que hizo que las ocasiones de gol se espaciaran. Un tiro libre del Pupi Ferreyra, débil y un centro de Gamba que Zabala no alcanzó a conectar en el segundo palo fueron esas arremetidas de un Central ya mucho más cauto y que una de las pocas con las que sufrió fue en esa penetración de Albertengo, en la que Broun se impuso en el mano a mano.
Algo más de vértigo volvió a tener el equipo con los ingresos de Dupuy, Caraglio e Infantino, pero tampoco Central se vio en la necesidad de enloquecer para lograr que la goleada fuera más abultada. Y así, con algo de insistencia, pero ya sin tanta claridad el canalla acompañó el cierre de un partido en el que mostró una eficacia impresionante, que lo resolvió de manera muy sencilla y que le permitió regalarse una sonrisa después de algunos días agitados. Central ganó. Central gustó. Central goleó.
El primero. Zurdazo de Gamba a corta distancia.
Gamba se tira en palomita para el segundo.Sebastián Suárez Meccia
El grito sagrado de Ruben, en el tercero canalla.Sebastián Suárez Meccia
Gamba define arriba ante la salida de Sappa. El cuarto de Central.Sebastián Suárez Meccia