Un barrio conmovido por la muerte de Rosa, la mujer asesinada a puñaladas por su hijo
Una vecina de la víctima contó que madre e hijo tenían un vínculo conflictivo. Aludió a un episodio previo en donde el hombre la había querido matar
La noche del martes un hombre de 40 años llamó por teléfono a la policía para avisar que su madre, de 82 años, estaba muerta en su domicilio de Callao al 2600. La mujer, identificada como Rosa Zorico, tenía puñaladas en su cuerpo y signos de haber sido quemada. Estaba dentro de un ropero y los forenses estimaron que llevaba entre tres y cuatro días fallecida. El hijo de la víctima quedó detenido por ser el principal sospechoso del crimen.
En las cuadras de Callao al 2600 el estupor por el asesinato de Rosa Zorico se multiplicó a medida que se conocía la noticia. Los vecinos de la cuadra recordaron a la mujer, jubilada del rubro comercial y vendedora de cosméticos, como una vecina de muchos años. Así también dijeron que su hijo, identificado como Andrés C., es una persona conflictiva y ya había tenido episodios de violencia contra su madre.
«Él ya la había querido matar, le pegó y después lo internaron», contó Ramona, una vecina que conocía a Rosita, como ella la recuerda, desde hacía muchos años. Ellas dos, contó la mujer, se habían conocido por medio de una amiga en común y a partir de ahí habían entablado amistad.
En diálogo con La Capital Ramona se emocionó recordando que pasaban el Día del Amigo juntos y que la última vez se habían visto en el supermercado. En esa oportunidad Rosa, que había enviudado unos cinco años atrás, le presentó a su nueva pareja. No convivían, pero se llevaban muy bien y compartían algunos días a la semana.
En la intimidad de esos años de amistad, Rosa había contado algunos pormenores del vínculo entre la víctima y su hijo. «Él tenía celos. Ella sabía contar que cuando él venía de salir iba a la habitación de ella y se le acostaba al lado», contó Ramona. «Ella contaba que su hijo no tenía trabajo y ella le tenía que comprar las cosas. A él no se lo veía mucho en la calle», agregó la vecina.
Llamada, hallazgo y detención
Cerca de las 23.50 del miércoles la policía recibió un llamado de un hombre que contó que desde hacía unos días tenía a su madre muerta en el ropero. Al llegar al domicilio retuvieron al sospechoso y se encontraron con el cadáver. El cuerpo presentaba heridas visibles de arma blanca y había sido quemado.
El hombre dio una serie de declaraciones, entre ellas acusó a un amigo de haber matado a su madre y que él fue quien «la remató con una puñalada». Otra información policial indicó que en el primer llamado a la policía el hombre había dicho que «unos narcos la habían asesinado».
El relevamiento de la escena dejó indicios de que el crimen ocurrió en el baño del domicilio, donde Rosa fue atacada en primera instancia. Luego de fallecida fue quemada y guardada en el ropero donde finalmente fue hallada.